Hace unos meses más de 33 figuras públicas adhirieron al llamado de Greenpeace para eliminar los plásticos de un solo uso en Chile y dejar atrás el récord nacional que posiciona a nuestro país como uno de los países que más basura plástica genera en Latinoamérica.
El proyecto que regula los plásticos de un solo uso ha transitado por el Congreso desde mayo de 2019 siendo una iniciativa ha sorteado varios trámites legislativos, pero hoy fue el último: Tras haber sido visado por el Senado y por una comisión mixta, El proyecto finalmente fue aprobado en la Cámara de Diputados y quedó listo para convertirse en ley. Ahora, solo queda que la nueva normativa -apoyada de manera transversal en el Congreso- sea promulgada por el Ejecutivo.
La organización ambientalista Greenpeace celebró este paso indicando que: “Llevamos mucho tiempo “obligados” por la oferta de comercios y supermercados a consumir plásticos innecesarios, aquellos de un solo uso que utilizamos dos minutos y luego se tiran a la basura. Bolsas de verduras, envases de productos, embalajes, botellas, vasos, cubiertos, platos, entre muchos otros. Nos convencen que debemos ir reciclando para poder solucionar este problema, pero la verdad es que en Chile más del 90% del plástico no se recicla por que no hay capacidad instalada para ello. El reciclaje de plástico no es una varita mágica que hace desaparecer los desechos que generamos, en algún momento terminarán convirtiéndose en basura. Por eso, la única solución probada es eliminar al máximo los plásticos de un solo uso”.
Esta es la denuncia que ha hecho durante años Greenpeace para eliminar los plásticos de un solo uso en Chile y dejar atrás el récord nacional que posiciona a nuestro país como uno de los países que más basura plástica genera en Latinoamérica. Recientes investigaciones demuestran que en Chile el consumo de plástico por persona en promedio al año es de 51 kg.
Asimismo, en el país, hay un consumo aparente anual de 323.776 toneladas de envases plásticos de los cuales se recicla sólo 14.721 toneladas, lo que corresponde a un 4,5%. Por esto, la mayoría de los residuos plásticos terminan en vertederos y rellenos sanitarios legales e ilegales, o directamente en el ambiente. De las 990.000 toneladas al año de consumo de plástico en todo Chile, sólo el 8% se recicla. De ese 8% solo el 1,5% proviene de hogares chilenos y el 6,5 % de las industrias.
El 92% del plástico restante va a la basura
“Desde Greenpeace celebramos este paso pero se necesita más. Chile también necesita que todos los sectores se comprometan. Medidas legislativas están en curso pero solo se logrará un cambio sistémico cuando se entienda que la responsabilidad es compartida, y que mientras que los supermercados no entreguen a sus clientes alternativas al plástico será muy difícil hacer cambios que contribuyan a disminuir la contaminación Plástica. Los supermercados ocupan un rol clave en la cadena de valor. Son el lugar donde los productores se encuentran con los consumidores y desde donde se pueden impulsar transformaciones sobre la comprensión del impacto del uso desmesurado de plásticos innecesarios. Por eso la invitación es a que los supermercados entreguen alternativas a los consumidores y a que los consumidores comiencen a rechazar el plástico”.