Alianza entre la Fundación Reserva Quimán y Tompkins Conservation Chile permitió el traslado de 10 polluelos desde la Región de los Ríos hasta la Región de Aysén con el objetivo de reforzar la población de esta especie que se encuentra localmente en peligro de extinción.
Diez charitos o polluelos de ñandú fueron trasladados en avión desde la Reserva Quimán, ubicada en Futrono (región de los Ríos), hasta el Parque Nacional Patagonia, en un operativo realizado la semana pasada que contó con el apoyo de Conaf y Sag y que busca reforzar la población de esta especie que se encuentra en peligro de extinción en la región de Aysén. Esto gracias al acuerdo de colaboración entre la Fundación Reserva Quimán y Tompkins Conservation Chile, organizaciones que decidieron unir sus esfuerzos en pos de la conservación de esta icónica especie de la Patagonia.
Esta alianza permitirá reforzar numéricamente la liberación de ñandúes al medio silvestre que anualmente se hace en el Parque Nacional Patagonia, en el marco del Programa de Rewilding de Tompkins Conservation Chile en colaboración con Conaf, y fortalecer la reproducción del ñandú en el Centro de Reproducción de dicho parque, incrementando la diversidad genética de la población cautiva y silvestre.
Cristián Saucedo, director de Rewilding de Tompkins Conservation Chile, valoró este acuerdo: “La participación de Reserva Quimán es decisiva ya que redobla la cantidad de ñandúes jóvenes que son liberados a la naturaleza desde el centro de reproducción. Generar este tipo de alianzas es fundamental para robustecer la población de ñandúes que existe en el Parque Nacional Patagonia”.
Desde 2002, Reserva Quimán se dedica a la reproducción y repoblamiento de especies en peligro de extinción, además de conservar y mejorar las condiciones donde las especies se reproducen, buscando generar un hábitat espacioso con aguas cristalinas y flora nativa. Al conocer sobre el trabajo de Rewilding de Tompkins Conservation Chile en el Parque Nacional Patagonia y las liberaciones de ñandúes que se realizan anualmente desde el Centro de Reproducción de esta especie, Quimán quiso contribuir con esta labor, aportando con charitos criados en la reserva y así apoyar en la recuperación activa de la especie en la región de Aysén.
Constanza Pérez de Reserva Quimán expresó: “Esperamos que los charitos que han nacido en nuestro centro de reproducción puedan vivir libremente en la naturaleza y ser parte de una población nativa. Nuestra expectativa en esta colaboración es que esta sea una de varias iniciativas dirigidas a restaurar el equilibrio de los ecosistemas y sus especies”.
Los charitos provenientes de Futrono ahora empiezan una etapa de aclimatación en el Centro de Reproducción del Parque Nacional Patagonia para posteriormente ser liberados al medio silvestre.