Sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad
Desde 2014 a la fecha, se reforestaron más de 262 hectáreas, para lo cual se utilizaron 520 mil plantas de 14 especies nativas, todas provenientes del Cerro Cayumanque. Asimismo, se entregaron más de 75 mil plantas para repoblamiento en las comunidades de Ranquil, Quillón y Florida.
El sábado 31 de diciembre de 2011, en el sector de Pichiqueime, en la comuna de Quillón, se inició uno de los incendio forestales más devastadores ocurridos hasta esa fecha y que trajo como consecuencia la quema de más de 28 mil hectáreas de bosque nativo, plantaciones, pastizales, hierbas, flores y matorrales.
Posteriormente, el Gobierno Regional del Biobío, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), dispuso de 2.300 millones de pesos para la Restauración Ecológica del Ecosistema Cayumanque y sus zonas aledañas, beneficiando a las comunas de Quillón, Ranquil y Florida.
Mario Delannays, secretario regional ministerial de Medio Ambiente Biobío, aseguró que el programa benefició a 50 propietarios, quienes accedieron a que los profesionales pudieran efectuar acciones de preparación de sitios, restauración con especies nativas y manejo de especies exóticas.
“Desde 2014 a la fecha, se han reforestado 262 hectáreas, para lo cual se utilizaron 520 mil plantas de 14 especies nativas, todas provenientes del Cerro Cayumanque. Asimismo, se han entegado más de 75 mil plantas para las comunidades de Ranquil, Quillón y Florida”.
Delannays expresó que la comunidad ha tenido un gran protagonismo en el desarrollo del programa, de hecho a través del componente de Restauración Comunitaria, más de 700 voluntarios se sumaron a la iniciativa.
“La educación ambiental también tuvo una gran relevancia, de hecho han participado 17 establecimientos educacionales, beneficiando a más de 1.800 alumnos, profesores y apoderados, mediante talleres de prevención de incendios forestales, biodiversidad y restauración escolar”, agregó la autoridad.
Además y como una forma de involucrar a la comunidad y crear conciencia, el programa ha desarrollado 38 actividades de educación ambiental, donde ya han participado más de mil beneficiarios pertenecientes a juntas de vecinos y organizaciones comunales.
Otro componente, añadió Mario Delannays, es el trabajo que en conjunto se realizó con los propietarios de los sitios prioritarios del Cayumanque. Se diseñaron los Planes de Gestión de Biodiversidad, iniciativa donde participaron mas de 30 actores territoriales, quienes planificaron estrategias para la conservación de la biodiversidad, en una superficie de 1.500 hectáreas.
En el Cayumanque podemos encontrar, reafirmó el seremi de Medio Ambiente, especies nativas como el Arrayán, Avellano, Canelo, Lingue, Litre, Maitén, Olivillo, Peumo, Piñol y Roble. “Las hierbas también cumplen un rol clave en el ecosistema, donde predominan el Añañuca, Azullillo, Capachito, Chupalla, Clavelillo y Cuye Colorado”.
Restauración
Pablo Azua, profesional del Departamento de Recursos Naturales de la Seremi de Medio Ambiente del Biobío, dijo que el gran objetivo de este programa es restaurar un ecosistema que fue degradado a causa de un gran incendio, sin perjuicio de que “ya venía degradado hace años, debido a la agricultura intensiva, uso del territorio y faenas forestales”.
Por lo tanto, agregó Azúa, las principales acciones del programa contemplan la reforestación con especies nativas en terrenos degradados por causas antrópicas, control de erosión y cosecha de aguas lluvia, educacion ambiental con énfasis en la restauración ambiental a escala de paisaje, planificación de la conservación público privada y generación de información de linea base para intervenciones futuras.
Semillas y plantaciones
Marta González, coordinadora del Centro Tecnológico de la Planta Forestal del Instituto Forestal (INFOR), detalló que luego de ocurrido los incendios, comenzaron rápidamente a gestionar la colecta de semillas, dada la gran superficie afectada de bosque nativo.
“Nos apoyamos de escuelas locales para realizar el proceso de colecta, luego comenzó la producción de plantas, almacenamiento y posterior siembra”.
Esteban Vásquez, supervisor técnico de las faenas de restauración del Ecosistema Cayumanque, aseguró que se adoptaron distintos métodos de plantación y esquemas de instalación de plantas, optando por un sistema de plantaciones en núcleo. “En 2016 colocamos 114 hectáreas de bosque nativo, distribuidos en 22 sitios, que abarcan las comunas de Ránquil, Florida y Quillón”.
Beneficiarios
Ricardo Medina, propietario de la comuna de Florida, expresó que la participación de su familia en el proyecto, consistió en la plantación de diversas especies nativas, “trabajo que viene de buena manera a complementar la labor que ya veníamos realizando. Sin duda la restauración ecológica del Ecosistema Cayumanque es un gran aporte para las personas, pero sobre todo para la conservación de la biodiversidad”.
En la misma línea, José Miguel Unzueta, propietario de la comuna de Quillón, manifestó que luego de ocurrido el incendo forestal, “que nos quemó 450 hectáreas del campo, tuvimos la suerte de ser favorecidos con este proyecto de restauración, que nos permitirá conservar el bosque nativo en beneficio de la comunidad y del medio ambiente”.
Héctor Carrasco, del sector de Peninhueque, Florida, también propietario beneficiado por el programa, declaró estar muy feliz con el programa de restauración ecológica, dado que antes de esta iniciativa su terreno no tenia ninguna vegetación, en cambio ahora está cubierto con distintas especies nativas, agradeció.
Educación y balance
En la misma línea, Juan González, quien trabajó en el programa educativo del proyecto, aseveró que es muy importante hablar de restauración ecológica y pedagógica, ya que hay que impulsar una nueva mirada, con el objetivo de comprender el territorio que habitamos, con una mirada ambiental y social.
Finalmente, Mario Delannays, sentencío que los resultados del programa son muy positivos, ya que “tenemos un modelo, una estructura, en la cual la restauración de un área geográfica, como lo fue el Cerro Cayumanque, nos entrega herramientas bajo un diseño de gobernanza público privado, donde la comunidad cumple un rol principal en la restauración de un ecosistema importante para la biodiversidad”.