En la red participa la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) junto a otras instituciones que analizarán el impacto que se origina en las cuencas hidrográficas de distintos puntos de América.
Bajo la idea de estudiar y analizar un conjunto de cuencas hidrográficas para entender su respuesta y comportamiento por efecto del cambio climático, el doctor Enrique Muñoz de la Facultad de Ingeniería de la UCSC e investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), es parte de esta red colaborativa, que en un plazo de cuatro años, aproximadamente, buscará entender la capacidad de resiliencia hídrica en distintos ecosistemas de América.
El objetivo del proyecto es comprender cómo los sistemas socio-hidrológicos responden desde el punto de vista físico y social al cambio climático. El estudio abarcará zonas desde Canadá hasta Chile, con diferentes culturas y comunidades que se abastecen de estas cuencas.
“El proyecto es para conformar una red colaborativa y así definir ciertos principios de trabajo, de manera de ver cómo ampliar el estudio de resiliencia. Incluye académicos del área de ingeniería y sociología. El proyecto se extenderá por cuatro años”, sostiene el investigador Enrique Muñoz.
Uno de los primeros trabajos que realizaron en Chile, fue en la Cuenca del Río Laja. Todos los miembros de la red llegaron hasta la zona para conocer de cerca el contexto. “El estudio del sistema en Laja, esta nueva forma de gestión vino de la mano de una necesidad operacional de Organizaciones de Usuarios del Agua, la Dirección General de Agua y de la Dirección de Obras Hidráulicas. Esto debido a un problema social que se origina por el estrés y el conflicto del uso de agua. Aquí hay una componente aplicada y una implementación de nuevas políticas pensando en resiliencia y en reducir los conflictos sociales en el sector”, enfatiza Enrique Muñoz.
Debido a la creencia de la poca cantidad de agua en la zona, el científico afirma cuán importante es contribuir con la información detallada sobre el diagnóstico del sector. “No necesariamente es poca agua. Quizás tiene relación con una costumbre de disponer de exceso de agua. La cantidad de agua que proporciona la cuenca es suficiente para los usuarios. Sin embargo el cómo se usa y cómo se distribuye no ha sido lo mejor. Las políticas energéticas y de gestión quizás con este estudio, deberían mejorar”, sostiene el investigador.
Cabe destacar además, que esta red colaborativa también analizará la prestación de servicios ecosistémicos, el valor de las cuencas hidrográficas para el ser humano, efecto en las comunidades y capacidad de modelo integrador para evaluar escenarios de adaptación.