En este mes de noviembre se han visto nacer los primeros charitos (polluelos de ñandú) de la temporada, lo que representa una esperanza para la recuperación de esta icónica especie de la Patagonia que se encuentra amenazada en la Región de Aysén.
Con el nacimiento de seis polluelos comienza un nuevo ciclo en el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú del Parque Nacional Patagonia. Esperanzadoras noticias para esta ave icónica de la Patagonia que se encuentra en peligro de extinción en la región de Aysén debido a factores como la caza, la fragmentación de sus poblaciones por la presencia de cercos, la recolección de huevos, la predación por perros y la destrucción de nidos.
En 2015 Tompkins Conservation Chile inauguró este centro de reproducción con el objetivo de fortalecer la disminuida población de ñandúes en la zona y, a la fecha, se ha logrado triplicar la población silvestre, pasando de 20 a más de 60 individuos.
Cristián Saucedo director de Rewilding de Tompkins Conservation Chile, destacó: “Este es un momento crucial en la temporada reproductiva. Ponemos la esperanza de todo el esfuerzo que realizamos durante el año para tener la mayor cantidad de charitos y, así, fortalecer la recuperación gradual que ha venido experimentando la población del parque nacional”. El especialista agregó que “esta acción se enmarca en un trabajo de restauración ecológica a largo plazo que hemos realizado por más de quince años para que el hoy Parque Nacional Patagonia proporcione hábitat a todas sus especies originales, luego que el territorio estuviera destinado a la ganadería extensiva asociada con una serie de impactos a los ecosistemas durante muchos años”.
Conaf también es parte importante de este ambicioso proyecto. Posterior a la donación del Parque Nacional Patagonia por parte de Tompkins Conservation Chile al Estado, se firmó un convenio entre ambas instituciones para colaborar en pro de la conservación y recuperación de la vida silvestre.
Al respecto, el director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Rodrigo Munita, sostuvo que “el proyecto de reintroducción del ñandú al interior del Parque Nacional Patagonia es una actividad de conservación activa que contribuye de manera concreta a la gestión de conservación que realizamos en las unidades del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) y especialmente orientadas a aquellas especies de flora y fauna amenazadas. Nuestro compromiso institucional es trabajar de manera conjunta con la Fundación Tompkins Conservation en el programa de vida silvestre, el cual integra acciones de protección y monitoreo de los objetos de conservación de esta emblemática unidad de la Patagonia Chilena”.
Luego del nacimiento, los charitos son criados por sus padres durante 4 a 5 meses, etapa que les permite aprender de las conductas habituales de la especie y así sobrevivir frente a las amenazas e inclemencias climáticas de la zona. Luego de terminado este periodo, se realiza la liberación de los charitos desde el centro de reproducción, para que vivan libremente en el Parque Nacional Patagonia y refuercen la población silvestre de la especie.