Pese a la positiva evolución de la COVID-19 en algunos de los países de la región más afectados por la enfermedad, como Estados Unidos y Brasil, junto a señales favorables en Panamá, Costa Rica, Chile y Argentina, la semana pasada se registraron en las Américas casi 1,6 millones de nuevos casos de coronavirus, prácticamente la mitad de todos los casos nuevos a nivel mundial.
Durante la rueda de prensa semanal donde se analizan los progresos contra el coronavirus, la directora de la Organización Panamericana de la Salud indicó este miércoles que los datos favorables representan “un motivo de esperanza, pero aún no de celebración”.
Carissa Etienne explicó que durante las dos últimas semanas se produjo un aumento de casos de COVID-19 en América Central, especialmente en partes de Honduras, El Salvador y Guatemala, en la región amazónica a lo largo de la frontera entre Brasil, Colombia y Perú, e informó de un incremento de infecciones en el Caribe.
Pese a la mejora regional, las cifras en el continente americano contrastan con las globales donde el número de casos descendió por cuarta semana consecutiva con 3,1 millones, según explicó este miércoles la Organización Mundial de la Salud en su último boletín epidemiológico.
La agencia de la ONU informó de un descenso de un 17% de casos respecto a la semana anterior. “Aunque todavía hay muchos países en los que el número de casos está aumentando, a nivel mundial esta tendencia es alentadora”, señaló.
El registro representa la cifra más baja desde la semana del 26 de octubre y afectó a todas las regiones de la Organización.
Las variantes del coronavirus ya están en 19 países del continente americano
Etienne también explicó que al menos 19 países de la región informaron tener una de las tres variantes de la enfermedad – Brasil, Reino Unido y Sudáfrica- y que espera que la OMS cambie su nombre “para evitar estigmatizar a los países en los que se identificaron por primera vez“.
“Las evidencias están sugiriendo que algunas de estas variantes, como las que se detectaron por primera vez en Brasil y el Reino Unido, pueden transmitirse más fácilmente de una persona a otra, acelerando el aumento de los casos de COVID”, indicó.
Por ese motivo, destacó que se les ha de vigilar de cerca para poder detectar cualquier cambio en su comportamiento, propagación y garantizando la implementación de las medidas de control adecuadas.
“No hay motivo para alarmarse, sino para estar atentos”, resaltó y recordó que su Organización “cree firmemente en el poder de las vacunas para salvar vidas”, pese a las informaciones de prensa donde se pone en duda la efectividad de la vacuna de Astrazeneca, especialmente en la variante de Sudáfrica.
La vacuna de AstraZeneca forma parte del mecanismo COVAX, la coalición que busca un reparto equitativo de la inmunización, y está prevista su próxima distribución en la región.
“Con base en la evidencia que tenemos ahora sobre las variantes más preocupantes, estamos seguros de que nuestra creciente cartera de vacunas COVID-19 sigue siendo útil y nos guiará hasta el final de esta pandemia. Nuestra confianza se mantiene intacta”, destacó.
Respaldó esta opinión el subdirector de la Organización, Jarbas Barbosa, que consideró que, con los datos actuales, la vacuna de AstraZeneca es “eficaz, segura”.
Barbosa señaló que “con las informaciones que tenemos hasta hoy debe continuarse utilizando”, de acuerdo con la recomendación del grupo expertos sobre Inmunización de la Organización Mundial de la Salud publicada este miércoles.
México ocupa el tercer lugar por muertes del COVID-19
En respuesta a una pregunta sobre si México ostenta el mayor número de muertes a nivel mundial de acuerdo con un estudio de la Universidad estadounidense John Hopkins, el doctor Sylvain Aldighieri, Gerente de Incidente para COVID-19, afirmó que el país norteamericano ocupa el tercer lugar el número de fallecidos reportados, según la base de datos que maneja la Organización Panamericana de la Salud.
Aldghieri explicó que Estados Unidos lidera esta estadística con más de 461.000 fallecidos seguida por Brasil con más de 232.000 muertes y que el total en México supera los 166.000 decesos.
“Se ha detectado un repunte de casos con un pico en semanas anteriores, mejor dicho, con un pico durante la tercera semana de enero de 2021. Lo que observamos en este momento es que el número de nuevos casos tiene una tendencia a la baja durante los últimos días y que los datos de mortalidad son estables. Pero hemos de tener en cuenta (…) que existe una diferencia de tres semanas o más entre la curva de nuevos casos y la curva de los fallecidos”, detalló.
Localizó el repunte “en la zona central del país” que ha provocado “una saturación de servicios hospitalarios con “una llegada tardía de casos graves ya complicados en servicios de cuidados intensivos”.