Valeria Lobos González
Diseñadora de Ambientes y Espacios, Universidad del Desarrollo
No cabe duda que el año 2020 será recordado como uno de cambios dentro de la historia, gracias a la aparición de la pandemia del COVID-19. Si nos remontamos a otro momento de quiebre de la historia, similar a lo que estamos viviendo hoy en día, sería la Peste Negra desarrollada en el siglo XIV. Conocida hasta el momento como la pandemia más devastadora de la humanidad, trajo consigo varios cambios históricos. Movimientos renacentistas nacieron para sepultar poco a poco las corrientes medievales y la concepción del mundo cambió para siempre, inclusive el urbanismo, la arquitectura, la religión y la cultura.
Actualmente es difícil comparar la pandemia de la Peste Negra con la del COVID-19. El mundo globalizado está conectado y comunicado, lo que hizo que esta pandemia se extendiera por los diferentes continentes de forma acelerada. Con la expansión de la pandemia se presentaron una serie de medidas y de respuestas frente a la necesidad de mantener y mantenerse fuera de contagio. Profesionales de diversas disciplinas han planteado diferentes soluciones según sea el caso y el contexto.
Dentro de la disciplina del Diseño existen muchas áreas dónde como profesionales podemos aportar. En el diseño de espacios el uso de los espacios públicos y privados han tenido una transformación drástica pero acorde a las necesidades de distanciamiento social, sanitización y seguridad biológica.
Los espacios de uso público se han vaciado y la interacción social se ha traspasado a medios digitales. Los espacios privados de uso domestico han debido ser adaptados a usos de trabajo, estudios, ocio y descanso. Nos hemos dado cuenta de lo poco flexibles que eran nuestras casas, pero a la vez ha nacido una creatividad que nos ha logrado mantenernos en casa.
Como tendencia se prevé que los futuros espacios domésticos serán proyectados con una variable de flexibilidad y adaptabilidad según el uso. Serán proyectos de vivienda dónde cada persona va a configurar según sus necesidades. El usuario podrá unir y separar espacios según los requerimientos y tiempos. Suena bien conceptualmente y académicamente y deberán ser explorados para poder satisfacer la necesidad de flexibilidad de uso.
Otra tendencia en el diseño de espacios público es el uso de automatización y evitar el contacto físico con superficies para mitigar el contagio. Para ello se está acelerando el desarrollo de tecnologías para evitar el contacto: activar por voz el uso de ascensores, puertas automáticas, entrar a espacios comunes por medio de dispositivos móviles, uso de datos biométricos para acceder a espacios, entre otros.
Hoy nos enfrentamos a lo que sería la segunda pandemia más grande en la historia y esta no será la primera vez que el mundo cambie para siempre después de una enfermedad. Así como ocurrió en el siglo XIV nuestro mundo cambió, habrá una reformulación de nuestras ciudades y casas, de los espacios públicos y privados.
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