La variante del coronavirus que predomina en Brasil presenta un mayor nivel de contagio. El aumento de casos en las zonas de Manaus y Amazonas podría deberse a reinfecciones, lo que mostraría que esa mutación también tiene más resistencia a la inmunidad natural. La agencia sanitaria de la ONU llama a implementar medidas firmes de salud pública mientras avanza la vacunación.
El alarmante incremento de los casos y las muertes por COVID-19 en Brasil indica que la variante P1 del coronavirus, que predomina actualmente en ese país, tiene mayor capacidad de transmisión, además de que podría ser más resistente a la inmunidad natural que tienen las personas cuando ya han padecido la enfermedad.
“Quiero subrayar que la situación brasileña es muy grave y estamos muy preocupados. Brasil debe tomar medidas agresivas de salud pública mientras despliega las vacunas en todo su territorio”, dijo este viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la rueda de prensa bisemanal sobre la emergencia, el doctor Tedros Adhanon Gebreyesus sonó la alarma sobre el número de casos y muertes al alza en Brasil y advirtió que si las autoridades del país no adoptan provisiones para prevenir la transmisión o suprimir el virus, la tendencia no cambiará.
Tedros recordó además, que la situación de Brasil tiene un impacto enorme en todos los países vecinos, “en América Latina y más allá de la región”.
Reinfecciones
Por su parte, el director de Emergencia de la OMS, explicó que el incremento de los casos en las zonas de Manaus y Amazonas, que habían tenido recientemente brotes intensos, significa que la P1 es una variante con muchas mutaciones específicas que facilitan su transmisión y que, además, podría ser más resistente puesto que numerosos casos serían reinfecciones.
“Con la proporción de los casos actuales, podemos decir que son reinfecciones probablemente debidas a la disminución de la inmunidad en el tiempo o a que esta variante no responde a la inmunidad natural, lo que nos advierte que tenemos que ser muy cuidadosos con las vacunas y asegurarnos de que funcionen también contra esta mutación”, recalcó Michael Ryan.
Entender con claridad
En este sentido, pidió que se haga una secuenciación genómica para entender claramente lo que está ocurriendo y optar por el mejor camino a seguir.
Según los datos de la OMS, Brasil ha registrado hasta ahora casi 10,8 millones de casos y 260.000 muertes. En Manaus y Amazonas la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos es de un 80% y las camas ocupadas por COVID-19 alcanzan el 60%, pese a que los contagios empiezan a reducirse.
Pero ahora estos brotes emergen en otras regiones, como el nordeste y el sur. “El problema sigue ahí, no se ha ido”, recalcó Ryan.
Mantener las medidas
Para detener estos contagios, la OMS hizo hincapié en la necesidad de mantener y reforzar las medidas de salud pública que han probado ser efectivas: el distanciamiento, uso de mascarillas, lavado de manos y el rastreo exhaustivo de casos, así como el testeo.
“Las medidas sociales detienen la transmisión, no se deben relajar”, afirmó Ryan.
Agregó que la llegada de las vacunas supone un momento de aliento, “pero también es el momento en que la población pierde la concentración”.
“Si sabemos que nos vacunarán en las próximas semanas quizá dejemos de ser tan cuidadosos. Si mucha gente piensa así se da una oportunidad al virus de propagarse, lo vimos en Europa durante el periodo de fin de año. Los pequeños cambios de comportamiento en cantidades grandes de personas se traducen cambios importantes en la epidemiología de este virus”, enfatizó.
El experto reconoció que Brasil es un país vasto y complejo; sin embargo, alertó que lo que sucede ahí puede repetirse en cualquier país si se dejan de implementar las medidas de salud pública.
Tendríamos que haber aprendido
“Ya tendríamos que haber aprendido eso: cuando cambiamos nuestro comportamiento el virus cambia en términos de su capacidad de transmisión. Necesitamos adaptar nuestro comportamiento de forma cuidadosa, sistemática y ser muy cautelosos con las medidas sociales por difícil que sea”, puntualizó.
La OMS pidió a los países que dejaron de hacer pruebas y rastrear casos debido al gran aumento de los contagios que reportaron en un momento dado, que vuelvan a esta estrategia ahora que los enfermos han disminuido, independientemente de que las vacunas vayan llegando y haya presión por la reapertura completa de actividades.
“Con la llegada de la vacuna, psicológicamente las personas y los gobiernos piensan que ya superaron la emergencia, no es así y puede haber un repunte de los casos en cualquier parte. No debemos desperdiciar la esperanza que nos da la vacuna bajando la guardia en otras áreas”, recalcó Ryan.
El director de Emergencias sostuvo que para que los países empiecen a salir de verdad de esta crisis hacen falta tres elementos: un control sólido del comportamiento de las personas, vigilancia de los casos y vacunación.