Luis Alberto Parada Salinas
Académico de Pedagogía en Educación Física Universidad San Sebastián
Existe un creciente interés por las condiciones y variables que influyen en el ejercicio físico y rendimiento deportivo ya sea practicado de manera recreativa o deportiva. Entre los temas emergentes están la nutrición y la práctica del ejercicio físico, en particular el desarrollo de éste en condiciones de ayuno. ¿Es factible realizar ejercicio en condiciones de ayuno? ¿Ofrece esta práctica condiciones favorables distintas en comparación a otras situaciones metabólicas o energéticas? ¿Se recomienda a todos?
Estableciendo las diferencias entre ayuno agudo y crónico, según varíe éste entre horas y días, se entiende en términos generales como la supresión total o parcial de ingesta alimenticia. Existen eventos fisiológico-normales que ocurren luego del periodo post-ingesta que se ven modificados cuando esta supresión se prolonga por 10 horas y más. En general, nuestras reservas energéticas nos permitirían desarrollar actividades físicas por horas más luego de la ingesta alimentaria.
Si estas horas de ayuno se extienden por muchas horas o por días, aparecen procesos metabólicos distintos que pueden ser percibidos como los efectos indeseados del ayuno tales como cefalea, sensación de debilidad, disminución del rendimiento físico asociados a cambios como disminución de la glicemia, baja del metabolismo, etc.
Es indudable que el ayuno produce estrés a nuestro organismo y, sumado a la práctica del ejercicio, se genera una doble carga metabólica. No obstante, nuestro organismo se adapta y genera las modificaciones necesarias ante estas cargas cuando son bien reguladas en lo que podríamos denominar un entrenamiento metabólico. No es extraño entonces que el entrenamiento deportivo se relacione hoy con distintos tipos de dieta como las intermitentes, tan de moda hoy. Si bien es cierto, ayuno y ejercicio son compatibles bajo algunas condiciones controladas y conociendo las modificaciones que se demandan sobre nuestro organismo, este tipo particular de entrenamiento debe ser asesorado por expertos del área deportiva y la nutrición, de manera de obtener los beneficios propios de éste como mejora del rendimiento deportivo y del funcionamiento de nuestros sistemas energéticos. Siempre será importante determinar variables como el tipo de deporte, la intensidad del entrenamiento, la hora del día y condiciones generales de la práctica deportiva, etc. Se deben coordinar cuidadosamente las actividades diarias y de actividad física con las horas de ayuno intermitente de manera de obtener el mejor beneficio y rendimiento.
La combinación de ayuno y entrenamiento deportivo puede reportar beneficios en el rendimiento de un atleta, pero no puede ser recomendada indistintamente para todas las personas, niños, embarazadas, adolescentes, etc. La invitación a informarse queda planteada.