El anhelado desarrollo y posicionamiento de este territorio ha traído consigo beneficios para el sector hotelero y gastronómico que hoy enfrenta las consecuencias de crecer sin una estrategia sustentable. Existe expectación y optimismo respecto de lo que pueda resultar del primer Acuerdo de Producción Limpia de este tipo en la entonces Región del Biobío, el único que se encuentra actualmente en implementación. El objetivo del APL para el Valle Las Trancas es contribuir al desarrollo sustentable, mediante el mejoramiento de la gestión productiva, ambiental y sanitaria del sector gastronómico y alojamiento, con el fin de introducir de manera permanente buenas prácticas que generen ventajas, mayor competitividad y reconocimiento por parte del mercado.
Los empresarios turísticos del Valle Las Trancas debieron enfrentar las dificultades de un destino que no lograba romper la estacionalidad, marcada por la temporada alta de invierno en el centro de esquí de las Termas de Chillán. Pero a nadie le quedaban dudas respecto de que sería el valor paisajístico, ambiental y de los servicios asociados lo que potenciaría el crecimiento y desarrollo de la comuna de Pinto, en la nueva Región de Ñuble.
Con el correr de los años, empresarios inmobiliarios y los mismos propietarios de grandes paños de terreno, parcelaron e iniciaron el proceso de compra y venta de sitios de distintas dimensiones. Comenzó entonces la construcción y habilitación de segundas viviendas, cabañas, mediana hotelería, lodges, restaurantes y todos los servicios que complementan el desarrollo de una amplia variedad de oferta turística.
Y así comenzaron también las dificultades. En ausencia de instrumentos de planificación territorial que regularan la expansión de viviendas y servicios, el Valle Las Trancas fue creciendo sin considerar las consecuencias para su propio desarrollo sustentable: disponibilidad de agua, gestión de residuos domiciliarios, sistemas de tratamiento de aguas servidas, soporte energético y una cultura de sustentabilidad de los propios habitantes y trabajadores que pudiera ser transmitida a los visitantes.
Turismo sustentable
Luego de un trabajo de sensibilización y acercamiento entre las partes, y en atención a las oportunidades que el Valle Las Trancas presentaba para posicionarse como destino turístico internacional de servicio durante los 365 días del año, en diciembre de 2014 comenzó el proceso de negociación del primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) de Turismo Sustentable para la comuna de Pinto, en ese entonces aún bajo la administración de la Región del Biobío.
Tras una serie de ajustes administrativos y operacionales, en mayo de 2015 se firmó el APL, un documento que comprometió tanto al sector público como privado a diseñar e implementar acciones en favor de la gestión ambiental del territorio, y que hoy se convierte en el único instrumento de gestión de estas características que se encuentra en curso.
Luego de 2 años de firmado el APL, Glenda Montero, secretaria regional del Comité de Producción Limpia de Biobío, destacó la necesidad de concluir con este proceso proyectado a marzo de 2019.
“Encontramos un incremento de la productividad, reducción de costos, distinción mediante la certificación, bajo nivel de contaminación, ahorro por incumplimiento ambiental, mejora en la imagen, acercamiento con las autoridades, promoción de economías de escala y el establecimiento de un piso para obtener certificación ISO 14.000, HACCP (inocuidad alimentaria) o cualquier sistema de gestión que los distinga y fortalezca en el mercado”.
Mediante la red, los turistas disponen de mayor información y optan por operadores de turismo que en su oferta consideren una gestión integrada del medio ambiente, en una comuna que, además, es parte de la Reserva de Biósfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja” decretada por Unesco. Es en este contexto que se presenta este Acuerdo de Producción Limpia.
Los inicios
El objetivo del APL para el Valle Las Trancas es contribuir al desarrollo sustentable, mediante el mejoramiento de la gestión productiva, ambiental y sanitaria del sector gastronómico y alojamiento, con el fin de introducir de manera permanente buenas prácticas que generen ventajas, mayor competitividad y reconocimiento por parte del mercado.
“La mayor dificultad con la que nos encontramos tiene relación con el grado de asociatividad del sector empresarial, principalmente con la confianza para trabajar de manera articulada con la autoridad y los servicios competentes al rubro”, explicó Glenda Montero.
También existía el mito de los altos costos de producir limpio o que sería tecnológicamente complejo al estar orientado a grandes empresas y que, por tanto, se requeriría de personal altamente capacitado. “Pero no es así. Esto es aplicable incluso hasta microempresas. Por ejemplo, revisar los ductos de cañerías para evitar goteras o usar ampolletas de baja energía, o apagarlas cuando no las están utilizando, son medidas que en el mediano y largo plazo contribuirán a mejorar la competitividad. Incluso, permite abordar problemas que a veces resultan complejos”, nos comenta la secretaria regional de Producción Limpia.
