A esta planta se le reconocen no sólo sus propiedades nutritivas y dietéticas, sino también su diversidad genética y capacidad de adaptación a diferentes condiciones agro ambientales. Destacan también sus beneficios culturales y socioeconómicos que tiene sobre el medio ambiente local, advierten desde la la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La Quinua es una especie andina que se originó en los alrededores del Lago Titicaca de Perú y Bolivia. Fue cultivada y utilizada por las civilizaciones prehispánicas y reemplazada por los cereales a la llegada de los españoles, a pesar de constituir un alimento básico de la población de ese entonces, indica la FAO.
El primer español que reportó el cultivo de Quinua fue Pedro de Valdivia, quien al observar las siembras alrededor de Concepción mencionó que, entre otras plantas, “los indios la usaban también para su alimentación”.
En Chile la producción se concentra en el altiplano del norte del país, aunque en la zona centro sur es donde se encuentran las variedades de Quinua del nivel del mar, que tienen una gran importancia para la expansión del cultivo en zonas del mundo, debido a que presentan sensibilidad al fotoperiodo.
Hoy la Quinua se produce también en Francia, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Holanda e Italia. En Estados Unidos se produce en Colorado y Nevada y en Canadá en las praderas de Ontario. Además en Kenia la semilla mostró altos rendimientos y en el Himalaya y las planicies del norte de la India, el cultivo puede desarrollarse también con éxito.
La Quinua destaca por ser una buena fuente de proteínas, fibra dietética, grasas poliinsaturadas y minerales. Su proteína está compuesta por aminoácidos, ocho de los cuales están considerados esenciales tanto para niños como para adultos. Es también una buena fuente de las vitaminas E, B2, ácido fólico, hierro, magnesio y zinc.
Especialistas de la FAO aseguran que ante el reto de incrementar la producción de alimentos de calidad para alimentar a la población mundial en el contexto del cambio climático, la Quinua es una alternativa para los países que sufren de inseguridad alimentaria. Asimismo, tiene el potencial de reducir la dependencia de otros alimentos básicos como el trigo y el arroz.
Investigadores de Perú aseguran que la Quinua puede ayudar a tratamientos de enfermedades mentales. Dichas aseveraciones fueron entregadas en el marco del 1º Congreso Internacional “Alimentos Funcionales y Nutracéuticos Presentes en la Industria Alimentaria”, organizado por Inacap sede Chillán.
Jhony Arisaca, especialista de la Universidad Nacional de Juliaca, Perú, explicó que este cereal, que también se cultiva en Chile, es un alimento nutracéutico y que por su alto contenido en litio puede ser utilizado en tratamientos de enfermedades mentales.
“Esto no es nuevo para los habitantes de los pueblos andinos. Si bien las investigaciones científicas hoy lo avalan, la historia de estos pueblos andinos cita a la Quinua como alimento esencial y que además “alivia los dolores del alma”, siendo utilizado ancestralmente por estas culturas latinoamericanas”, agregó Arisaca.
Los granos de Quinua se tuestan y con ellos se hace harina, con la que se fabrican distintos tipos de panes. También pueden ser cocidos y añadidos a las sopas, usados como cereales, pastas e incluso se fermenta para elaborar cerveza o chicha.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2013 como el “año internacional de la Quinua”, en reconocimiento a las prácticas ancestrales de los pueblos andinos, que la han sabido conservar en su estado natural como alimento para las generaciones presentes y futuras.
Tienen uso medicinal las hojas, tallos y granos, a los que se atribuyen propiedades cicatrizantes, desinflamatorias, analgésicas contra el dolor de muelas y desinfectantes de las vías urinarias. Se utilizan también en caso de fracturas, en hemorragias internas y como repelente de insectos. La planta entera se usa como forraje verde. También se aprovechan los residuos de la cosecha para alimentar vacunos, ovinos, cerdos, caballos y aves.