Ricardo Bosshard, director de World Wildlife Fund (WWF Chile)
El especialista en sustentabilidad cree que aún estamos a tiempo para contrarrestar la actual crisis climática, pero aseguró que para enfrentarla, es clave una mayor ambición, así como una férrea voluntad de los países en avanzar y tomar decisiones que pueden ser difíciles hoy.
WWF Chile (Fondo Mundial para la Naturaleza en español), trabaja para proteger los ambientes terrestres y marinos del sur de nuestro país, zona identificada por lamorganización como uno de los 35 lugares más importantes para la conservación en el mundo, al mismo nivel que lugares icónicos como Galápagos o Madagascar.
Además se preocupa que tanto las especies animales como vegetales que habitan en la zona se encuentren debidamente resguardadas bajo alguna modalidad de protección, ya sea en áreas protegidas públicas, como parques y monumentos nacionales, o en áreas privadas, comunitarias o territorios indígenas de conservación.
Asimismo trabaja para reducir los impactos humanos, principalmente de actividades productivas que afectan directamente la integridad de especies, ecosistemas y comunidades indígenas y locales del territorio, tales como las forestales, pesqueras y acuícolas.
En sus inicios, el trabajo apuntó a la promoción de áreas protegidas, a detener amenazas de proyectos de infraestructura y a apoyar iniciativas de conservación comunitaria en territorios indígenas. Al cabo de unos 4 años, la oficina se consolidó ampliando su alcance al ámbito marino y constituyéndose como sitio prioritario sur de Chile.
¿Cuál es tu mirada frente a la sequía y déficit hídrico que hace un tiempo ya se empezó a evidenciar con más fuerza en Chile? ¿Por qué es tan importante el agua para el presente y futuro?
No hay discusión en torno al agua como un recurso primordial para la vida y para cualquier forma de desarrollo y ciertamente abordar y superar la actual crisis hídrica debe estar entre las prioridades ambientales y sociales.
En este ámbito no solo se trata del efecto de una larga sequía, en la que igualmente ha incidido el cambio climático, sino que también estamos frente a las consecuencias de la pérdida de biodiversidad que ha ocurrido, en términos de bosque nativo, ya que no debemos olvidar que la provisión de agua, en cantidad y calidad, depende en buena medida de la salud de nuestros bosques.
En cuanto a la forma de hacer frente al déficit, en WWF Chile creemos que es muy necesario que se aborde con urgencia el diseño e implementación de medidas que permitan abordar la crisis hídrica en forma integral, con una gobernanza integrada de cuencas y priorizando el uso para consumo humano y subsistencia.
Creemos también que la discusión en torno a una nueva Constitución es una oportunidad para revisar cómo el país ha abordado el acceso y uso sustentable de éste y otros recursos primordiales.
¿Qué trabajo están realizando en tema bosques y cuál es la importancia de los árboles para la biodiversidad?
Los bosques son parte de la solución para diversos problemas actuales y su aporte ambiental, social y económico está ampliamente documentado, por tanto su conservación constituye para WWF una preocupación permanente. Sabemos que 8 de cada 10 especies que se encuentran en la tierra viven en bosques nativos, así como casi 300 millones de personas, especialmente en los países en desarrollo.
Una de las amenazas actuales más poderosas que enfrentan los bosques nativos es el cambio climático, fenómeno frente al cual juegan un doble rol. Si no los conservamos y dejamos que se destruyan o degraden, se convierten en una fuente que libera gases de efecto invernadero.
Se estima que a nivel global, los bosques actuales pueden llegar a almacenar cerca de 296 gigatoneladas de carbono, lo que es casi seis veces el nivel de emisiones anuales. No obstante, su tasa de pérdida y degradación sigue siendo alarmantemente alta.
Por el contrario, la protección, restauración y manejo sustentable de los bosques en paisajes forestales resilientes contribuye de forma significativa a mitigar las modificaciones del clima, a través de la captura del dióxido de carbono de la atmósfera. Actualmente logran capturar cerca del 30% de las emisiones.
¿Y en la adaptación al cambio climático cuál es el rol de los bosques?
Adicionalmente, los bosques como parte de paisajes forestales resilientes, juegan un rol fundamental en la adaptación al cambio climático, como una solución basada en la naturaleza. Los bosques pueden funcionar como refugios y potenciar la resiliencia de comunidades vulnerables, por ejemplo, al aumentar la resiliencia de los suelos, o mitigar los impactos de desastres naturales producto del cambio climático.
