Ana Lucía Moreno
Directora
La cuenta es regresiva y no precisamente para la realización en Chile de la próxima reunión de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas, COP25, sino para actuar de manera rápida y enfrentar decididamente el cambio climático y recuperar “el sobregiro” que tenemos como planeta.
Se trata sin duda de la cumbre sobre el cambio climático más importante de la historia, incluso quizás la última, donde representantes de 197 países intentarán impulsar políticas activas e inmediatas para proteger el medio ambiente.
La cita buscará además establecer criterios para el cumplimiento del Acuerdo de París y mejorar las metas de reducciones de las distintas naciones. Además, este año Chile propuso como temas de discusión el cuidado de los océanos y la Antártica, la importancia de la electromovilidad y energías renovables, potenciar la economía circular y la protección de ecosistemas, bosques y biodiversidad.
¿Es tanta la urgencia? Sin duda lo expresado recientemente por el Secretario General de la ONU, António Guterres, grafica la premura con que hay que actuar. El personero dijo que “aunque siempre ha habido veranos calurosos, el que experimentó el Hemisferio Norte este año no es “el verano de nuestra juventud”, sino una emergencia climática”.
Cifras de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestran que junio de 2019 fue el mes más caluroso de la historia, con récords batidos hasta en el Círculo Polar Ártico. Por lo tanto, si el mundo quiere limitar el aumento medio de la temperatura a 1,5 grados centígrados y evitar los peores efectos del cambio climático, se deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 % para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2050.
En Chile sus autoridades, representantes de fundaciones, ONG, del mundo de la investigación y privado, recorren el país sociabilizando la importancia de COP25 y de actuar ahora frente al calentamiento global.
Mientras tanto en el resto del mundo, las Semanas del Clima son importantes oportunidades adicionales para la acción climática, partiendo con la Semana del Clima de América Latina y el Caribe, que se celebró en agosto en Salvador de Bahia (Brasil), seguida por la Semana del Clima de Asia y el Pacífico, a realizarse del 2 al 6 de septiembre en Bangkok (Tailandia).
Los resultados de ambas reuniones se incorporarán a los resultados de la Cumbre de Acción Climática organizada por el Secretario General de Naciones Unidas el 23 de septiembre en Nueva York, lo que seguramente impulsará la ambición y acelerará la aplicación del Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Una antesala auspiciosa para COP25, donde Chile será protagonista.