Dentro de su reflexión con Página V, la pensadora aseveró que como sociedad estamos pagando una gran cuenta, ya que exacerbamos todos los valores individualistas, sin ir acompañado de una educación, de un refinamiento interior, de una educación cívica, de una conciencia que busca un bien superior para el país.
¿Cómo se ha sentido con la pandemia que afecta hoy al mundo?
Me he sentido bien, muy activa y comprometida con este momento tan desafiante, porque lo veo como un momento de muchos desafíos y necesidades de transformación, entonces lo que he estado haciendo es intentar aportar a través de charlas o escritos, con una visión que nos muestre las crisis que hemos enfrentado, y al mismo tiempo, determinar cómo aprovechar las distintas realidades que se están expresando en la conciencia humana en este momento y lo importante que es jugarnos por una visión altruista y colaborativa.
Por lo tanto me he sentido muy movilizada, conectada por Zoom, ha sido una tremenda oportunidad el poder llegar a personas que están distantes físicamente pero enlazadas gracias a las conexiones digitales. Estoy movilizada interior y exteriormente.
¿Cómo cree que ha enfrentado esta pandemia la sociedad chilena?
Claramente no puedo decir una sola cosa, ya que el mundo es tan múltiple. La sociedad chilena comenzó a escribir un despertar en octubre del año 2019, entonces veníamos, creo yo, en un tránsito hacia el despertar de la conciencia y de las condiciones sociales y personales que tenemos.
Entonces si lo vemos desde este punto de vista, nuestra sociedad ha puesto como más visible la vulnerabilidad social, la desigualdad y esta fragilidad tan grande que tenemos en los sistemas sociales.
En este sentido creo que estamos pagando el costo de tener una sociedad tan consumista e individualista. Además veo una falta de disciplina de las personas, a la hora de querer seguir haciendo fiestas, juntarse con su círculo social, además de la falta de conciencia colectiva que se ha expresado a veces.
Esto tiene que ver con una sociedad que ha estado muy en el consumo, en el divertirse y aprovechar la vida al límite, no siendo educada bajo una disciplina que nos haga ver como la convivencia ciudadana y planetaria.
Creo que estamos pagando esa cuenta, de esa sociedad que exacerbó todos los valores individualistas y consumistas, sin ir acompañado de una educación, de un refinamiento interior, de una educación cívica, de una conciencia que busca un bien superior para el país.
Pienso que es un fenómeno no sólo chileno, sino que mundial, por que lo que veo es que se están exacerbando las dos grandes tendencias que ya estaban, pero que hoy se polarizan más, cuya tendencia apunta hacia el egoísmo y el individualismo, a costa del bien mayor. Y al mismo tiempo, se polariza la otra visión de una conciencia altruista y colaborativa a nivel global.
Estallido social
¿Cree que luego de superada la pandemia el estallido social volverá con más fuerza?
No lo sé, yo creo que estamos en un momento de mucha incertidumbre, por lo tanto no me atrevería a hacer proyecciones, pero lo que sí sé, es que cada vez está quedando más al desnudo la sociedad herida que tenemos en Chile. La gente que vive al día por ejemplo, está quedando al desnudo, la violencia familiar, entonces yo creo que es un proceso previo, no sólo en nuestro país, sino que en todas las sociedades, incluso en el interior de cada ser humano, que ve nuestra propia oscuridad, para poder resolverlo.
Entonces venimos desde octubre de 2019 sacando a la luz la tremenda crisis y el gran dolor social, ecológico y de salud mental que tiene nuestra sociedad.
En el fondo tenemos una crisis espiritual tremenda, que se ve reflejada en lo ambiental, mental y social en su conjunto.
¿Entonces desde el punto de vista espiritual cómo podemos enfrentar una crisis de esta magnitud social?
Entiendo espiritualidad el tener conciencia de que somos una sola unidad, es decir lo que yo hago afecta a todo, y lo que pasa en el sistema, me afecta a mi. De que no hay esta idea que hemos tenido, que puedo tener una vida feliz, yo y los míos, y los demás no me importan.
