Un nuevo informe afirma que mediante la neutralización de las emisiones de la matriz energética y la electrificación total del sistema de transporte (incluidos los medios marítimos y terrestres), en 2050 la región podría evitar 1100 millones de toneladas de CO2, mejorar la salud de los ciudadanos y ahorrar millones de dólares por año.
América Latina y el Caribe se ahorraría hasta 621.000 millones de dólares anuales si los sectores de energía y transporte lograran la neutralidad de emisiones para el 2050, asegura un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.
El documento presentado este miércoles en la COP25 en Madrid resalta que actualmente los sectores de energía y transporte representan dos tercios de las emisiones regionales de dióxido de carbono de origen fósil y alrededor de 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Si no se toman medidas, se espera que esas emisiones se dupliquen para mediados de siglo, aumentando hasta 1200 millones de toneladas debido a la demanda creciente de electricidad.
“Satisfacer al nuevo mercado bajo una matriz de generación basada en combustibles fósiles colocaría la región lejos de la vía para cumplir el objetivo de 2 °C del Acuerdo de París”, advierte el PNUMA.
De acuerdo con el informe, convertir el sector a energía renovable es el camino más barato para electrificar la región y, a la vez, cumplir con el Acuerdo de París.
Banco MundialMinas de carbón afuera de Samaca, en Colombia.
Una inversión a futuro
El PNUMA explica que para lograr una matriz renovable se necesita invertir unos 800.000 millones de dólares para 2050, una cifra menor de lo que costaría satisfacer la demanda de energía de la manera en que se logra actualmente.
Mediante la descarbonización de la matriz energética y la electrificación total del sistema de transporte (incluido los medios marítimos y terrestres), en 2050 la región podría evitar 1100 millones de toneladas de CO2 y ahorrar 621.000 millones de dólares por año.
Estos ahorros incluyen 300.000 millones en gastos en el transporte terrestre de pasajeros y reducciones de 222.000 millones en costos de electricidad. Además, al disminuir la contaminación del aire en las ciudades, el sector de salud podría evitarse un gasto de hasta 30.000 millones de dólares.
Banco Mundial/Jutta BenzenbergLas energías alternativas reducen las emisiones de carbono.
Una transición necesaria
Las cifras a las que llegan los autores del estudio incluyen el costo de retirar gradualmente las plantas de carbón antes del final de su vida útil. El valor de los activos varados se calcula en 80.000 millones para mediados de siglo.
Sin embargo, pasar a una descarbonización total creará otros beneficios, como 7,7 millones de nuevos empleos permanentes y 28 millones de años de trabajo en asignaciones temporales relacionadas con tecnologías verdes, construcción de infraestructura o electrificación del transporte.
“Los sectores de energía y transporte presentan grandes oportunidades para una acción rápida y de gran alcance, que sea tanto ambiental como racional y financieramente atractiva. Una transición acoplada no solo apunta a alcanzar cero emisiones para 2050, sino a contribuir al crecimiento económico y al mejoramiento de la salud pública”, dijo el director regional del PNUMA, Leo Heileman.
Por su parte Carlos Manuel Rodríguez, el ministro de Ambiente y Energía Eléctrica de Costa Rica, país que produce el 99% de su electricidad de fuentes renovables, señaló que la transición representa una oportunidad importante para elevar el nivel de ambición de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y de las estrategias a largo plazo, y cumplir así con los compromisos climáticos internacionales establecidos en el Acuerdo de París, además deapoyar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Un cambio que está comenzando
Desde 2012, las energías renovables no convencionales han duplicado su participación en la matriz regional, y junto con la energía hidroeléctrica representaron casi un 54% en 2018.
Del mismo modo, los esfuerzos de varios países para crear un entorno propicio para la transición energética han asegurado más de 35.000 millones de dólares en inversión en energías renovables no convencionales durante los últimos 5 años (44% de los flujos de inversión extranjera directa mundial).
A pesar de los progresos, el PNUMA pide una agenda política más audaz para acelerar los cambios necesarios con el fin de lograr la descarbonización a mediados de siglo.
El documento Carbono Cero América Latina y el Caribe 2019: la oportunidad, el costo y los beneficios de la descarbonización combinada de los sectores de energía y transporte en América Latina y el Caribe, se basa en el primer informe Carbono Cero (2016), que llamó a la región a enfocarse en la descarbonización completa de cuatro áreas responsables del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero: generación de energía, transporte, uso del suelo e industria.
La nueva edición se elaboró con el apoyo de EUROCLIMA +, un programa financiado por la Unión Europea, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).