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Montañistas de Puerto Varas acusan violento cierre de histórico paso al volcán Calbuco

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Parque Valle Los Ulmos es una “iniciativa de conservación privada” según su administración. Este alberga parte del valle y un histórico sendero a través del cual montañistas locales, por décadas ascendieron a la Reserva Nacional Llanquihue y a la cumbre del volcán Calbuco.

Actualmente este acceso se encuentra cerrado bajo la justificación del desarrollo de conservación ambiental, investigación científica y turismo de naturaleza, previa capacitación y pago. Diario Puerto Varas recibió denuncias de montañistas locales sobre el intempestivo cierre del viejo camino que conduce a la reserva desde Ensenada.

“Llegó ella extremadamente agresiva. Nos tiró la camioneta encima, tiró la punta hacia donde estábamos nosotras, luego retrocedió y lo hizo de nuevo”, dijo una denunciante sobre el comportamiento de una de las socias del parque al echarla del sendero. 

Un montañista local afirmó que el acceso a la reserva: “siempre fue propiedad de personas con una cultura y mentalidad muy distinta de la gente que venía llegando, con aprecio por las personas y su derecho humano de acceder a la naturaleza y sus hermosas cumbres. Y en verdad uno ni se imaginaba lo que estaba por venir”. 

El debate sobre la necesidad de garantizar el acceso libre a las montañas en Chile ya llegó al Congreso Nacional. Sebastián Torrealba, diputado perteneciente a la Comisión de Medio Ambiente, impulsa una ley similar a lo que ocurre con el paso a las playas: “hoy día ningún acceso a un bien fiscal de montaña a una Reserva Natural, que es propiedad de todos los chilenos, puede estar cerrado”.


Por Constanza Hitschfeld
Diario Puerto Varas

Montañistas de la comuna de Puerto Varas denunciaron que en 2014 el sendero Valle Los Ulmos, antiguo acceso norte al volcán Calbuco, ubicado en la localidad de Ensenada, fue cerrado por privados. Desde 1940 ese camino, considerado por la comunidad local como el más seguro y de menor dificultad para lograr la cumbre, estuvo abierto para generaciones de amantes de la montaña y la naturaleza. Para ellos la venta de parcelas y la llegada de nuevos habitantes habría contribuido al cierre de la ruta que conduce a la Reserva Nacional Llanquihue.

El Catastro Nacional de Restricciones de Acceso a la Montaña, elaborado por Fundación Plantae en 2018, reveló que en todas las regiones de Chile hay prohibición de acceso a cumbres y zonas de montaña, más de 120 en total. La razón de restricción más mencionada es el carácter de propiedad privada de esos terrenos, seguido por la conducta de los mismos usuarios que dañarían los territorios y cuyos costos serían absorbidos por los propietarios.

“El caso del acceso norte al volcán Calbuco fue denunciado por encuestados, quienes entregaron algunos antecedentes. Mencionaron que la restricción comenzó el 2017 porque al parecer comenzaron a desarrollar estudios científicos. Mencionan además que, para poder ingresar, primero tiene que pasar por una inducción respecto del estudio que allí se desarrolla y luego contratar un guía capacitado por un monto de $130 mil pesos”, explicó Carolina Ruiz, encargada de proyectos de montaña de Fundación Plantae.

En la década del 40 Max Morawitz, antiguo dueño del fundo Valle Los Ulmos, construyó un camino de ripio de cuatro kilómetros para vehículos, que nace en el río Tepú y atraviesa parte de la cañada. Sus descendientes por décadas mantuvieron el acceso libre para los vecinos y visitantes. Este lleva a un sendero de dos kilómetros, de baja dificultad, que cruza un bosque y conduce en 45 minutos de caminata a la Reserva Nacional Llanquihue. Una de las áreas silvestres protegidas más antiguas del país, creada en 1912. Tiene una extensión de 33.972 hectáreas y forma parte de la Reserva de la Biósfera Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes.

Fernando Yermany, montañista y juez de Policía Local de Puerto Varas, comentó que “por muchas décadas, muchas décadas, prácticamente desde el año 1961 cuando fue la erupción anterior del volcán Calbuco, he estado ascendiendo al Calbuco por ese fundo que en esos tiempos tenía otros propietarios. La señora que estaba ahí siempre nos autorizaba para pasar. Nunca tuvimos problemas con ella. Podíamos llegar al territorio fiscal sin tener que pedir permiso, ni atravesar portones o cadenas”.

