ANDREA FISCHER
National Geographic en Español
Una colisión letal podría suceder próximamente en un paraíso de la vida antártica, pues el iceberg más grande del mundo se dirige hacia allá.
En julio 2017, un pedazo de hielo gigantesco se separó de la península antártica. Desde entonces, científicos de todo el mundo han observado su trayectoria en el mar. Del tamaño forma de la isla de Jamaica, se dirige hacia la isla Georgia del Sur en el Atlántico sur, en una carrera incontenible.
La ruta del enorme iceberg (conocido como A68a) ha llamado la atención de los científicos a nivel mundial. Advierten una colisión podría devastar la vida silvestre al amenazar la cadena alimentaria en una zona protegida, que se conserva como uno de los pocos paraísos de vida antártica que quedan en el mundo.
Una consecuencia del cambio climático
Según el registro cauteloso que han guardado los científicos, este iceberg gigantesco es consecuencia del cambio climático. Desde verano de 2017, se ha convertido en una amenaza que serpentea los mares desde que se separó de la Antártica.
La península es uno de los lugares de más rápido calentamiento en todo el plantea. Hoy, registra una temperatura récord de 20.75 grados Celsius desde febrero de este año. Este aumento preocupa ampliamente a los científicos, ya que es un indicador importante del derretimiento y colapso del hielo.
Según los estudios que se han conducido a propósito sobre este fenómeno natural, propulsado por el ser humano, conduce a niveles más altos del mar en todo el mundo. Esto en términos marítimos. Sin embargo, tiene consecuencias importantes en diversos ecosistemas de todo el mundo.
Una colisión letal
A los biólogos que han estado al pendiente de este gran iceberg les preocupan los efectos que podría tener en la vida silvestre de la isla. Georgia del Sur es hogar de diversas especies de pingüinos y las focas, quienes encuentran sus alimentos en este espacio.
La colisión de este iceberg podría limitar significativamente este acceso natural a los alimentos, lo que podría comprometer la vida en este paraíso antártico. En diciembre de este año, la Royal Air Force (Real Fuerza Aérea Británica) hizo públicas unas imágenes en las que se aprecia la enorme masa de hielo en su carrera hacia el sur.
Además de revelar la proximidad con la isla, se pueden ver las fisuras en su superficie. Con el tiempo, se han desprendido otros pedazos de la masa de hielo, que flotan en torno suyo, como si la acompañaran en su camino.
En caso de seguir su curso, el iceberg podría impedir que algunos de los 2 millones de pingüinos de la isla lleguen al agua para alimentar a sus crías. El derretimiento del agua dulce también podría hacer que las aguas sean inhóspitas para el fitoplancton y otras criaturas de la cadena alimentaria.