Su vida transcurre entre hierbas y frutos medicinales que ya utilizaban nuestros pueblos originarios. Conocer sus propiedades curativas y diversos usos transformó su vida, llevándola no sólo a reflexionar, sino a actuar decididamente en la búsqueda del desarrollo humano, la conservación de especies y su ecosistema.
Las hierbas medicinales que ofrece Carla se caracterizan por ser totalmente silvestres, crecen sin intervención humana en los bosques, llanos y cuencas hidrográficas inmersas en Antuco, una comuna precordillerana de la región del Biobío cuyo 80% del territorio se encuentra dentro de la Reserva de Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja.
“Antuco Silvestre” es el eco emprendimiento de Carla Zegpi Briones, productora de hierbas y frutos que desde el año 2012 comenzó a trabajar en la zona, debido al gran potencial y biodiversidad del área donde están presentes estos productos forestales no madereros.
“Nuestro objetivo principal fue encontrar una actividad no invasiva que esté en armonía con el estilo de vida que llevamos, de manera de dar a los pequeños propietarios una alternativa sustentable para trabajar con sus bosques, y reconocer y valorar las especies que existen en este lugar, tanto nativas como exóticas”.
Agregó que el objetivo principal es aprender de nuestro entorno y usar sus recursos a nuestro favor. Enseñar que en el bosque no solo hay leña para el fuego, comentó.
¿Cómo entiendes el desarrollo sustentable?
En Chile cuesta mucho internalizar la sustentabilidad, pues no se trata de algo externo. Yo primero soy sustentable como persona, primero me valido a mi misma, mi vida, comienzo siendo sustentable en mi y luego lo transmito.
¿Y cómo contribuimos colectivamente?
Una vez que me conozco y reconozco, comienza una etapa de actuar en consecuencia a lo que logramos descubrir en nuestro interior. Estar acá me ha permitido estar muy cerca de la gente, de personas valiosas por su experiencia y sabiduría, a quienes, por mi parte, he podido transmitir los conocimientos de recolección y cuidado ambiental que he adquirido. Realizo talleres con distintos grupos para que el recolectar no se transforme en un arrasar debido a la demanda que una especie pueda tener.
Ha sido una experiencia maravillosa, sobre todo porque no nos dedicamos sólo a recolectar plantas y comercializarlas, eso solo es lo superficial. El año pasado entregamos en conjunto con la unidad de Prodesal Antuco, talleres sobre el reconocimiento y usos de las hierbas medicinales, que se transformó en un intercambio de conocimientos y experiencias muy grata, ya que todos tenían alguna historia que compartir, recordaban a sus madres y abuelas, las preparaciones y remedios que usaban. Fue enriquecedor escuchar y recibir sus relatos, que ayudan a revindicar sus conocimientos y a permitirles usarlas en casa con confianza, evitando el uso excesivo de medicamentos a veces innecesarios, teniendo una mejor alternativa en el jardín.
¿Cuáles son los productos que ofreces?
Nuestros productos son las hierbas medicinales e infusiones. Las ventas a granel se entregan principalmente a re envasadoras de hierbas aromáticas, mientras que nuestros productos terminados los distribuimos en Red Farma. Trabajamos con alrededor de 55 especies nativas, donde destacan el Boldo, Peumo, Quillay, Maqui, Arrayan, Radal, Pingo-Pingo, Pichi Romero, Retamo, Quinchamalí, Diente de León, Sabinilla, Hierba de San Juan, Valeriana, Hierba del Clavo, Zarzaparrilla, Apio Pañul y Cepa Caballo, entre otras.
¿De qué se diferencia Antuco de otras zonas en cuanto a diversidad, en este caso de plantas medicinales?
En primer lugar debo decir que es un paisaje hermoso y con una biodiversidad única, al igual que su gente, que desborda amabilidad. En Antuco estamos en un sector privilegiado que aún no se ha contaminado, lo que nos da ánimo para seguir en campaña por proteger nuestros bosques y reacentuar la calidad de sus productos no madereros. Su alta pureza y propiedades medicinales de sus especies, convierten a Antuco en un verdadero sanatorio natural.
La provincia del Biobío se caracteriza por sus extensas plantaciones de especies exóticas, como el Pino y el Eucaliptus ¿Cómo afectan a las especies silvestres, plantas medicinales y otros recursos locales?
Las plantaciones de Pino y Eucaliptos desplazan el bosque nativo y con ello toda su biodiversidad que crece en el sotobosque. En Antuco no solo existe este problema, también tenemos la presencia del Retamo, incorporado por algunas empresas que consideraron que era buena idea introducirlo para evitar la erosión del suelo. Hoy es una gran plaga que se ha tomado no sólo el llano, sino también comienza a subir los cerros desplazando todo tipo de plantas y árboles. Por suerte tienen propiedades medicinales, por lo que buscamos la forma de convivir con ellos y controlar su expansión.
¿Existe un plan de repoblamiento de las especies?
Si, por supuesto, los talleres que impartimos, además del reconocimiento y usos, tienen como finalidad enseñar a recolectar sin exterminar la especie, hacerlo en los tiempos adecuados y enseñar a propagar, con el incentivo de tener una mejor producción la temporada siguiente. También hemos procurado crear un pequeño banco de semillas, con la intención de germinar en invernaderos y luego reinsertarlas en su hábitat, ya que muchas de estas plantas necesitan del bosque y las alturas.
Nuestro desafío ahora es continuar este trabajo asociativo e involucrar a la comunidad, a los niños, jóvenes y adultos para que nos detengamos a reflexionar respecto de quiénes somos, qué tenemos y valoramos. Nuestro patrimonio cultural será siempre lo más importante: las personas, su tiempo, su historia, la riqueza de las tradiciones y la necesidad de construir identidad.