Camilo Mejías Neira
Dr. en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática
Universidad de Concepción
¿Y si estudiamos las migraciones de las palomas a causa de las manifestaciones sociales de las últimas semanas?
Esta simple pregunta, quizás sin sentido para la mayoría de los lectores, esconde una contra-pregunta: ¿Qué hace la academia para estudiar las cosas más simples que nos rodean? Los científicos no tenemos que estudiar exclusivamente temas que podríamos denominar “de frontera”, como el descubrimiento de nuevas galaxias o la próxima cura del cáncer. Está bien hacerlo, pero también debemos ser capaces de dar respuesta a lo que nos rodea y nos convierte en sociedad.
Al contrario del pensamiento más extendido, este campo no es exclusivo para economistas y sociólogos -quizás hemos caído en esa trampa-, también es para biólogos, matemáticos y físicos, entre otros. Hace unos años, mientras cursaba una pasantía en Suecia, unos amigos de Magíster en Ecología relataban cómo debían estudiar año a año si las aves más comunes de la ciudad de Lund habían cambiado su tiempo de empollamiento debido al cambio climático.
Este ejemplo, llevado a nuestra realidad llevan, sería algo así como analizar a las palomas y para ello, implicaría que cursos completos de estudiantes salieran a las calles a observar y tomar notas. En Chile, ¿qué hacemos desde la academia para estudiar las cosas más simples de nuestra cotidianidad? Es muy poco común, escuchar sobre análisis de sistemas dinámicos protestas-policías, modelamiento del transporte con calles cortadas, impactos del ruido en la flora y fauna, cambios meteorológicos con los incendios, etc. Estas preguntas pueden ser respondidas en cursos universitarios, ensayos o memorias de título o incluso tesis de postgrado.
Si queremos desarrollar a nuestro país, no sólo debemos exigir cambios a políticos y empresarios. La ciudadanía en general y nuestras casas de estudios en particular, también debemos ser actores relevantes al respecto. Lo que nos corresponde a los científicos es aportar, documentando procesos, modelando cambios y proponiendo soluciones a problemas básicos y complejos que al final del día, nos permitirán a todos un mejor vivir.