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¿Qué reflejan estas variaciones de los mercados? Para Víctor Hernández, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, los números solo confirman que el mundo, no solo Chile, se encuentran enfrentando un panorama de complejidad mayor.
Un escenario de pocas certezas en materia económica es el que enfrenta Chile en la actualidad. Sumado a las consecuencias del estallido social iniciado en octubre de 2019, la alarma mundial generada por la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, despierta la inquietud y la incertidumbre a nivel local.
Lo cierto es que este martes la Bolsa de Santiago empeoró sus cifras y el IPSA llegó a marcar menos de 3.000 puntos, lo que no se veía desde hace más de 10 años. El índice acumula una pérdida del 41% desde inicios de 2020.
Por su parte, en la misma jornada el dólar superó la barrera de los $870 pesos, un movimiento alcista que casi no ha tenido descanso desde la Navidad pasada.
¿Qué reflejan estas variaciones? Para Víctor Hernández Roldán, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, los números solo confirman que el mundo, no solo Chile, se encuentran enfrentando un panorama de complejidad mayor.
El economista explica que, empezando por China, muchos países vieron afectada la cadena de producción y abastecimiento a raíz de la pandemia: “Muchas empresas chinas no pudieron recibir importaciones, como las chilenas, ya que en los puertos los trabajadores no concurrieron a las labores habituales. En el resto de los países muchos productores, exportadores de fruta, salmones y otros, se quedaron con los productos a la espera del visto bueno en China. También se quedaron los productos en los puertos chinos, en los distintos países se produjo un colapso en los sistemas de refrigeración”.
Hay que entender, agrega Hernández, que la economía chilena y la de todo el mundo es extremadamente sensible, y la incertidumbre respecto a cómo se va a generar una solución en términos sanitarios contribuye al vaivén.
Los efectos en cadena son recurrentes, indica Víctor Hernández. Esto se puede graficar con el ejemplo de la empresa aérea Latam, que recientemente solicitó ayuda estatal para poder solventar sus cuantiosas pérdidas producto de las restricciones desprendidas de la pandemia.
“Debido a la baja del turismo y las limitaciones al desplazamiento, las operaciones de Latam se han reducido al 30% para el movimiento de pasajeros. Esto no solo significa que están percibiendo menores ingresos, sino que está generando situaciones de inestabilidad económica reflejadas en la bolsa de valores. Los inversionistas que tenían mucho dinero en los mercados financieros empiezan a ver pérdidas patrimoniales. También esto se aprecia en los fondos de pensiones, recaudados por las AFP que invierten en Estados Unidos donde han caído las bolsas. Esto genera una pérdida de rentabilidad. Los fondos A y B cayeron en un 7%, lo que resiente el cálculo de pensiones”, sostiene.
El cobre también juega un rol clave en la crisis económica. El precio actual, cerca de los USD$2,3 por libra, está lejos de los USD$2,8 proyectados para 2020. En esto es importante considerar que China es el comprador mayoritario de cobre a nivel mundial, y la baja de la demanda por el metal repercutirá en Chile, en donde se anota la mitad de las exportaciones.
“Codelco tributará menos, tendrá menos ganancias, y eso golpeará la recaudación de impuestos por parte del Servicio de Impuestos Internos”, detalla el académico. “Ello generará efectos colaterales en todas las empresas contratistas que se mueven en función del cobre. Además, si el Fisco recibe menos impuestos se verá lesionada la capacidad de financiamiento de políticas públicas del Gobierno”.
Economía resiliente
Si bien el panorama es nebuloso, Víctor Hernández estima que aún estamos a tiempo a nivel local de construir una economía resiliente y de conducir de forma efectiva el liderazgo político, colocando la prioridad en la vida de las personas y no en los indicadores económicos.
“La ciudadanía evaluará la capacidad de liderazgo de las autoridades, las instituciones y la clase política. Vamos a evaluar la capacidad de gestión de estos mismos entes para sobreponerse a este tipo de situaciones. Y conforme a ello, las medidas serán más eficientes en la medida que exista la voluntad, disposición y generosidad de quienes, en concomitancia con las autoridades, armen una estrategia de gestión y liderazgo a la hora de reactivar la actividad económica”, expresó el académico UdeC.