La conciencia espiritual, la que me hace parte de la naturaleza, de la humanidad y del planeta, nos permite comprender que todos somos prójimos, que la naturaleza es prójima, y que todo está afectando a todos, por lo tanto la espiritualidad es hacerse cargo de mis pensamientos, mis acciones y la de los demás por cierto, nos influyen como sistema.
¿Miedo, angustia, pánico y depresión, cuál es su hipótesis y cuál es el camino que debemos adoptar para la sanación de la mente y el alma, en una pandemia como la que estamos viviendo, por ejemplo?
Es por lo mismo que creo que el momento que estamos viviendo tiene una tremenda potencialidad, porque al ver esta realidad, y sabiendo que es una primera etapa, probablemente, de un ciclo que será bien difícil para la humanidad y para el planeta, dado que como efecto tendremos una crisis económica, ya sabemos que estamos en una crisis ambiental, por lo tanto creo que se vienen tiempos difíciles.
Entonces, la educación interior del ser humano, para trabajar su mente, sus emociones, para aprender a encontrar un centro de auto serenidad. (…) Falta ese componente profundo, educativo, reflexivo, por eso lamento que se le esté dando más importancia a los celulares, a las zapatillas y no a la ética, a la interioridad del ser humano. Creo que esto nos obligará a transitar hacia otro tipo de valores y búsquedas. Ojalá.
Lo espiritual
¿Cómo ha conjugado la ciencia con la filosofía espiritual?
No es que haya sido algo premeditado, es algo natural, lo requiero interiormente, tener la mirada de síntesis para mi es una necesidad interior, de hecho en realidad mi guía, ha sido la propia vocación interna que me va llevando a la necesidad y a la fascinación por comprender por ejemplo cómo las ciencias integrales tienen que ver con la experiencia interior de unidad. Y me he sentido llamada de forma natural a hacer un trabajo en esta materia.
¿Cómo ha encontrado o descubierto la sabiduría del alma?
Con un trabajo interior, soy una practicante de la meditación hace muchos años, hago y hacemos en grupo, tratar de ser coherentes con esa experiencia interior de paz y unidad, además de trabajar todos los aspectos oscuros, ocultos, egoístas, que necesariamente están en cada uno de nosotros.
Entonces siento que cada uno tiene que conectar con su luz interior y trabajar su oscuridad, tenemos que hacerlo así también con el país y la sociedad en su conjunto.
¿Hoy la fe tiene un valor independiente el credo que se practique?
No puedo decir lo que está bien para los demás, porque para mucha gente la fe es lo correcto, lo que necesitan, lo que su proceso interior requiere.
Para mí, en lo personal, más que hablar de fe en esos términos, prefiero hablar de una intuición de totalidad. Más que hablar de fe en lo divino, prefiero hablar de intuir eso divino en mí y en toda la existencia, conectarlo y vivirlo, más que tener una creencia como una construcción mental afuera de mí. Pero a su vez entiendo que hay personas a las cuales les sirve la creencia.
¿Nos estamos deshumanizando?
Hay dos tendencias polares; la de la deshumanización y la búsqueda de sentido de humanización. Creo que hay una confrontación de miradas en este momento, y que hay que jugársela interiormente y en la acción para que prevalezca una mirada de altruismo.
¿La muerte existe?
Las filosofías espirituales en general hablan de que el universo, el mundo y la realidad, es multidimensional, no sólo material, que hay otras dimensiones de existencia, y en mi camino espiritual y de meditación, lo he experimentado, por lo tanto no somos solo cuerpo, hay otros cuerpos de energía y dimensiones de conciencia. Un mundo inmaterial.
¿Tratamos bien al medio ambiente, al planeta, al ecosistema?
Pésimamente. Creo que acá debe haber un cambio paradigmático, ya que hasta hoy el ser humano solo aprende con los efectos de sus acciones. Acción y reacción. Tenemos una gran sequía, en otras partes inundaciones, por lo tanto lo que ocurre es que estamos viendo es que si seguimos actuando así, de manera depredadora con la naturaleza, esto se va a volver contra nosotros.