Por Regina Massai d
Directora ejecutiva de FSC Chile
Desde el año 2012, celebramos cada 21 de marzo el Día Internacional de los Bosques, con el fin de rendir un homenaje y generar conciencia respecto a su relevancia para la humanidad.
Son varios los desafíos a los que nos enfrentamos en la actualidad, como abordar la conservación de la biodiversidad, protegernos ante desastres naturales, recuperar suelos y ecosistemas y hoy la contingencia de la pandemia, nos recuerdan la relevancia de mantener el equilibrio entre la naturaleza y la actividad humana, donde el respeto, cuidado y conservación de los recursos naturales desempeñan un papel preponderante.
Su valor es holístico y radica en las múltiples funciones ambientales, servicios sociales y productivos que proveen los bosques. Son hábitats de innumerables especies de flora y fauna, albergando alrededor del 80% de la biodiversidad terrestre de todo el mundo.
También, constituyen el sustento para diversas comunidades, donde se agrega el aporte de miles de personas que recolectan productos forestales no maderables, aportando a la generación de fuentes de trabajo y sostén para sus familias. Por otra parte, poseen un valor cultural significativo para los pueblos indígenas, comunidades rurales y la sociedad. Capturan carbono, protegen el suelo de la erosión, regulan el ciclo de agua, sin olvidarnos de aspectos intangibles, como disfrutar de un lindo paisaje, darnos baños de bosque, recrearnos en su belleza.
En Chile tenemos 17,9 millones de hectáreas de bosques, es decir, casi 1 hectárea por habitante. De éstas 14,2 millones corresponden a Bosque Nativo. En el año 2020, Chile se comprometió ante la comunidad internacional a actualizar su NDC, esto contempla 200.000 hectáreas de nuevos bosques para 2030, de las cuales al menos 70.000 hectáreas serán forestadas con especies nativas. Con esta iniciativa, se espera que los árboles absorban entre 3 y 3,4 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente anuales al 2030. Estos compromisos también contribuyen hacia la meta de llegar a ser un país carbono neutral al año 2050, donde los bosques juegan un rol fundamental.
Como FSC ya estamos aportando a estos desafíos, los bosques responsablemente manejados y adecuadamente protegidos, son un activo para nuestro bienestar y la mejor defensa contra el cambio climático. Bajo este esquema, sólo en Chile -a la fecha- hay más de 2 millones trescientas mil hectáreas de bosques bajo el manejo forestal responsable que promueve FSC, certificación de servicios ecosistémicos en 3 iniciativas y 190 certificados de cadena de custodia. Este sello asegura que los productos de origen forestal que encontramos en el mercado cumplen desde su origen con altos estándares sociales, ambientales y económicos.
Como consumidores, todos podemos contribuir a cuidar los bosques desde ser responsables con el cuidado de áreas verdes, el uso del fuego, plantando, contribuyendo a las economías locales que de ellos dependen, hasta con nuestras decisiones de compra diaria, eligiendo productos que tengan el sello de FSC como un envase de cartón de Tetra Pak®, una bolsa para hacer las compras, un libro o un mueble, entre tantos otros productos certificados.