- El proyecto entregará propuestas en los ámbitos de derechos digitales, medioambientales, de las personas mayores y de igualdad de género como aporte al debate constitucional.
- Se trata de un proyecto que aúna a diversos académicos, centros de estudio e investigación y organizaciones vinculadas a estas temáticas.
Esta mañana, la sede chilena de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Chile) presentó el programa Flacso-lab (www.flacsolab.cl), laboratorio de ideas que busca aportar al debate constitucional en cuatro ámbitos esenciales para enfrentar el desarrollo del país: derechos digitales, inclusión de las personas mayores, igualdad de género y derechos medioambientales.
En cada una de estas temáticas, el proyecto articula la co-creación de propuestas generadas por redes de académicos, centros de estudios e investigación y organizaciones vinculadas a estos ámbitos a través de una metodología de trabajo cuyos productos buscarán incidir en las deliberaciones de la Convención Constituyente.
Durante el encuentro que marcó el inicio público de la iniciativa, el director de Flacso-Chile y coordinador general del proyecto, Fabricio Franco, destacó que “Flacso-lab se orienta a promover la creación de redes que permitan la discusión de especialistas y ciudadanos con el objetivo de entregar propuestas concretas respecto de los contenidos de la futura carta fundamental”.
En este sentido, explicó que “Flacso-lab pone al servicio del debate constituyente los procesos de reflexión y propuesta que la Facultad viene desarrollando con diversos actores respecto de temáticas que nos parecen centrales para el futuro del país”.
El encuentro contó con la participación de los coordinadores de las cuatro áreas de trabajo que componen esta iniciativa.
De esta forma, Constance Nalegach, coordinadora del área dedicada a temas medio ambientales, denominada “Recicla la Política”, relevó que el objetivo de este capítulo se enmarca en la elaboración de propuestas en tres ámbitos: Recursos naturales y justicia ambiental, con especial énfasis en los recursos hídricos; democracia ambiental; y economía, medio ambiente y cambio climático.
Al respecto explicó que esta línea de trabajo busca abogar por una Constitución que contribuya a una “transición ecológica en favor del medio ambiente”, con la finalidad de “lograr una relación armónica y equilibrada entre las personas, la sociedad y la naturaleza”. La investigadora precisó que “esta iniciativa tiene especial relevancia ante la crisis climática y los conflictos socioambientales que estamos viviendo. Por ello, esperamos contribuir al debate y la reflexión en beneficio de nuestro planeta, porque no tenemos otro”, indicó.
La coordinadora de la temática “Incidencias Mayores en el Debate Constitucional”, Paula Forttes, explicó que su programa pretende establecer acciones concretas que permitan dar a conocer la realidad de la vejez en Chile y lograr el reconocimiento en la Constitución de este importante grupo de personas “como sujetos de derecho, más que sujetos asistenciales”.
Agregó que, si bien el trabajo a desarrollar busca generar un articulado específico en materia de derechos para la vejez y el envejecimiento, “lo fundamental es generar un espacio de incidencia que trascienda incluso la Constitución y que permita que este espacio democrático se transforme en un elemento permanente de fortalecimiento de las estructuras, de la participación y reflexión para este nuevo Chile que queremos construir”.
A su turno, Verónica Aranda presentó el proyecto “Hacia un Nuevo Contrato Sexual”, que tiene como objetivo incluir el sujeto de derecho de las mujeres en la nueva Constitución, a partir de la elaboración de propuestas que permitan garantizar la igualdad y no discriminación.
En esta línea, precisó que “la iniciativa de género está enfocada en crear un diálogo colaborativo con quienes van a construir la nueva Carta Magna para ser partícipes y expresar en el debate las autonomías de las mujeres en sus dimensiones sobre la toma de decisiones, en las dimensiones económicas, en la dimensión física y, por su puesto, en las interrelaciones de estas autonomías para construir una constitución que vele por el pleno derecho de las mujeres”.
Finalmente, el Coordinador del capítulo Carta Magna Digital, Rodrigo Ramírez Pino, destacó que parte importante del trabajo a realizar en el ámbito digital se inicia por plantear que “no existe mayor cambio en la humanidad que las transformaciones tecnológicas que han impactado al bienestar individual y colectivo de las personas. Por ello, una nueva Constitución tiene que asumir los desafíos de una sociedad digital”.
Añadió que es necesario entender que los derechos digitales no existen, sino que existen los derechos humanos que están consagrados y es necesario hacer una interpretación de ellos en el mundo digital. Con esta mirada -indicó-, “el desafío es entender que los principios estructurales para construir un marco constitucional digital tienen que ver con la dignidad, la privacidad, la autonomía, la libertad e igualdad y sus variables posibles, para que todos los elementos estén representados en la nueva Constitución”.
El programa Flacso-lab cuenta con el patrocinio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).