En 2014 nació el Parque Valle Los Ulmos SpA, una iniciativa de conservación privada, cuyo creador aseguró que “los socios del parque tienen una acción de la sociedad y no propiedad privada, (…) porque la propiedad privada es un problema para el control del mismo comportamiento de los socios”. En este sentido el proyecto cuenta con 45 acciones, o parcelas, de las cuales los dueños originales tienen 16 y la actual administración 5. El plan incluye la protección de 650 hectáreas y el uso comunitario de diferentes áreas. Su administración manifestó que el directorio optó por el cierre del acceso para proteger los ecosistemas dañados por la erupción y algunos instrumentos de investigación.

Sebastián Torrealba, diputado y miembro de la Comisión de Medio Ambiente, expresó que “lo que está pasando en el acceso al volcán Calbuco demuestra que el proyecto de Acceso Libre a las Montañas de Juan Pablo Mohr es una realidad necesaria. Hoy día ningún acceso a un bien fiscal de montaña a una Reserva Natural, que es propiedad de todos los chilenos, puede estar cerrado. Estos accesos tienen que estar abiertos a todos los chilenos y nosotros entender que tenemos que proteger esos espacios porque son parte de nuestra biodiversidad porque es parte de nuestro activo de montaña que es lo más importante que tenemos en el país, tenemos que aprender a cuidarla y a protegerla”.

“Pero también, los privados tienen que entender que los bienes fiscales de montaña son de propiedad de todos los chilenos y nadie le puede quitar el acceso a esos bienes fiscales de montaña a alguien que quiera acceder a ellos. Vamos a fiscalizar con fuerza cada uno de estos eventos y vamos a impulsar también con mucha fuerza el proyecto de ley que ya inició su discusión en particular en el Congreso”, afirmó el diputado.

Para entrar al sendero del Valle Los Ulmos cobran $70 mil o $50 mil por pareja, más bajo de lo registrado por Plantae en 2018, con obligación de un guía.  Para estos últimos se les exige la realización de un curso que los administradores del parque imparten, sin el cual los guías locales no pueden ingresar con turistas. Los montañistas de la zona responsabilizan de cerrar el acceso al volcán Calbuco a Pablo Saumann, economista, administrador del Parque Valle Los Ulmos y gestor de la SpA, y a su esposa Bárbara Corrales, paisajista y socia del parque, quien figura como contacto en la web a través de la cual venden cursos y visitas guiadas al lugar, entre otras cosas. Este matrimonio fue denunciado por expulsar en forma violenta a los visitantes que quieren acceder a la reserva.

Laura Allendes, paisajista, recordó su experiencia al tratar de entrar al sendero: “nosotros el año pasado, a fines de septiembre, fuimos junto con cinco amigas más a caminar por el sector del cruce Navarro, cerca de donde nos estábamos quedando. Llegando arriba nos encontramos con tremendo portón, donde dice propiedad privada, no pasar. Nosotras cometimos una falta ¡lo reconocemos! y pasamos el portón para ver si podíamos encontrar a alguien y hablar. Subimos un poquito y nos quedamos sentadas mirando el lago y llegó el cuidador, un señor muy amable. Nos pidió que nos fuéramos”.

“Nos fuimos, ya estábamos llegando al portón, y llegó ella – Bárbara Corrales – extremadamente agresiva. Nos tiró la camioneta encima, tiró la punta hacia donde estábamos nosotras, luego retrocedió y lo hizo de nuevo y de ahí se bajó y nos empezó a retar. Que era el colmo que un domingo ella se tenía que parar de su almuerzo para echarnos y que estaba chata de echar a la gente. Le pedimos mil disculpas, que no era necesario perder el almuerzo si ya nos había echado el cuidador. Después nos comenzó a señalar con el dedo y a decirnos a ti te conozco y a ti no”, agregó.

Desde febrero de 2021 se encuentran prohibidas las actividades de montañismo en el volcán Osorno por razones de seguridad. El estratovolcán tiene un ranking de riesgo específico de 6, mientras que el Calbuco posee la mitad. Antes de esta medida, Fredy Mansilla, guía de montaña y turismo aventura, vendía ascensiones al volcán Osorno realizado un pago a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) desde $1.600 hasta $3 mil, para que la institución mantenga sus planes de manejo. Ante este cierre de seguridad y el ejecutado por privados en el volcán Calbuco el montañista local mantiene detenido su emprendimiento.