Este enfoque aumenta la relación entre el costo y la eficiencia de las medidas al generar beneficios secundarios, tanto para la biodiversidad como para el bienestar de las personas y la provisión de agua en cantidad y calidad adecuadas.
En términos de las acciones que estamos desarrollando en este ámbito, lo principal tiene que ver con promover la restauración de 500 mil hectáreas de bosque nativo, adelantando la meta de la Política Nacional Forestal del 2035 al 2030; además de aumentar la superficie de bosque nativo bajo el Manejo Forestal Sustentable en 500 mil hectáreas para la misma fecha.
Estos temas son parte de las propuestas que entregamos al Gobierno en agosto de 2019, con miras a concretar unas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) más ambiciosas, en el marco de los compromisos climáticos de Chile en el Acuerdo de París.
¿Cuál es la opinión que tienen de la industria forestal y de qué manera esta producción intensiva ha afectado las cuencas hidrográficas y ecosistemas aledaños en general?
En términos de beneficios ecosistémicos y climáticos, los bosques nativos son fundamentales, pero no se puede desconocer que la industria también cumple un rol, principalmente en lo económico.
Por ejemplo, se estima que a nivel mundial la demanda de madera seguirá creciendo, debido al aumento de la población global. Además, como materia prima es superior a otros materiales por su biodegradabilidad y baja huella de carbono, en comparación con el metal o el concreto.
En este escenario de mayor demanda –la cual se cuadruplicaría a nivel mundial al 2050- se debe tener en cuenta que la extracción de bosques naturales tiene un límite sostenible que ya está sobrepasado.
Sin embargo, para que estos beneficios económicos de las plantaciones sean compatibles con los aspectos sociales y ambientales, WWF Chile propone que cumplan con estándares internacionales, como la certificación de manejo forestal del Forest Stewardship Council (FSC) y los principios de las plantaciones de nueva generación (New Generation Plantations, NGP), concepto que WWF ha difundido a nivel global para reducir los impactos de las plantaciones tradicionales, que tienen que ver con afectación de biodiversidad y servicios ecosistémicos, como el agua.
Asimismo, estas forestaciones deben regirse en forma estricta por el Protocolo de Plantaciones elaborado por el Consejo de la Política Forestal de CONAF.
Pesca y salmonicultura
¿Cuál es la línea de trabajo para promover la pesca sustentable?
Chile es un país costero y la pesca se encuentra en el 4to lugar de las actividades del país, por tanto llevar a la actividad pesquera a un marco de sustentabilidad, es actualmente uno de los grandes desafíos para el país.
En este ámbito, una de las líneas de trabajo de WWF Chile ha sido la recuperación de la merluza común, que concentra el 63% de las ventas en ferias de la zona metropolitana y de la cual dependen unos 18 mil pescadores y sus familias a nivel nacional.
En este momento la merluza común o chilena, la “pescada”, se encuentra sobre explotada y con un plan de recuperación. WWF trabaja junto con otros actores como pescadores artesanales y el Gobierno para instaurar comités científicos para tomar decisiones y poner en práctica planes de manejo y recuperación.
En el caso de la merluza queremos y proponemos la extensión de la veda de uno a dos meses, entre el 15 de agosto y el 15 de octubre de cada año, hasta que se registren signos claros y permanentes de una recuperación de los stocks. Esto, siempre acompañado de un plan de contingencia que ayude a mitigar el impacto económico y social que tendrá el ampliar el periodo de prohibición.
¿Están de acuerdo con la Ley de Pesca?
En cuanto a la Ley de Pesca, WWF ha planteado la necesidad de contar con una ley que cuente con legitimidad y credibilidad por parte de todos los actores del mundo pesquero, por tanto estimamos que debe existir un nuevo marco legal para la pesca.
Sin embargo, creemos necesario mantener, profundizar y perfeccionar los aspectos de sustentabilidad y los criterios técnicos y científicos presentes en la actual Ley 20.657. Aquí destacamos herramientas como el principio precautorio y el enfoque ecosistémico, así como la implementación de comités científicos técnicos e indicadores del estado de los stocks, tales como puntos biológicos de referencia (PBRs).
¿Cuál es a juicio de ustedes el impacto de la industria del salmón en nuestros cuerpos de agua y biodiversidad en general? ¿Se deberían otorgar más concesiones acuícolas en el sur del país?
