Un equipo de investigadores del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, INCAR, y de la Universidad Andrés Bello, caracterizaron por primera vez las vesículas de la membrana externa de Vibrio ordalii y demostraron que las proteínas en su interior poseen actividad enzimática hemolítica, lo que podría desempeñar un papel durante la infección denominada vibriosis, enfermedad que ha causado pérdidas económicas durante los últimos 15 años en la salmonicultura chilena.
El estudio desarrollado por los integrantes de la línea “Salud animal en estadios de vida de agua dulce de salmónidos”, Macarena Echeverría-Bugueño, Rodrigo Espinosa-Lemunao, Rute Irgang y Dr. Ruben Avendaño-Herrera evaluó si Vibrio ordalii era capaz de producir vesículas de membrana externa (OMV), al igual que Vibrio anguillarum, y a su vez, caracterizar algunas propiedades bioquímicas de las mismas en asociación con la patogenicidad bacteriana.
“A nivel nacional, existen pocos estudios sobre vesículas en patógenos que afecten a los peces, por lo que evaluar la composición y actividad de OMV aún no descritas es de gran interés para el desarrollo de nuevas vacunas y para dilucidar los mecanismos por los que actúan los patógenos en el proceso de infección”, explicó el Dr. Avendaño al catalogar la importancia del estudio.
Por lo general, las bacterias del género Vibrio causantes de la V. ordalii y V. anguilarum son considerados patógenos secundarios, por lo que poco se sabe de los mecanismos de virulencia. Sin embargo, la mayoría de los patógenos del género presentan OMV que se liberan extracelularmente y guardan relación con factores de virulencia.
La investigación no sólo proporciona la primera evidencia de que el patógeno V. ordalii produce y libera OMV en condiciones normales de crecimiento; sino además durante el análisis de los perfiles proteicos de las OMV se evidenció que existe cierta similitud y patrones entre las especies bacterianas; sin embargo, ni las proteínas totales ni las externas fueron idénticas.
De acuerdo a la candidata a Doctor Macarena Echeverría, los datos obtenidos como parte de su tesis doctoral “representan un paso inicial para obtener nuevos conocimientos sobre este factor de virulencia, del cual se sabe mucho en otros microorganismos patógenos así como buscar futuros blancos terapéuticos para contrarrestar la vibriosis”.
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