“Mi mamá es de acá. Mis abuelos fueron de Ensenada. Nosotros somos de Ensenada y la idea es que haya un acceso público por la entrada de Ensenada, porque arriba esto es parque, la parte del volcán Calbuco arriba es una reserva, que se llama Reserva Nacional Llanquihue y le pertenece a Conaf pero no tiene acceso. Entonces no vale la pena tampoco que sea libre arriba. Hay unos parques, que se armaron ahora, que son privados, que solamente dejan pasar guiado y con un valor que no se puede pagar, es para turista extranjero. No tengo muy bien claro el valor, pero arriba de $50 mil, yo creo más o menos, para una visita al parque que es privado. No se puede pasar por cualquier parte, solamente tiene que ser guiado”, dijo Fredy Mansilla.

Existe un acceso público al macizo controlado por Conaf por la localidad de Correntoso, en la comuna de Puerto Montt. Ubicado a 100 km de distancia de Ensenada, pasando por las ciudades de Puerto Varas, Alerce y Puerto Montt y la localidad de Chamiza. Este camino de ripio es para vehículos 4×4 y conecta con el sendero a través del cual los deportistas acceden a la cumbre tras nueve horas de caminata. En tanto que por el Valle de Los Ulmos tardan cuatro horas en llegar a la cima, atravesando el sendero en cuestión, tras 20 minutos en vehículo por el camino que construyó el antiguo colono y donde hoy se encuentra la reja que bloquea el paso.

Nicolás Lückeheide, apicultor, montañista y bisnieto de Max Morawitz, recordó que a principios de 2000 veía lejanos estos problemas, los que en esos años sucedían en la zona central del país. Aseguró que tenían acceso a todos los volcanes, cerros, lagos y ríos de Ensenada pero que, con la reciente migración de personas provenientes del sector urbano y de Santiago principalmente, las cosas cambiaron y comenzaron a aparecer cada vez más murallas, cercos y cadenas con candado. Hoy por hoy el volcán Calbuco solo tiene un acceso público, el de Correntoso, y algunos de sus ríos fueron cercados bajo la excusa de investigación y conservación de la naturaleza.

El montañista local expresó que “ya pasado el 2010, empiezan a circular diferentes testimonios de muchos amigos y personas de la comunidad que fueron sorprendidos por algunos parceleros caminando y devueltos. El tono de algunos propietarios fue subiendo y de apoco las expulsiones comenzaron a ser más violentas. Se repetía casi siempre lo mismo: ‘Esto es propiedad privada. Es propiedad privada’. Eso la comunidad de Ensenada siempre lo supo. El tema es que siempre fue propiedad de personas con una cultura y mentalidad muy distinta de la gente que venía llegando, con aprecio por las personas y su derecho humano de acceder a la naturaleza y sus hermosas cumbres. Y en verdad uno ni se imaginaba lo que estaba por venir”.

“Max Morawitz dejó el acceso libre a todos los que querían hacer cumbre y a las familias de Ensenada que solo querían pasear por ese hermoso sendero, el cual siempre se preocupó de mantener en óptimas condiciones, tradición que mantuvieron sus hijos y nietas. Durante 70 años nunca hubo un problema en relación a hacer algún daño a la propiedad o al entorno, toda la gente que quería disfrutar ese espacio lo hacía con respeto y consideración”, explicó Nicolás Lückeheide.

Diario Puerto Varas recibió una decena de denuncias de distintos montañistas de la comuna en un período de seis meses. Algunas son anónimas, como el caso de esta persona, quien manifestó sentir miedo a represalias del matrimonio: “La última vez que fui fue hace tiempo porque me asusté, traté de entrar y los gallos me trataron pésimo. Más que eso, no sé, eso fue lo que me pasó a mí. Yo traté de entrar por Los Ulmos. Es una lata porque el camino es un camino ancho de ripio, es un camino de servicio antiguo, entonces como son las últimas viviendas en ese camino pusieron un portón en la entrada. Pero no es de ellos, no les pertenece. Entonces es ahí donde te prohíben el paso y te atacan a garabatos. Eso fue lo que me pasó. No tengo nada más que decir”.

Otro guía de montaña también acusó en forma incógnita para evitar desagravios. Denunció que, a pesar de haber realizado el curso que imparte la administración del parque para permitir el paso al sendero del Valle Los Ulmos, por un monto de $300 mil, debía seguir pagando por el acceso de las personas que lo acompañaban. Esto le subió los costos y no pudo mantener activo el servicio de guiar a los turistas a la Reserva Nacional Llanquihue.