La industria del salmón en Chile tiene diversos impactos, que van desde lo ambiental a lo social, existiendo zonas en que por la falta de información disponible sobre su capacidad de carga, WWF Chile ha llamado a no entregar más concesiones, como es el caso de Magallanes.
En esta zona en particular, WWF reconoce una condición única en términos de pristinidad, a la vez que una falta de información científica requerida para la adecuada toma de decisiones acerca de la salmonicultura, en particular estudios de capacidad de carga de los ecosistemas o indicadores, por lo tanto, corresponde la aplicación del Principio Precautorio según la Convención de Diversidad Biológica.
Otro punto que nos preocupa en dicha zona es terminar con la acuicultura en áreas protegidas, lo que considera todas las áreas protegidas marinas y la porción marina de áreas protegidas terrestres como parques marinos, parques nacionales, reservas marinas, reservas nacionales y Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP – MU).
Chile ha creado algunas áreas marinas protegidas ¿Es suficiente?
Es imposible no reconocer el gran avance que ha tenido Chile en términos de Áreas Marinas Protegidas (AMP) en los últimos años, pasando de 4,3% a 46% de protección de la zona económica exclusiva, entre 2014 y 2018.
Este boom, lamentablemente, aún no ha tenido un correlato en términos de recursos e institucionalidad. Por ejemplo, desde la Convención de Biodiversidad Biológica e incluso desde la OCDE, se han realizado diversas recomendaciones respecto a los vacíos en la conservación de los ecosistemas y especies en Chile.
Así, los principales desafíos tienen que ver con que hoy no existe una conservación efectiva de los ecosistemas y la biodiversidad del país, principalmente por falencias estructurales y una institucionalidad aún incompleta, lo que nos ha llevado, junto a diversas organizaciones ambientales, a abogar por la creación urgente de un Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, iniciativa que lleva una década sin concretarse.
¿Qué relevancia tiene para Chile firmar el acuerdo de Escazú?
Creemos que suscribir este acuerdo es un aporte para la conservación y el ambientalismo en Chile, por lo mismo, nuestra recomendación ha sido que Chile debe suscribirlo. En concreto, vemos este acuerdo como un avance importante en términos de participación efectiva, acceso a la información y a la justicia ambiental, temas que cruzan diversos conflictos y demandas que se viven en la región y el país respecto al medio ambiente. Además, las obligaciones del Acuerdo de Escazú, están muy relacionadas con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
RECUADRO
COP25 y Greta
¿A su juicio, Chile está preparado para enfrentar la COP25 de buena manera ¿Cuáles son las claves para que sea ambiciosa y exitosa?
Lo principal luego del cambio de la COP25 de Santiago a Madrid, particularmente a la luz de las demandas ciudadanas que se han levantado, es que esta conferencia logre mantener el ritmo y la ambición de la acción climática, pero incorporando con mucha potencia el ámbito social.
Si bien esto lo estábamos considerando desde un principio, el estallido social nos ha recordado que aún existen grandes brechas en Chile y que la preocupación por la justicia y equidad en el acceso, uso y manejo sustentable de nuestros recursos naturales es un punto clave para el futuro del país.
Por tanto, creemos que el tema ambiental y la crisis climática no pierde sentido ni interés en el nuevo contexto que enfrenta el país, sino que hoy cobran más relevancia, entendiendo que el cambio climático hace más críticas las actuales inequidades sociales, por tanto sigue siendo muy relevante trabajar por una acción climática urgente y ambiciosa, lo que creemos debe estar dentro de las prioridades para construir un Chile más justo y un planeta en que podamos vivir en armonía con la naturaleza.
¿Qué opinas del liderazgo de Greta Thunberg y de los jóvenes en general que han salido a la calle para protestar por la relación que tiene la sociedad actual con el medio ambiente?
Estos jóvenes se han ganado un espacio muy relevante y creemos que tienen las herramientas, el conocimiento, pero por sobre todo la convicción y energía para ayudarnos a mover la curva e impulsar a los tomadores de decisiónes a escuchar y considerar los cambios y compromisos que el planeta necesita con urgencia, y que son claves para la supervivencia de la humanidad.
Estos jóvenes que alzan la voz serán nuestros gobernantes, los directores de empresas, los profesores que educarán a las generaciones del 2050, los padres y madres responsables de nuestros nietos y bisnietos, y viendo su compromiso hoy, creo que nos entregan nuevas esperanzas respecto al futuro y debemos apoyarlos.