Actualmente la empresa produce 4 mil litros con una proyección de 15 mil litros al mes.
Emplazados en un entorno único, donde se siente la majestuosidad de la naturaleza, se escucha el canto de las aves y se respira la paz que sólo se percibe en la ruralidad, esta cervecería artesanal apostó por lo local, por la sustentabilidad de los recursos y por la innovación constante.
Martín Puffe, 32 años, es parte de la cuarta generación presente en la zona de los Saltos del Laja, en la Región del Biobío, “marca local” que comenzó a posicionarse con una reconocida fábrica de quesos, que operó hasta la década de los 90.
“Estuve viviendo en Inglaterra, donde conocí muchas cervezas locales con sabores y olores que jamás había probado, por lo tanto de vuelta al Salto del Laja, pensamos en hacer una planta cervecera y vincularla al turismo a través del hotel y del restaurante familiar”.
La planta está emplazada a pocos metros del Salto del Laja y rodeada de un entorno rico en biodiversidad, donde abunda la flora y fauna nativa.
“Tratamos que las instalaciones sean sustentables, utilizamos termopaneles para optimizar la energía, además construimos una techumbre verde para controlar la temperatura en verano e invierno, de hecho no ocupamos energía externa”.
En la planta operan con barricas de acero inoxidable de origen ítalo alemán, construidas por la empresa chilena de equipos e insumos, Mundo Cervecero. “Ser “socios” con emprendimientos nacionales es un elemento prioritario para nosotros”, acuñó Martín Puffe.
Insumos y proveedores
Para elaborar la cerveza utilizan cuatro ingredientes: cereales (trigo, avena, maíz y cebada), lúpulo (que le entrega el sabor amargo) agua y levadura.
“Utilizamos además insumos de malterías importadas que son de mejor calidad. Lamentablemente las suministradoras de servicios internacionales se preocupan más del medio ambiente, aspecto que debemos corregir con el tiempo como industria”, alertó el ingeniero comercial.
El agua es local, añadió el emprendedor, recurso hídrico que proviene de una red de vertientes subterráneas que les permite disponer de agua blanda, con muy bajas partículas por millón (ppm), muy versátil, “parecida a la de Valdivia y Temuco, por ejemplo”.
Mercados y sustentabilidad
El 80% de la Cerveza Puffe se distribuye en Los Ángeles. “Hasta hace un tiempo esta ciudad tenía pocas opciones para comer algo después del trabajo. Ahora el panorama cambió, muchos emprendedores están instalando restaurantes o pizzerías, situación que abre más posibilidades para ofrecer productos con identidad local. También la cerveza está disponible en Concepción, en el Bar Callejón, uno de los emergentes e innovadores espacios de la capital del Biobío”.
Con respecto a la sustentabilidad, la idea de Martín Puffe, es ser un aporte real a la cruzada medioambiental. “Todo el vidrio que usamos en el hotel y restaurante lo reciclamos y lo retira una vez a la semana Cristalerías Toro. Lo mismo hacemos con nuestros clientes, procuramos que en sus locales también reciclen las botellas que utilizan”.
El compromiso y la acción van de la mano, no sacamos nada con actuar sólo bajo slogans, expresó Martín Puffe, quien aseguró que el 80% de su cerveza se vende en barriles reutilizables, “por lo tanto el impacto es mínimo”.
Asimismo, el cereal y la cebada “sobrante” se reutilizan para alimentar a los caballos y ciervos, previo procesamiento que garantice una buena y sana nutrición de los animales. “Siempre se puede avanzar más, lo importante es innovar constantemente”, finalizó.
“Queremos trabajar con cervezas experimentales, por ejemplo con café de piñón, insumo elaborado por una emprendedora de Yumbel y lanzar ediciones especiales con productos diferentes cada cierto tiempo, además de penetrar más el mercado de Concepción y el país en general”.