La investigación estuvo a cargo de Eduardo Segura Cobeña, como parte de su tesis de Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y buscó comparar el nicho trófico del tiburón martillo con uso de isótopos estables y ácidos grasos en tres áreas de crianza ubicadas en el norte de Perú.
“Análisis de isótopos estables y ácidos grasos revelaron diferencias significativas en el nicho trófico del tiburón martillo sedoso Sphyrna zygaena entre tres áreas de crianza en el norte del sistema de la corriente de Humboldt”, es el nombre de la investigación del actual Magíster en Ecología Marina de la UCSC, Eduardo Segura, estudio realizado junto a sus directores de tesis Dr. Ángel Urzúa y Dr. Konrad Górski, y que recientemente fue publicado en la revista científica PeerJ.
Eduardo Segura, actualmente trabaja como profesor jornada parcial de Laboratorio del curso de Biología General del Departamento de Química Ambiental UCSC y realiza su doctorado en Ciencias con Mención en Manejo de Recursos Acuáticos Renovables en la Universidad de Concepción (UDEC). En este estudio buscaron comparar el nicho trófico en tres áreas de crianza del tiburón martillo, áreas donde existen altas abundancias de individuos juveniles de la especie. “Queríamos averiguar si el nicho trófico de los individuos de estas tres áreas era distinto. En palabras simples el nicho trófico puede ser definido como la dieta y el área de alimentación de una población. El objetivo del presente estudio era comparar el nicho trófico de individuos capturados en las zonas costeras ubicadas frente a los puertos de Máncora, San José y Salaverry, en el norte de Perú”, señala Eduardo Segura.
“El análisis consideró isótopos estables y ácidos grasos, debido a que funcionan como una huella de lo que han consumido los tiburones y dónde se han alimentado. Conocer esta huella nos permite dilucidar las diferencias en alimentación y discernir si los tiburones capturados frente a distintos puertos analizados constituyen poblaciones distintas”, complementa el ecólogo marino.
Como parte de los principales resultados de la investigación, se encontraron diferencias significativas en cuanto al nicho trófico de los tiburones. “El área donde se están alimentando los tiburones es distinta según los resultados de los individuos analizados. Por ejemplo, en San José los tiburones tienen un nicho trófico diferenciado gracias a los valores de isótopos estables, pero en Máncora y Salaverry tienen valores parecidos en isótopos. Sin embargo, los individuos entre estas dos áreas se diferencian en los ácidos grasos. Estas diferencias son impulsadas principalmente por el Sistema de corrientes de Humboldt y surgencia de aguas frías y ricas en nutrientes que impulsan el aumento de la producción primaria en San José y, en menor medida, en Salaverry”, enfatiza el investigador. El siguiente paso del estudio también considera evaluar los beneficios nutricionales que las áreas de crianza otorgan a los tiburones martillo.
Otros de los resultados interesantes del estudio, debido a los valores de isótopos estables, evidenció que los tiburones de Salaverry se alimentan de aguas oceánicas, lejanos a la costa, a diferencia de los individuos de las otras áreas.
Las áreas de crianza estudiadas todavía falta analizarlas a mayor profundidad para conocer la realidad de los individuos a manera global. “Un área de crianza tiene que ser favorable para el tiburón, debe traerle algún beneficio. Estos beneficios no siempre son iguales. Si estas zonas ya están consideradas como área de crianza, todavía es necesario conocer estos beneficios. En el estudio diferenciamos estas tres áreas para más adelante saber el beneficio nutricional que aporta cada una”, sostiene Eduardo Segura. En el estudio se diferenciaron estas tres áreas de crianza para saber el beneficio nutricional que aporta cada una, considerando que también son zonas pesqueras y que se encuentran afectadas por presión pesquera.
“Reconocer las áreas de crianza, compararlas y conocer sus beneficios, va a aportar a saber dónde dirigir los esfuerzos de conservación y del manejo del recurso. Como tal, cada área de crianza analizada en este estudio debería tratarse como distinta población asociada a un ecosistema singular. Los resultados también sugieren dependencia del reclutamiento del tiburón martillo sedoso en San José y Salaverry de la productividad impulsada por el Sistema de la Corriente de Humboldt”, concluye el ecólogo marino respecto a la importancia del estudio.
Este estudio se llevó a cabo gracias al financiamiento de Small Grant 521 de Save Our Seas Foundation (SOSF) y Ciencia y la Tecnología (PIBA-369-2014). Así como con el apoyo de CIBAS de la UCSC y la ONG peruana ProDelphinus.
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