La implementación
Eduardo Salinas es presidente de la Asociación Gremial de Turismo del Valle Las Trancas. Recuerda que el primer paso fue coordinar y avanzar conjuntamente en sus propósitos con la junta de vecinos, el comité de agua potable, la agrupación Los Huemules de Ñuble y la misma organización que él dirige.
“Nos encontramos con un sector de crecimiento explosivo en un breve período de tiempo, donde pasamos de ser 15 a 150 empresas de diferentes rubros, lo que se traduce en que hoy en Las Trancas disponemos de 3 mil 600 camas, empresas de turismo aventura, transporte, alimentación y aseo. Esperamos que todo este esfuerzo no se desvalorice, considerando que los tiempos del sector privado son más rápidos que los del público”, comenta.
Otro asunto que destaca Salinas es que no son muchos quienes viven en el valle. “Hacemos lo que podemos y en oportunidades esto nos dificulta en nuestro interés y voluntad. Afortunadamente, cada vez está llegando más gente a vivir a Las Trancas, jóvenes que buscaron y encontraron un estilo de vida. Eso sin dudas nos fortalecerá”.
Por su parte, José Saavedra, secretario de la Asociación Gremial de Turismo del valle Las Trancas, destaca que el APL se trata de un plan ambicioso, pero correcto. “Aun cuando somos 16 empresas quienes nos mantenemos, hemos tenido un avance muy positivo, siempre acompañados de la autoridad, lo que nos ha permitido además coordinarnos para nuevos desafíos”.
El secretario de la AG y propietario de Cabañas Palihue, aseguró que “las dificultades han sido más bien por decisiones de tipo administrativo de cada empresa, como es cambio de dueños u orientación de su público objetivo, pero el entusiasmo se ha mantenido y avanzamos para cumplir en un alto porcentaje con más de 75% de las metas propuestas”.
Principales desafíos ambientales
Ambos dirigentes coinciden con que el principal desafío para el valle es la disponibilidad de agua de calidad para todas las viviendas y empresas, la construcción de alcantarillado, de un sistema integral de gestión de residuos sólidos domiciliarios y del diseño e implementación de campañas de educación ambiental para ellos y los visitantes.
Mientras avanzan en alcanzar 75% de las metas que les exige el Acuerdo de Producción Limpia de Turismo Sustentable para solicitar la auditoría y posteriormente certificarse, “trabajamos por cumplir con nuestra carta Gantt y llegar a fines de noviembre con un alto cumplimiento, que nos permita programar las últimas acciones proyectadas a marzo de 2019”, detalló José Saavedra.
Por su parte, Eduardo Salinas, de Cabañas Ruka Pukem, destacó lo beneficioso que será ser distinguidos con el “Sello Azul” de Producción Limpia, así como con el “Sello S” que entrega Sernatur “y para eso hemos retomado el calendario de manera grupal. Estamos comprometidos en cumplir con los plazos y metas en esta etapa final”.
Así entonces, el principal desafío será que el mayor número de empresas logre certificarse en este primer APL de Turismo Sustentable de la Región de Ñuble, y así consolidar su alto valor ambiental y los servicios que ofrece el Valle Las Trancas durante todo el año, donde destacan el paisaje y una amplia oferta para realizar actividades deportivas como trekking, descensos en bicicleta, escalada, caminatas nocturnas y cabalgatas; o disfrutar de baños termales, piscinas o del observatorio astronómico, servicios que se complementan con diversas alternativas gastronómicas y hoteleras.
“Los resultados de estos APL demuestran que son un instrumento que fomenta nuevas y mejores tecnologías e inversiones, como así también una mejora en las condiciones laborales y de responsabilidad empresarial ambiental en los servicios de alojamiento y gastronomía. Lo anterior contribuiría a disminuir la brecha de la estacionalidad en el turismo regional, invertir en mejores prácticas y tecnologías amigables, que den fe de sustentabilidad del sector y que se conviertan en un atractivo más para quienes se maravillan con la naturaleza y las condiciones que ofrece el Valle Las Trancas”, concluyó Glenda Montero, secretaria regional del Comité de Producción Limpia de Biobío.
Metas del APL Las Trancas comuna de Pinto
1.- Establecer una gestión sustentable y competitiva al interior de las empresas.
2.- Implementar un sistema que les permita asegurar la inocuidad alimentaria.
3.- Implementar un sistema de gestión preventivo de riesgos laborales.
4.- Controlar, mitigar o reducir olores molestos.
5.- Reducir en 5% el consumo de agua.
6.- Reducir en 2% la concentración de aceites y grasas en las aguas servidas.
7.- Reducir en 8% la generación de residuos sólidos, privilegiar la valorización de residuos sólidos reciclables.
8.- Reducir en 5% el consumo energético.
9.- Medir su huella de carbono corporativa.
10.- Fortalecer la calidad del empleo, formarán capacidades y establecerán un sistema de satisfacción del cliente.
11.- Implementar acciones de desarrollo local y promoción de acciones socioculturales.
12.- Implementar acciones de conservación de la biodiversidad.