Nicolás Oñate, montañista del sector, expresó que “de los años que vivo en Ensenada he subido por esa parte que ahora se llama cruce Navarro. He ido a dejar personas arriba para hacer trekking, porque trabajo en turismo igual. En ese sentido, en esos tiempos no había un portón, que ahora está en el puente. Y más encima ahora cercaron hasta la ribera del río. Todo eso lo cercaron, como que se apropiaron de eso, en ese sentido, porque ese camino uno antes podía llegar hasta la casona que está arriba y sin ningún problema. Pero ahora no. Ahora me parece mucho que tienes que pagar para poder subir. Desde que compró la nueva persona que me parece mucho que es la señora que maneja el grupo Ensenada Sustentable”.

La familia de Felipe Girardin, montañista local, tiene una parcela en el cruce Navarro en Ensenada y él considera que debiese existir un paso para llegar a la reserva: “Hasta donde yo recuerdo las veces que intenté entrar por arriba, por el parque, no me recuerdo bien el nombre de las personas de los dueños. En esa época era un parque privado, bueno, sigue siendo privado. Pero tenía acceso al volcán y después en algún momento lo hicieron como reserva y cerraron el paso abajo en el puente. Entonces ya no había acceso. Hasta que llegaron estas dos, tres familias, decidieron comprar el paño completo y no dejar que nadie más entrara ni al volcán, por ese acceso, ni a la cascada”.

En 2014 llegó al fundo Valle Los Ulmos Pablo Saumann, economista de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien le ofreció a los herederos del lugar una solución para continuar la parcelación conservando la naturaleza y protegiendo su biodiversidad. El actual administrador del parque, destacó que en la actualidad el valle es una iniciativa de conservación privada que se estableció como tal en el año que él llegó a Ensenada. Enfatizó que, antes de su arribo a la zona, el territorio contaba con una división intensiva que tenía proyectadas 160 parcelas grandes que a su vez podían ser divididas en más lotes.

“Desde el año 2014 esa situación cambia y es una iniciativa de conservación privada, de la cual estamos súper orgullosos. Una de las cosas que hicimos al principio es que la figura que tiene el parque es a través de una sociedad. Por lo tanto, los socios del parque tienen una acción de una sociedad y no tienen propiedad privada. ¿Por qué? Porque la propiedad privada es un problema para el control del mismo comportamiento de los socios. Es decir, el problema que tenemos es que la ruralidad no está debidamente regulada por el Estado. Entonces las personas que básicamente compran una parcela, básicamente pueden hacer prácticamente lo que quieran dentro de su parcela. Cuando tenemos un proyecto de conservación es necesario tener ciertas precauciones para poder participar”, explicó Pablo Saumann.

Jorge Romero, geólogo, estuvo investigando en el Parque Los Ulmos no asociado directamente a la iniciativa, sino que con instituciones externas como el Servicio Nacional de Geología y Minería. Estudió en la Universidad de Atacama y actualmente está en la Universidad de Mánchester haciendo un doctorado. Ha publicado investigaciones después de la erupción del volcán en el 2015 y todos sus trabajos fueron llevados al interior o parcialmente al interior del Parque Los Ulmos.

Respecto del libre acceso al volcán el científico comentó que “de todas maneras estoy absolutamente de acuerdo con esto. Es un derecho que todos deberíamos tener. Lo que sí, creo que, así como está planteado en el proyecto es un derecho que conlleva algunos deberes. La montaña es un lugar sagrado, hay que cuidarla en la medida de lo posible. Y en este caso en el Parque Los Ulmos, mi experiencia es que es un lugar donde nunca he tenido problemas para acceder como científico y de toda la gente que conozco que ha trabajado en Los Ulmos nunca han tenido problemas”.

“Pero sí me causa cuidado el hecho de que, si es que se trata de montañistas, por ejemplo, estén debidamente informados en cuanto a la actividad del volcán. Más allá de las condiciones técnicas que ellos obviamente ven”, agregó Jorge Romero.

Diario Puerto Varas hizo un recuento de solo algunas de las entradas bloqueadas por privados al volcán Calbuco. Estas son por Valle Los Ulmos, Parque Volcanes de Condominio Los Reyes, Río Blanco y La Araucaria –donde una hidroeléctrica cerró el camino junto y paralelo al río-. Sin embargo, los denunciantes piden que se abra el acceso por lo que antiguamente fue el fundo Valle Los Ulmos por ser el más antiguo, seguro y hermoso.

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