Autor de diversos trabajos de investigación publicados en revistas internacionales, posee una admirable facilidad para profundizar sin grandes explicaciones respecto de situaciones complejas. Educación, investigación, el rol social del individuo, responsabilidad empresarial, arte y poesía. De eso y algo más conversamos con el polémico, directo y multifacético Premio Nacional de Ciencias Exactas.
Porteño, nacido en 1948, Jorge Maza es ingeniero de la Universidad de Chile, casa de estudios donde inició su carrera vinculada a la astronomía, obteniendo posteriormente el grado de magister y doctorado en Astrofísica en la Universidad de Toronto, Canadá. De regreso en nuestro país fue nombrado como profesor titular y posteriormente director del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la “casa de Bello”.
Autor de numerosos trabajos de investigación publicados en revistas internacionales, recibió el Premio Nacional de Ciencia Exactas en 1999 por su contribución al conocimiento de la velocidad de expansión del universo y a la determinación de la geometría del universo a gran escala, usando supernovas tipo 1a como indicadores de distancia. Actualmente, sus áreas de investigación son las supernovas y la energía oscura y la telescopía robótica, junto al especial énfasis que se ha propuesto para la divulgación científica en estudiantes de enseñanza media y pregrado.
La gestión de la sustentabilidad y el desarrollo humano requiere de encontrarnos, dialogar y compartir experiencias en torno a diferentes temáticas, como es la ciencia ¿cómo ha variado eso en el último tiempo?
La conciencia de la ciudadanía, particularmente de los estudiantes, en temas de naturaleza, ecología y ciencia ha venido siendo cada vez más fuerte, lo que nos hace ser optimistas respecto de que el futuro no se viene tan malo como se perfilaba 20 años atrás.
Hasta hace unos años, nadie entendía que tirar residuos de la minería o basura al mar fuera malo. Parecía un basurero eterno. Hoy estamos conscientes del cuidado de los océanos, de nuestra atmósfera, de la tierra, y de a poco constatamos que la ciencia está presente en la sociedad y en las diversas actividades, por eso es relevante saber y entender de qué se trata.
¿Nuestros métodos de educación son a su juicio los más adecuados para desarrollar las capacidades de nuestros alumnos?
Chile debería invertir más en educación, atraer a estudiantes de gran calidad para que sean los próximos profesores -asunto que no ha ocurrido en los últimos 30 años- y disponer de más y mejores colegios. Cuando tengamos docentes mejor formados, motivados, con aulas adecuadas y con menos alumnos en una sala, entonces recién podremos hablar de cambios metodológicos e incorporar el “aprender haciendo”, porque si no se hace todo lo anterior, se trata sólo de una fantasía. El análisis actual es que los métodos de enseñanza antigua no parecen los apropiados para la enseñanza actual, pero con las mismas salas, con los mismos profesores, no hay ningún método que funcione.
¿Cómo se condice este análisis con los períodos presidenciales de 4 años?
El proceso es bastante largo y el que diga que lo puede hacer en 3 ó 4 años está mintiendo. El problema de la educación en Chile se va a cambiar en los próximos 25 a 30 años y hay que partir fomentando las pedagogías en las universidades para que vuelvan a ser carreras de excepción, atrayendo a los mejores alumnos, motivándolos y también realizando muchas actividades complementarias como “Ciencia Sin Ficción” y muchas otras instancias a la que afortunadamente he tenido el honor de ser invitado en distintas ciudades del país.
Necesitamos más museos interactivos, bibliotecas, lugares de encuentro de la cultura y la ciencia con el estudiantado. Eso falta de manera grave sobre todo en lugares pobres o más carenciados, donde no hay mucha cultura. Se requieren ahí grandes profesores con grandes bibliotecas, con lugares donde los estudiantes se puedan quedar hasta las 9 ó 10 de la noche con un tazón de leche y una marraqueta, porque cuando tenemos a los niños en la vereda de su población desde las 5 de la tarde estamos orientando esto en una dirección que no queremos que siga ocurriendo.
“Los niños son el futuro”, se dice con frecuencia, pero somos nosotros los que estamos formando a las nuevas generaciones, por lo que la responsabilidad de lo que pueda ocurrir es nuestra…
En cualquier tribu, a la juventud lo forman los mejores, y eso en Chile no se ha dado en los últimos 40 años. Entonces ya con eso estamos mal ¿Que quiere hacer un joven hoy? Estudiar medicina, ingeniería, arquitectura, leyes u otra de renombre, y si no queda en ninguna de esas, bueno, entonces ingresa a pedagogía. Eso debe cambiar.
