Katerinne Pavez
Noticias UdeC
En la Semana de la Astronomía, el académico Rodrigo Reeves comentó los alcances de la comisión asesora que integra para tratar el problema del exceso de luz en las ciudades y cómo puede poner el peligro el estatus del país como potencia mundial en la materia.
Estamos en la Semana de la Astronomía y, este año, se decidió dedicarla al problema de la contaminación lumínica. El crecimiento de las ciudades y la falta de mecanismos de regulación ponen en peligro el estatus de Chile como potencia mundial astronómica. Es un problema que no solo afecta a la observación científica. El exceso de luz también tiene un impacto en la salud de los ecosistemas y de las personas.
Un tema en el que el académico Rodrigo Reeves Díaz, Director del Centro para la Instrumentación Astronómica, estuvo enfocado durante 2020 al ser parte de una comisión asesora para la definición de áreas de interés científico para la observación astronómica. El grupo, convocado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, está conformado por María Teresa Ruiz, Amelia Ramírez, Eduardo Unda-Sanzana, Ricardo Bustos y Manuela Zoccali, quienes contarán con la colaboración de la astrofísica y seremi de Ciencia, Paulina Assmann, además del director del Programa de Astronomía de Anid, Luis Chavarría.
Ellos trabajaron en estudiar las zonas de observación científica que se encuentran ubicadas en el norte del país, para establecer mejores criterios para su protección. Para ello escucharon a expertos, recibieron diversas asesorías y realizaron simulaciones para determinar, según los perfiles de iluminación de las ciudades, a qué radio se puede establecer una norma para proteger esas zonas.
Si bien el trabajo de esta comisión está prácticamente terminado, la idea es presentar dos documentos al Presidente de la República, explicó Reeves. Al trabajo de los científicos, se espera sumar una revisión de la norma que está realizando el Ministerio del Medio Ambiente y que consideraría a todo el país, abarcando además otros problemas que provoca la contaminación lumínica, ligados al comportamiento de la fauna y la afectación del sueño en las personas.
Rodrigo Reeves | Dirección de Comunicaciones UdeC
Aun cuando el trabajo de la comisión estaba enfocado en la protección de los observatorios científicos, Reeves cree que estamos a tiempo. “Chile es centro mundial de Astronomía y se pone en riesgo ese valor único, dado que la situación va empeorando. Se sabe que en Estados Unidos, más del 90% de su población sale en la noche y no ve nada en el cielo, ellos ya sufrieron el impacto y tuvieron que cambiar sus observatorios de lugar. Nosotros aún podemos mejorar la situación”.
Para encontrar soluciones, no se trata de apagar la luz. “Se trata de ocuparla bien, iluminar hacia abajo y usar luces que no sean tan nocivas. Por ejemplo, hay un tipo de luminarias LED que tienen contenidos espectrales que no vemos con nuestros ojos y esa es energía que se bota. Sin embargo, aunque nuestros ojos no la ven, al ser artificial tiene un impacto en el ecosistema”.
Estos impactos pueden ayudar a los científicos a generar mayor conciencia en la población. “Hoy existe poca conciencia sobre el tema, pero estamos trabajando. Ojalá que con la comisión, más el trabajo que hacemos durante la semana de la Astronomía, se comprenda el impacto que tiene para esta ciencia, pero también otros temas. Por ejemplo, si no ilumino bien mi entorno, o no duermo con la oscuridad adecuada, puedo tener problemas físicos o quizás tengo algún problema crónico asociado al exceso de luz en la noche y no lo se”.
Para mayor información, se encuentra habilitado el sitio diadelaastronomia.cl, dedicado este año a la contaminación lumínica.