La segunda edición del Índice de Protección Animal (en inglés Animal Protection Index (API) 2020, desarrollado por World Animal Protection identificó varios aspectos a mejorar en la implementación de leyes de bienestar animal, no solo en Chile sino en los 50 países que fueron evaluados.
El (API) demuestra que en Chile hay margen de mejora en muchas áreas relacionadas con el bienestar animal, como evitar cualquier actividad que implique el uso de animales para el deporte o el entretenimiento y donde pueda implicar el sufrimiento o afectar negativamente el bienestar de los animales, como los rodeos o los circos.
La API también encontró que, en países como Marruecos, Irán, Argelia y Bielorrusia, aún carecen del marco legal básico necesario para proteger a los animales. Los países se clasificaron de A (siendo el puntaje más alto) a G (siendo el puntaje más débil) de acuerdo con su política y legislación. Chile con una calificación “D” está por debajo de países como México, Suecia, Dinamarca entre otros que obtuvieron puntuaciones más altas. Sorprendentemente ningún país ha obtenido una “A”, algo que preocupa a los investigadores.
Específicamente, en Chile, la organización encontró que a pesar de que la Ley 20380 de Protección de Animales de 2009 es la principal legislación relacionada con la protección animal en Chile y reconoce que los animales son seres sensibles, aún se definen como “bienes muebles” en el Código Civil chileno. El informe también resalta que el Servicio Agrícola SAG ha publicado buenas prácticas de bienestar animal con respecto a la producción porcina, y se le recomienda encarecidamente que elabore tales pautas para otras especies de animales de granja. Del mismo modo, se recomienda que el Gobierno de Chile promulgue legislación con requisitos específicos para los animales silvestres en cautiverio y para el tratamiento humano de los animales callejeros.
Globalmente, las graves preocupaciones sobre el bienestar de los animales van desde la agricultura intensiva, la explotación de los animales en aras del entretenimiento y el comercio de vida silvestre, esta última, una amenaza comprobada de brotes de enfermedades como la epidemia mundial más reciente, el coronavirus.
El API evalúo cuatro aspectos fundamentales:
- El reconocimiento de la sensibilidad animal y la importancia para la prohibición del sufrimiento animal.
- La existencia de legislación de protección animal.
- La creación de organismos gubernamentales de apoyo.
- La adhesión, cumplimiento y apoyo a las normas internacionales de bienestar animal.
El reporte, además de evaluar la legislación y políticas de los gobiernos formula una serie de recomendaciones para que cada país reconozca formalmente a los animales como sensibles en la legislación, dada la evidencia científica que ha demostrado que todos los vertebrados, cefalópodos y crustáceos decápodos son sensibles.
Kelly Dent, Directora Global de Compromiso Externo en World Animal Protection dijo:
“Para crear un mundo verdaderamente sostenible, debemos cuidar a los animales. Solo se puede lograr si el bienestar animal está en el centro de las políticas y la legislación del gobierno y estableciendo el estándar de cómo las personas deben tratar a los animales “.
World Animal Protection lanzó a comienzos del año un video de 30 segundos para resaltar las formas en que no estamos protegiendo a los animales, haciendo la pregunta:
¿la vida de un animal no significa nada? Una pregunta que debemos hacer a los gobiernos que actualmente carecen de las políticas de bienestar animal más básicas.
Foto: National Geographic