El Laboratorio de Biotoxinas (LBTx-UdeC), liderado por académicos y profesionales del Departamento de Oceanografía UdeC (DOCE UdeC) y de COPAS Sur Austral, se dedica al análisis y detección de biotoxinas en muestras de microalgas y mariscos, para consumo nacional y la exportación, siendo el primer laboratorio de este tipo en la región del Biobío con el objetivo de responder de forma oportuna a los desafíos sanitarios.
El Laboratorio de Biotoxinas de la Universidad de Concepción (LBTx-UdeC) nace al alero de un proyecto financiado por el Fondo de Innovación y Competitividad del Gobierno Regional, el cual permitió implementar y montar el primer laboratorio de detección de biotoxinas, sustancias tóxicas producidas por algas asociadas a las mareas rojas, en mariscos de consumo para la región del Biobío.
En el Laboratorio se pueden analizar todos aquellos mariscos en riesgo de marea roja, como ostras, choritos, almejas, entre otros, se avanza en la búsqueda de biomarcadores potenciales para la detección de toxinas marinas y microalgas, además del servicio acreditado de detección de toxinas mediante la utilización de metodologías oficiales para veneno paralizante de mariscos (VPM) y veneno amnésico de mariscos (VAM), además de screening in vitro para toxinas lipofílicas especialmente las del tipo veneno diarreico (VDM).
Además se han establecido unidades de servicios en detección molecular de microalgas tóxicas y bioensayos celulares y de pez cebra las que se ponen a disposición de los usuarios para generar soluciones a medida.
Uno de los principales objetivos del LBTx-UdeC es ser un referente en bioseguridad alimentaria y ente que pueda potenciar a los pequeños productores y pymes dado que la región no evidencia hasta ahora eventos de marea roja.
“Si bien existen microalgas que pueden ser catalogadas como tóxicas, no hemos vivido ningún evento de Floraciones Algales Nocivas (FAN), popularmente conocido como marea roja, por lo que se busca es que los productos marinos puedan ser exportados desde la región hacia todo Chile mediante la certificación de la bioseguridad en base a la presencia o ausencia de toxinas, lo que podría ser una potencial ventaja competitiva para los productores del Biobío” señala Allisson Astuya, directora del LBTx-UdeC y académica del Departamento de Oceanografía UdeC.
La primera certificación del Laboratorio de Biotoxinas UdeC permitió tener la acreditación bajo la norma internacional ISO 17025 para laboratorios de ensayo con metodologías oficiales, lo cual permite que instituciones públicas o privadas accedan a este servicio confiados con los resultados obtenidos. La nueva certificación, otorgada por The International Accreditation Service (IAS), constituye un hito relevante para el Departamento de Oceanografía el año que celebran 50 años de trayectoria científica, más aún, en condiciones de pandemia.
”Lograr una aprobación en la supervisión y renovación de esta acreditación implica que nuestro sistema de gestión de calidad y como laboratorio estemos funcionando en norma y por lo tanto nuestros resultados son reconocidos de manera internacional” destaca Allisson Astuya, directora del Laboratorio de Biotoxinas UdeC.
Además de ser un proyecto innovador de impacto regional, se destaca su importancia en la comunidad académica y estudiantil de la Universidad de Concepción como incubadora de capital humano donde se espera continuar dando cabida a los estudiantes para el desarrollo de sus actividades académicas como unidades de investigación y tesis. “Hay dos analistas, Ámbar Aballay y Alejandra Rivera, ambas formadas bajo el alero de la carrera de Ingeniería en Biotecnología Marina y Acuicultura, luego se han ido especializando en este tema. Hoy una de ellas es la jefe de laboratorio certificada para los análisis de toxinas” señala Allisson Astuya.
El equipo del Laboratorio, liderado por académicos y profesionales pertenecientes al Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, aseguran proporcionar respuestas oportunas para fortalecer la prevención de posibles intoxicaciones.
«El haber mantenido la acreditación de LBTX-UdeC es muy relevante. Con este logro el laboratorio está en condiciones de prestar servicios en la detección de toxinas marinas, a los pequeños productores de la zona y seguir apoyando a instituciones que requieren de esta información en su toma de decisiones. Además continuaremos con las actividades de difusión y capacitación hacia la comunidad para dar a conocer que son las FAN, sus efectos y la relevancia de contar con el LBTX-UdeC en la región” agrega Alejandra Llanos Rivera, supervisora del Laboratorio de Biotoxinas UdeC y académica del Departamento de Oceanografía UdeC.
El Laboratorio cuenta con la colaboración de instituciones públicas como el Ministerio de Salud, Instituto de Salud Pública, Seremi Salud del Biobío y el Instituto de Fomento Pesquero y apuesta por la innovación tecnológica con el desarrollo y validación de nuevas metodologías de análisis que permitan entregar un servicio de excelencia y anteponiéndose a las situaciones de riesgo en la salud humana.
Créditos: Constanza Ruiz, DOCE.