Desde la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del Hospital Regional de Rancagua, Felipe junto a su equipo de trabajo combaten los resultados de la pandemia desatada por el virus Covid-19.
Una situación en la que ningún profesional de la salud quedó ajeno, debido a las condiciones y características del coronavirus se tuvieron que adaptar rápidamente para atender a pacientes positivos del virus y así trabajar arduamente para aplanar la curva de contagiados.
Es la historia del profesional en Kinesiología, Felipe Pinto, quien durante esta pandemia se encuentra a cargo de entregar cuidados cardiorespiratorios y neuromusculares a pacientes contagiados en el Hospital Regional de Rancagua.
“Somos los encargados en la selección de armado, pruebas de funcionamientos y parámetros al ventilador, ya sea para terapias invasivas y no invasivas, somos los que estamos en conjunto al médico para apoyar en intubación de pacientes y proveer de estrategias de ventilación invasiva protectora. Precisamente en estos tiempos, ya que la gran mayoría de los pacientes covid-19 que llegan a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) requiere de una intubación y posterior conexión a ventilación somos muy requeridos y en su posterior rehabilitación”, afirmó Felipe Pinto, profesional de Kinesiología egresado de la Universidad del Desarrollo.
Siendo una enfermedad que ataca principalmente al sistema respiratorio, hoy queda en evidencia la importante labor que realizan los Kinesiólogos durante una pandemia de este tipo. Desde la UCI llevan turnos extensos, en los cuales quedan exhaustos, así lo relata Felipe Pinto: “cuando entramos como equipo UPC, a darle atención a pacientes covid, podemos estar desde 1 a 3 horas solo con un paciente, ya que son muy demandantes de atención, sobre todo kinésica por la naturaleza de la patología”, declaró.
Pinto aseguró que esta situación ha demostrado que los kinesiólogos son profesionales capaces de atender a pacientes graves con diferentes enfermedades tales como una Neumonía por Sars-Cov 2. Además afirmó que una de la experiencias que lo marcó durante este periodo fue: “uno de los primeros pacientes que nos llegó a la unidad, tuvimos que pasarlo a una posición prono, que es una maniobra de muy alto riesgo, debido a que el paciente fácilmente puede ser extubado, por lo que requiere de mucha experticia”.
En esta misma línea, Felipe considera que son importantes las herramientas que entrega la Universidad para desenvolverse en el ámbito intrahospitalario, “en una unidad tan compleja como es la UPC, requiere de mayor especialización posterior a lo estudiado en pregrado, por lo que hay que estar constantemente adquiriendo conocimientos”.
Un periodo que quedará en la memoria de muchas personas, tanto de los que lograron recuperarse del virus y sus familiares, como la del personal de salud, quienes asisten a los contagiados durante la enfermedad con extensos turnos. Momentos en el que prevaleció el trabajo en equipo para poder salvar vidas. “Es muy reconfortante poder participar en este tipo de procedimientos y saber que tu equipo se apoya ciegamente en tus conocimientos y en consecuencia que estas contribuyendo en la mejoría del paciente”, comentó Felipe Pinto.