Son muchas las dimensiones en las que se expresa el maltrato y el abuso contra los adultos mayores en las “sociedades modernas”. Estas conductas ocurren a nivel cotidiano y familiar, pero también en el entorno de cuidado en instituciones y en el ámbito social y comunitario
La Organización Mundial de la Salud define el maltrato a las personas mayores como un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad o la falta de medidas apropiadas para evitarlos y que se producen en una relación basada en la confianza.
Constituye una violación a los Derechos Humanos e incluye el maltrato físico, psicológico, sexual y emocional, además de la violencia o abusos por razones económicas y materiales, junto con el abandono, la negligencia, el menoscabo a la dignidad y la falta de respeto.
María Rhode Durán, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián dice que “en su mayoría es la familia y los seres más cercanos, quienes mayormente maltratan al adulto mayor y frecuentemente podemos observar desde la familia o desde el entorno cercano el maltrato físico y psicológico y el abuso patrimonial, ya sea de parte de un familiar o cuidador del adulto mayor involucrado”.
Otro agente que comete actos de maltrato o violencia hacia los adultos mayores son quienes ejercen su cuidado en instituciones o residencias.
“De hecho, la OMS señala que las tasas de maltrato a personas mayores son muy altas a nivel global, tanto en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración. Dos de cada tres trabajadores de estas instituciones indican haber infringido malos tratos en el último año a un adulto mayor. Y una de cada seis personas mayores de 60 años sufrió algún tipo de abuso en entornos comunitarios”, explica la docente USS.
Asimismo, la psicóloga puntualiza que “no hay que olvidar el maltrato del entorno social, es decir, cuando la sociedad abandona a un adulto mayor en cuanto a su soporte económico, social y de salud, dejándolo sin las garantías mínimas para su subsistencia”.
Estrategias de prevención
María Rhode Durán afirma que el adulto mayor es un ciudadano que tiene derechos y no los pierde por su edad, condición de postrado, enfermedad e incluso por un deterioro cognitivo.
La académica plantea algunas estrategias que puedan contribuir a erradicar el maltrato hacia el adulto mayor.
- Realizar campañas de sensibilización dirigidas a toda la sociedad y que los medios de comunicación recojan testimonios de los adultos mayores respecto a lo que significa ser una persona mayor en Chile.
- Impulsar programas intergeneracionales en los establecimientos educacionales a nivel escolar, donde pueda haber una convivencia entre las generaciones y no exista un abismo o distanciamiento entre la niñez, adolescencia, juventud y etapa de adulto mayor
- Detectar precozmente a posibles víctimas y agresores a través del sistema de salud y los municipios que tienen clubes de adultos mayores.
- Intervenciones de apoyo y capacitación para los cuidadores ya sean formales o informales, porque se trata de un trabajo estresante y expuesto a mucha fatiga.
- Establecer un sistema de notificaciones obligatorias de maltrato al adulto mayor para que todos los ciudadanos puedan informar sobre estos hechos a las autoridades.
- Promover casas y lugares de acogida de emergencia para adultos mayores y brindar asistencia psicológica para las víctimas de maltrato y quienes han incurrido en estas conductas violentas.