- Javier Naranjo visitó la planta de Futuroil, ubicada en Lampa, perteneciente al empresario Jorge Silva, quien lleva más de 35 años reciclando aceites lubricantes.
En la planta de re-refinamiento de aceites lubricantes usados Futuroil, el subsecretario del Medio Ambiente, Javier Naranjo, remarcó la necesidad de participar en la consulta ciudadana del anteproyecto del decreto de aceites y lubricantes, que estará abierta hasta el 19 de enero de 2021. Este es el tercer producto prioritario de la Ley REP, luego de neumáticos y envases y embalajes, al que le seguirá, luego, el de pilas, cuyo anteproyecto se publicará en junio de 2021.
Poniendo como ejemplo, la larga trayectoria del empresario Jorge Silva, en el re-reciclaje de aceites usados, la autoridad explicó que el decreto de aceites y lubricantes exigirá el reciclaje del 50% del aceite lubricante ingresado al país durante el primer año de implementación, hasta llegar a un 90% en el décimo año de implementación de la norma.
Además, en un plazo de tres años, luego de su publicación oficial, los productores de aceite lubricante deberán incorporar una etiqueta en sus envases donde se informará la forma correcta de manejar los residuos. “Los comercializadores deberán recibir de sus clientes los aceites lubricantes usados. A su vez, los productores, a través de los sistemas de gestión, tendrán la obligación de retirar dichos aceites desde los comercializadores, en cualquier lugar del territorio nacional”, comentó el subsecretario.
“Estoy agradecido de esta visita y de estar haciendo las cosas bien. Siempre pensé que el aceite iba a ser un problema para la naturaleza y ahora lo de reciclarlo está de moda en el mundo. En Chile se están preocupando por algo que a mí siempre me inquietó y eso me alegra mucho”’, comentó Jorge Silva, quien hoy contribuye con la reinyección de 250.000 litros mensuales de aceite con la marca Futuroil.
En Chile se venden 180 mil toneladas de aceites lubricantes, lo que genera anualmente, alrededor de 125.000 toneladas de aceites lubricantes usados. Ellos podrían tener efectos dañinos al medio ambiente si se manejan mal, como por ejemplo, en el agua producen una película impermeable que puede asfixiar a los seres vivos que allí habitan. Un litro de aceite usado puede contaminar un millón de litros de agua.
Por su parte, en el aire afecta, porque el aceite usado que se quema origina importantes gases tóxicos debido a la presencia en este aceite de compuestos de plomo, cloro, fósforo, y azufre. En la tierra, el vertido del aceite usado puede perjudicar tanto el suelo como las aguas superficiales y subterráneas, afectando gravemente a la fertilidad del suelo, al alterar su actividad biológica y química.