El Acuerdo de Cooperación Ambiental firmado entre Chile y Canadá, corresponde a uno de los dos acuerdos paralelos firmados en el marco del Tratado de Libre Comercio, que entró en vigencia en 1997.
Sus principales objetivos son fortalecer la cooperación ambiental y asegurar la ejecución eficaz de las leyes y regulaciones ambientales de cada una de ellas, favoreciendo además, que se alcancen las metas y los objetivos ambientales del Tratado de Libre Comercio.
Canadá tiene un plan muy ambicioso para combatir el cambio climático, cuyo eje es mitigar y, cuando no es posible, adaptarse a sus impactos impulsando un crecimiento económico limpio.
Como objetivos específicos se mencionan, entre otros, el fomento de un desarrollo sostenible y la cooperación en la conservación, protección y mejora del medio ambiente. El acuerdo reafirma el derecho de cada país a establecer su propio nivel de protección ambiental, políticas y prioridades.
De hecho han tomado medidas para reducir la contaminación por gases de efecto invernadero, actuando internacionalmente con varias iniciativas como la co-creación con el Reino Unido, de la “Powering Past Coal Alliance” o la Alianza Global para la eliminación progresiva del carbón en el planeta.
Asimismo, en 2018 Canadá asoptó con Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido y la Unión Europea la Carta sobre Plásticos en los Océanos para demostrar nuestro compromiso en tomar medidas concretas y ambiciosas para abordar este problema.
¿Cuáles son los ejes y principales aspectos de las políticas ambientales y de combate al cambio climático en Canadá?
El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá es responsable por el desarrollo de las políticas y programas medioambientales. Su mandato es proteger el medio ambiente y hacer crecer la economía mientras avanzamos en nuestro compromiso de reconciliación con los pueblos indígenas como parte de las prioridades del Primer Ministro y en reconocimiento a la sabiduría indígena por la naturaleza.
Por lo tanto, uno de sus ejes principales es fortalecer la interdependencia entre la sostenibilidad ambiental y el bienestar económico de todos los canadienses.
Los objetivos del ministerio se centran en minimizar las amenazas por la contaminación de nuestro entorno, equipar a los canadienses con datos científicos que les permita tomar decisiones informadas sobre el clima, el agua y las condiciones climáticas, además de conservar y restaurar el ambiente natural del país.
Hace mas de 20 años que Canadá y Chile comparten un compromiso ambiental a través de un acuerdo de cooperación ambiental ¿Cuáles han sido los principales hitos?
Efectivamente, tenemos 22 años de colaboración estrecha en materia ambiental en el Marco del Acuerdo de Cooperación Medioambiental bilateral.
Hemos ejecutado muchas actividades de cooperación en cambio climático, turismo sustentable y áreas protegidas, gestión de sustancias químicas, educación ambiental e información ambiental entre muchas otras. Quiero destacar la importancia que tuvo nuestra colaboración para implementar en Chile el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, una herramienta fundamental a la hora de fiscalizar y trasparentar la información sobre las distintas fuentes de contaminación.
¿Por qué Canadá y Chile decidieron desarrollar un programa en el sector residuos para mitigar y enfrentar el cambio climático?
Ambos países han adquirido compromisos de reducción de los gases de efecto invernadero (GEI). El sector de residuos emite GEI por la degradación anaeróbica de desechos orgánicos. Por lo tanto, el tratamiento adecuado de estos residuos – para disminuir y captar el gas metano – es importante a la hora de cumplir nuestras metas.
¿Cuáles son los objetivos y características principales del programa Reciclo Orgánicos?
Este proyecto apoya la implementación de acciones concretas con la captura de metano en rellenos sanitarios y la implementación de proyectos de compostaje y de digestión anaerobia transformando los residuos orgánicos en fertilizantes naturales.
Su objetivo es acelerar la adopción en Chile de prácticas de gestión de residuos orgánicos que minimicen el metano para cumplir con sus compromisos en el Acuerdo de París. Además, se busca sensibilizar a las comunidades sobre la importancia del reciclaje orgánico.
¿De qué forma el reciclaje orgánico ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cómo la comunidad se ve beneficiada con reciclar sus residuos?
La degradación de los desechos orgánicos produce gas metano cuyo daño a la capa de ozono es 21 veces mayor a la del dióxido de carbono. Las comunidades pueden participar en la preservación del planeta con el compostaje contribuyendo a reducir la emisión de metano.