Son carreras estigmatizadas para asegurar tu futuro, pero eso es solo considerando lo económico, uno de los varios aspectos de desarrollo personal o integral…
Si eres joven con capacidades para ser ingeniero, entonces dedícate a enseñar matemáticas porque eres talentoso, ¿pero a quien motivamos con un sueldo de 500 lucas mensuales? Cuando la sociedad pague 2 millones de pesos a los profesores entonces podremos decirles a los jóvenes que tienen un futuro razonable en la enseñanza, que no van a vivir de la mendicidad de los demás.
Un profesor talentoso parte hoy ganando 500 lucas y después de 30 años termina recibiendo quizás 800, y si entre medio tiene hijos y una familia ¿cómo lo van a solucionar? Entonces uno no puede ser tan patudo, pues en esta sociedad lo único que interesa, a todos, es el lucro. Mientras más gano, supuestamente mejor es la pega. Hoy debemos ir a convencer a los jóvenes que se dediquen a enseñar porque es un apostolado, una misión ¡con qué patas!
Además, en nuestra sociedad, el único objetivo de las empresas es ganar dinero, no el generar trabajo ¿Quién dijo que las empresas tienen el desarrollo nacional en mente? En el gobierno anterior todos los empresarios se fueron a invertir a Perú, Colombia o Ecuador porque aquí no estaban las garantías que ellos querían nosotros les diéramos. En la sociedad que vivimos todos deben buscar el cómo no vivir acogotados y si un profesor va a tener el sueldo bastante menguado que tiene –y no el “reguleque” de $3 millones 700 mil- entonces partamos diciendo que la pedagogía y educación es algo que a la sociedad realmente le interesa y después apliquemos lo que dicen los gringos: “si tu boca está ahí, pon el billete” pero si no pones el billete, entonces cierra la boca.
Las empresas han incorporado tecnología para mejorar sus procesos, pero ¿cómo incorporamos la ciencia a la industria?
La industria no incorpora ciencia porque no la necesita para ganar plata y mientras eso siga ocurriendo no lo hará. Ahora, si reemplaza a la gente por máquinas es porque le va a salir más barato e incrementará sus utilidades; no es porque quiera innovar, es porque les conviene.
Cuando las grandes empresas compiten codo a codo deben disponer de un grupo de investigación -como la Philips o la Shell- porque tienen que crear nuevas ideas para competir mejor, pero aquí nadie está tratando de crear ideas porque no estamos compitiendo en el primer mundo, sino en el submundo: ir a comprar a China lo más barato posible para vender en Chile lo más caro posible, y eso no tiene ninguna ciencia. Nos falta dar un paso al desarrollo de verdad.
Si Chile incorporara decididamente valor agregado a las cosas que hace, va a llegar un momento en que tener gente pensando podría serle útil a una empresa para posicionarse con una ventaja comparativa, pero en nuestro país las empresas no compiten entre sí, porque rápidamente se coluden. Para qué incorporar ciencia si se reparten la ciudad y el país en pedazos y con mercados cautivos, donde la empresa más grande comienza a comprar las más chicas hasta que es dominante en el mercado.
¿Y no tenemos ahora la oportunidad de realizar esos cambios? El Litio sería nuestro nuevo producto estrella.
Tengo fe en el futuro, pero hay que hacer cambios sustantivos. Mientras la ciudadanía no tenga una voz de verdad en las decisiones políticas que se toman esto va a seguir siendo un baile de salón. Dime una cosa: ¿cómo le dan de nuevo a Ponce Lerou la concesión del Litio? ¡Para que tenga unos monos sacándolo con pala y echándose dinero al bolsillo! ¿Para qué va a tomar la decisión de hacer baterías de litio, autos eléctricos u otras innovaciones? No, si él sabe ganar dinero con monos sacando el Litio con pala. Pero también sabemos lo que Soquimich hacía financiando campañas electorales…
¿Podrá la ciencia ser una expresión de desarrollo personal?
La ciencia es fundamental, es parte de la cultura, del ser humano. No me imagino una vida sin música, sin cuadros o sin esculturas. La belleza de la naturaleza y de lo que nos puede rodear, como también lo es la arquitectura, son parte de la calidad de vida. La ciencia es como el motor, el mascarón de proa de este barco donde van bastantes más cosas, como el arte, la cultura, la belleza y la poesía. Una linda poesía a uno le dice más y le entibia más el corazón que muchos escritos sobre el valor de la Unidad de Fomento (UF).