Solamente un 6,3% de los participantes de La Serena/Coquimbo presenta anticuerpos contra el SARS-Cov-2.
A pesar de los meses de evolución de la pandemia y la tensión que ha originado en el sistema de salud, persiste un alto porcentaje de la población susceptible a la infección por SARS-CoV-2, lo que indica que deben reforzarse todas las medidas de salud pública para el control del virus y que la población debe mantener las medidas preventivas recomendadas.
El estudio de sero-epidemiología tiene como objetivo conocer la prevalencia o proporción de la población que se infectó y desarrolló defensas con anticuerpos ante un virus determinado. En este caso, el estudio se centró en el SARS-Cov-2, llamado comúnmente coronavirus.
Durante el mes de octubre las Universidades del Desarrollo, Católica del Norte (UCN) y Talca llevaron de forma conjunta muestreos en las ciudades de Santiago, la Serena, Coquimbo y Talca. En esta iniciativa participan por la UCN como co- investigadores la Dra. Muriel Ramírez y el Dr. Rubén Quezada, ambos académicos del Departamento de Salud Pública, perteneciente a la Facultad de Medicina de esa institución
Las implicancias
“Que sólo se haya infectado un 6,3% de la población de la conurbación La Serena/Coquimbo, quiere decir que existe un porcentaje muy alto de personas susceptibles de enfermar, alcanzando a más del 93% de la población”. La importancia de este resultado, comenta la Dra. Ramírez, “radica en que nos confirma la necesidad de seguir cuidándonos, dado que una segunda ola podría ser igual o mayor que la que vivimos entre agosto y octubre de este año en la región. Tampoco se puede descartar que pueda haber más de una ola, hasta que podamos contar con una vacunación efectiva, la cual tendría que aplicarse a un alto porcentaje de la población, ya que más del 93% somos susceptibles de enfermar. El estudio nos permite decir que el virus va a seguir circulando en la población y que debemos aprender a convivir con él. La situación epidémica está lejos de controlarse y cada uno de nosotros somos responsables de mantenernos sanos y sanas”. En ese escenario, dice el Dr. Quezada, “es necesario seguir enfatizando el autocuidado: realizar actividades al aire libre, promover distanciamiento físico, uso correcto de mascarilla cubriendo boca y nariz, mantener la ventilación de lugares cerrados y la higiene frecuente de manos”.
Los resultados preliminares
De un total de 219 hogares, participaron 478 personas de la conurbación. Entre ellas, 64,4% son mujeres y 35,6% hombres, con un promedio de 43 años de edad. Se encontró que el 6,3% del total de personas participantes presentaron anticuerpos contra el coronavirus. Si este porcentaje se lleva a la población de la conurbación, habría sobre 31.900 casos de coronavirus, eso es 3,5 veces más que los casos reportados hasta la fecha (8943 casos confirmados con PCR al 31 de octubre según informe epidemiológico MINSAL). Es decir, que por cada caso reportado habría 3,5 casos más sin reportar.El grupo de edad que tiene mayor prevalencia (9,5%) son los adultos entre 25 y 39 años; seguido de los adultos de 40-59 años (8,1%). Los mayores de 60 años fueron quienes presentaron la prevalencia más baja de infección, con apenas un 2,4%; seguido de los jóvenes de 15-24 años que se infectaron en un 5,3% y menores de 15 años, con un 5,7%. Eso quiere decir que efectivamente nuestros adultos mayores se han estado cuidando, con el apoyo de sus familias que los han protegido. Así mismo, haber cerrado jardines infantiles y colegios logró proteger a los niños, niñas y adolescentes. En relación al sexo, los hombres presentaron una leve mayor prevalencia que las mujeres (6,5% versus 5,9%, respectivamente).
Los resultados de prevalencia en las tres ciudades estudiadas son bastante diferentes, con mayor tasa de infección en Santiago (13,6%) y mucho menor en Talca (2,1%). “Ello ocurre porque la velocidad de transmisión ha sido diferente en cada región, quedando nosotros en una situación intermedia”, explica la Dra. Ramírez. Los investigadores mencionan que los resultados son preliminares, aún falta realizar mayor análisis de los datos pudiendo cambiar al aplicar factores de expansión que permiten estadísticamente extrapolar los resultados de la muestra (participantes) a la población general. Además, comentan que se requiere mayor trabajo de análisis para tener conocimiento de la frecuencia de infección según otros factores como nivel socioeconómico, sectores o barrios, entre otras variables que se incluyeron en el estudio.
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