Asimismo, la comunidad se beneficia con la materia orgánica que se convierte en compost que mejora la calidad de los suelos y se utiliza como abono orgánico para la jardinería. La reducción de gases de efecto invernadero mejora la calidad del aire y del agua.
¿Por qué se definió que la comuna de Santa Juana, en el Biobío, fue la primera en recibir el apoyo del programa Reciclo Orgánicos?
Porque el municipio de Santa Juana está comprometido con el compostaje de residuos orgánicos y abocado en promover la participación ciudadana en la mitigación del cambio climático. Por lo tanto, Canadá encontró en la municipalidad un socio ideal a través del programa Reciclo Orgánicos.
¿Cuál es el rol específico de Canadá en el desarrollo del proyecto de Santa Juana?
Santa Juana fue la primera comuna en Chile en recibir el apoyo de Reciclo Orgánicos. La infraestructura de la planta fue financiada con fondos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional mientras el Gobierno de Canadá proporcionó, a través del programa Reciclo Orgánicos, asistencia financiera y técnica para la puesta en funcionamiento de la planta y apoyo para facilitar el correcto involucramiento de los vecinos con las prácticas de reciclaje de residuos orgánicos.
¿Cuáles son las claves del éxito en cuanto a involucramiento activo de la comunidad?
Es fundamental ofrecer a las comunidades una buena capacitación y el apoyo técnico adecuado, un eje principal del proyecto Reciclo Orgánicos financiado por el Gobierno de Canadá.
¿De qué forma aporta a la economía local tener una planta de reciclaje de residuos orgánicos? ¿Tienen valor los residuos?
El primer aporte es, sin duda, la reducción de los desechos que tienen que ser trasladados a rellenos sanitarios y los costos asociados, tanto monetarios como de generación de GEI. Por otra parte, el compost generado en la planta puede utilizarse en los jardines del municipio para embellecer el entorno a un costo menor.
¿Qué otros proyectos o iniciativas tienen en carpeta Canadá para desarrollar en nuestro país?
Hemos colaborado con Talcahuano para la puesta en marcha de su planta de reciclaje de desechos orgánicos.
Asimismo, Reciclo Orgánicos está colaborando con otros municipios de Chile tanto en la instalación de plantas de reciclaje orgánicos, como en la captura de metano en rellenos sanitarios ya existentes. Asimismo, están produciendo guías de implementación de plantas de reciclaje orgánico para que otros municipios de Chile puedan emprender sus propios proyectos apoyándose con estas guías.
También, en el marco de un proyecto con la Alianza del Pacífico, de la cual Chile es uno de los países miembros, estamos trabajando en la elaboración de una metodología que permita medir, reportar y verificar los gases de efecto invernadero y así generar información comparable y aceptada entre países.
¿A juicio de ustedes qué objetivos deberían cumplirse en esta COP25 que se desarrollará en Chile este año?
El desafío mayor será de llegar a acuerdo sobre el artículo 6 del Acuerdo de París sobre los mecanismos de mercado para potenciar los intercambios y la cooperación entre países.
¿Cree que es aun es reversible la crisis ambiental y el avance de los efectos del cambio climático? ¿Depende de nosotros?
Es difícil saber a qué punto hemos llegado. Muchos datos científicos están disponibles pero su interpretación no es simple. Quiero ser optimista y pensar que el despertar de la conciencia individual e industrial ha empezado y que el esfuerzo mancomunado de todos nosotros hará una diferencia notable para las generaciones futuras.
De allí la importancia de concientizar a todos sobre las acciones y costumbres que podemos adoptar. La educación ambiental es necesaria y forma parte de nuestra cooperación bilateral con Chile.
¿Cree que Chile tiene una legislación robusta en materia ambiental o debemos avanzar en algunas materias?
El marco regulatorio ambiental de Chile es muy desarrollado. Si lo comparamos a lo que era en 1997, cuando implementamos el Acuerdo de Cooperación Ambiental, es claro que ha evolucionado exponencialmente.
Hoy Chile cuenta con las instituciones necesarias para elaborar leyes y normas, asegurar la aprobación de proyectos sustentables y fiscalizar las operaciones de muchos sectores de la economía. Ambos países hemos colaborado por más de 20 años para asegurar la protección de nuestro medioambiente con intercambios de buenas prácticas y, tal como señalado anteriormente, hemos logrado avances en una amplia gama de temas, y confiamos en que lo seguiremos haciendo.