Ramón Schiller, Bernardo López y Óscar Chamorro se acogieron a retiro tras casi cinco décadas de servicio en CONAF, donde entregaron toda una vida en pro de la conservación de la biodiversidad en Chile.
A través de un emotivo encuentro virtual, colegas, amigos y amigas brindaron un merecido homenaje a tres “históricos” guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (CONAF): Ramón Schiller, Bernardo López y Óscar Chamorro, quienes se acogieron a retiro luego de casi cinco décadas de trayectoria en la institución.
Con sentimientos a flor de piel y profunda nostalgia, compañeros y compañeras rememoraron y agradecieron la titánica labor que cumplió el trío, durante toda una vida, en pro de la conservación de los recursos naturales y culturales que alberga el Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández.
Los ahora ex– funcionarios, entre otros muchos logros, realizaron reveladores censos de avifauna, redescubrieron plantas que se creían extintas (Chenopodium nesodendron y Robinsonia berteroi), promovieron la educación ambiental y lucharon incansablemente contra la irrupción de especies exóticas invasoras en uno de los ecosistemas con mayor endemismo en el mundo.
Compromiso eterno
En el momento del adiós, los guardaparques reafirmaron su compromiso con la institución forestal y, particularmente, con el resguardo de la historia, flora y fauna del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández, que ostenta desde el año 1977 la condición de reserva mundial de la biósfera.
En esa línea, Ramón Schiller, quien se desempeñó durante 47 años en el territorio insular, agradeció a la Corporación “la posibilidad de poder estar dentro del personal, en esta unidad, porque es realmente un privilegio estar cerca de la naturaleza y trabajar en su conservación. Hay emociones encontradas, pero así es la vida…Hay que descansar un poco”.
Su homólogo, Bernardo López, reconoció que “me encuentro un poco emocionado por dejar la Corporación, después de 46 años de servicio. Vamos a descansar en estos últimos años que Dios nos da de vida, pero también estaremos atentos a cualquier requerimiento o necesidad en que podamos servir a la institución”.
Por su parte, el guardaparques Óscar Chamorro destacó que “los 46 años de trabajo en CONAF han sido inolvidables, y me voy emocionado. Ya llegó nuestro tiempo de descansar y disfrutar lo que nos queda de vida, pero también atento a cualquier requerimiento en que podamos apoyar. Vamos a estar siempre pendientes de lo que pase aquí, en la Corporación, porque fue nuestra casa por muchos años”.
Legado imborrable
Durante la instancia online, el gerente de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, Ítalo Rossi, manifestó que “como Corporación, no podemos perder a los guardaparques cuando jubilan. Debemos instituir, de alguna forma, una representación, para que los tengamos permanentemente dentro de nuestra estructura. No podemos perder la valiosa experiencia y el trabajo de ustedes”.
A su vez, el director regional de la entidad forestal, Sandro Bruzzone, resaltó que “no creo que dejen de ser colaboradores. Eso se lleva adentro, en el interior, en el alma. Ellos lo han señalado: no se van a olvidar nunca de la Corporación, ni de su parque nacional, ni de su archipiélago. Por lo tanto, Óscar, Bernardo, Ramón, muchas gracias por toda la dedicación. Sé que contaremos con ustedes, y que si los llamamos, van a estar con nosotros”.
En el mismo contexto, el jefe del Departamento de Desarrollo y Fomento Forestal de CONAF Valparaíso, Claudio Ilabaca, aseveró que “el Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández es la ‘joya de la corona’ de nuestras áreas silvestres protegidas, y estos guardaparques son los diamantes de esa ‘joya de la corona’. Si no fuera por ellos, el parque no estaría como está ahora, sino que mucho más complicado por las especies exóticas invasoras, el picaflor -tal vez- ya no existiría. Y eso se lo debemos a estos ‘viejitos’, que han entregado su vida a la Corporación, que partieron prácticamente cuando eran unos adolescentes”.
En tanto, el administrador del parque nacional, Guillermo Araya, calificó a Schiller, López y Chamorro como “muy buenos guías, instructores y maestros, nunca voy a dejar de agradecerles. Me alegra mucho y no tengo la menor duda de lo que ellos han dicho, que van a estar atentos a cualquier requerimiento. Afortunadamente se quedan acá, en la isla, donde podrán compartir sus vastos conocimientos”.
Asimismo, la encargada regional de la Sección de Conservación de la Diversidad Biológica de la entidad forestal, Javiera Meza, destacó que los tres ex-funcionarios “manejan botes, saben de viveros y conocen a las plantas endémicas del archipiélago. Realmente son muy versátiles en todo lo que hacen y en todo ese enorme conocimiento que tienen”.
“Cada vez que vaya a la isla los iré a buscar para conversar, no se van a librar de mí, los quiero mucho, están en mi corazón, no me voy a cansar de agradecer lo que me entregaron a mí en lo personal y a CONAF también”, añadió.
Finalmente, la jefa regional (s) del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de la Corporación, Paloma Bravo, afirmó que “los guardaparques de nuestro país no sólo trabajan en la conservación del patrimonio natural y cultural, son también educadores ambientales, actores sociales, representantes territoriales del Estado en los mas alejados y remotos lugares. Ramón, Bernardo y Óscar, hoy son portadores de conocimientos y saberes únicos, de un lugar tan singular como el archipiélago de Juan Fernández, es deber de las nuevas generaciones de CONAF trabajar en el rescate, registro y traspaso de toda la experiencia obtenida durante mas de 40 años de servicio”.