El ave llegó el 1 de diciembre al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, Cerefas, de la Universidad San Sebastián Concepción, con heridas causadas por perdigones y fracturas en sus alas.
El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, retiró esta mañana un peuco del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, Cerefas, de la Universidad San Sebastián, sede Concepción, donde el ave recibió tratamiento por fracturas en sus alas y heridas causadas por perdigones, una en el muslo derecho y la otra ubicada en la zona pectoral.
El animal, un macho adulto, llegó al Cerefas el 1 de diciembre, decaído y con dificultades de vuelo (por consiguiente, mal nutrido y bajo peso). Tras los exámenes radiográficos de rigor, “se detectaron dos perdigones, lo que confirma necesariamente una acción humana”, señala Gabriela Del Águila, académica de Medicina Veterinaria de la sede, encargada de dar el alta, hoy, al ave rapaz.
El peuco herido, que ingresó grave al centro de salud, recibió tratamiento quirúrgico y medicamentoso. “El SAG lo traslada hoy a un nuevo centro de rehabilitación, donde se recuperará definitivamente, para luego ser liberado en su ambiente natural. Este es un caso exitoso, que estimula a seguir trabajando en la protección de la fauna silvestre”, precisa el doctor Álvaro Berríos, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la USS, quien junto a los académicos de la carrera lamentan y denuncian la acción humana en contra de esta especie, que cumple un importante rol como controlador biológico. “Además de ser un caso de maltrato animal (un ataque por proyectiles de escopeta), es además un acto ilegal, por tratarse de una especie protegida”, agrega el decano USS.
El peuco fue llevado por Víctor Suárez, profesional del SAG, al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Ñacurutú, ubicado en Coliumo, que dirige el médico veterinario Cristian Herrera. “Allá aprenderá nuevamente a cazar presas vivas, lo que facilitará su liberación”, afirma Suárez. “Está en buenas condiciones para volver a cazar, ya que recuperó masa muscular: ingresó pesando 500 gramos, y egresa con un kilo”, narra Gabriela Del Águila.
La doctora Gabriela Del Águila atribuye el ataque a este peuco “a que, posiblemente, se acercó demasiado a zonas habitadas, lo que hizo que personas sintieran amenazadas sus gallinas y animales domésticos y procedieran a dispararle. Pero ese es un tremendo error. Las aves rapaces, como el peuco, poseen un rol en el ecosistema como controladores biológicos, ya que consumen ratas y ratones. Al realizar esto generan un beneficio para las personas, pues controlan la población de una especie como el ratón de cola larga que actúa como vector en la transmisión del hantavirus”, establece.
En las imágenes, la doctora USS Gabriela del Águila y Roberto Abarzúa, asistente del Cerefas Concepción, y Víctor Suárez, profesional del SAG, durante el retiro del ave.