Dra. May Chomalí, directora ejecutiva
Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS)
El desafío que la pandemia impuso sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo, ha evidenciado la urgente necesidad por incorporar tecnología y promover un cambio en los modelos de atención en beneficio de los usuarios. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se trata de una de las evoluciones más importantes para la sociedad del siglo XXI.
Y es que se estima que, gracias a la tecnología, mil millones de personas podrían beneficiarse de mejor cobertura, mil millones de personas estarán mejor protegidas frente a emergencias y mil millones más disfrutarán de un mejor bienestar sanitario. Es el denominado objetivo de los “tres mil millones”, dispuesto en el Programa 2019-2023 de la OMS.
Para materializar estos beneficios, Chile debe avanzar en la definición de una estrategia país y la formación de los profesionales y técnicos capaces de implementarla.
En 2017, el Estado, a través de Corfo, y con el apoyo de cinco universidades y diversos actores del ecosistema, creó el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS), nacido con el propósito de superar brechas y acelerar el tránsito de esta evolución.
La construcción del capital humano avanzado en salud digital es un aspecto que según la misma OMS ha sido desatendido por la gran mayoría de países. Y el nuestro no es una excepción: un informe de este centro tecnológico de Corfo estimó que carecemos de 3.500 profesionales y técnicos especializados para este desafío.
Para ello, CENS ha desarrollado dos pilares –validados por el ecosistema y sus universidades socias– que permitirán disminuir esta brecha. El primero es el Modelo de Competencias Referenciales en Sistemas de Información en Salud (el único de su tipo en América Latina) y el segundo la definición de cinco perfiles laborales que buscan impulsar la salud digital en Chile.
Ambas herramientas apuntan a proporcionar al país la masa crítica que facilite la adopción local de tecnologías. A través de capacitaciones y múltiples programas de certificación y formación, la meta es lograr en 2022 un total de dos mil nuevos profesionales y técnicos, bien preparados y dispuestos a implementar tecnología para aplicarla tanto en el aspecto clínico como administrativo.
Se trata de una nueva ruta formativo-laboral, cuyo objetivo será promover el desarrollo de trabajadores del sector salud, en el ámbito público y privado, y que serán los encargados de materializar las acciones para implementar una estrategia digital a nivel país. Precisamente esta es otra de las falencias estructurales y en la que también debemos avanzar con definiciones claras.
Por eso, CENS -en su nueva etapa de desarrollo como centro tecnológico- establecerá una hoja de ruta clara y consistente con las expectativas que genera la transformación digital.
Los ciudadanos tienen que comprender que la transformación digital es positiva, necesaria, importante y -en algunos casos- urgente. A nivel del ecosistema, todos los actores deben trabajar para incorporar herramientas de vanguardia que ayuden a maximizar los beneficios para los usuarios. Porque en su implementación estarán las soluciones de algunos de los mayores dolores y desafíos que enfrenta y enfrentará nuestro sistema de salud en las próximas décadas: la esperada y urgente mejoría del sistema sanitario chileno.