Tres familias de la provincia de Cauquenes, Región del Maule, ya están desarrollando acciones de reducción de emisiones asociadas a iniciativas de Pagos por Resultados en materia climática, impulsadas por CONAF y Naciones Unidas.
Con tres proyectos piloto enfocados en la gestión sustentable de los bosques nativos para mejorar las condiciones ambientales, sociales y económicas de las comunidades en la Región del Maule, al tiempo de combatir los efectos del cambio climático, se dio inicio a la iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura, a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), y cuya meta es el manejo de 25 mil hectáreas de bosque nativo en seis regiones del país, con beneficio para unas 57 mil personas que viven en torno a este recurso natural renovable.
Se trata del puntapié inicial del Proyecto +Bosques, juntos contra el cambio climático, una de las iniciativas de gestión forestal más grandes del mundo asociadas al sistema de Pagos basados en Resultados del Fondo Verde del Clima, que permite a los países acceder a recursos monetarios por la reducción de emisiones, a través de la ejecución de actividades que reduzcan la deforestación y la degradación de los bosques.
Sobre un total de 3.498 hectáreas distribuidas entre los predios Belco, La Estrella y Santa Dolores, de la provincia de Cauquenes, +Bosques comenzó sus acciones de restauración de suelos degradados y forestación con especies nativas y endémicas, como quillay, boldo y maitén. Las actividades en su conjunto representan el 14% de la meta nacional de +Bosques.
“Las últimas cifras publicadas por el Grupo de expertos en Cambio Climático nos muestran que ya no tenemos tiempo. La acción climática debe ser ahora”, señaló el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, agregando que +Bosques “es un programa clave para la política de Chile en relación al cambio climático, pero también central para el futuro de nuestro país y del mundo”.
En tanto, el director regional de CONAF Maule, Luis Carrasco, destacó “que el primer árbol de un proyecto anunciado en la COP se haya plantado en la provincia de Cauquenes es de gran relevancia para nosotros, ya que sitúa a la Región del Maule como pionera en una lucha que es de nivel mundial”.
Durante el año 2017, un mega incendio se extendió por las regiones de O’Higgins, El Maule y Biobío que, sólo en El Maule, dejó una superficie dañada equivalente a 11 veces la ciudad de Talca. El fundo La Estrella fue parte de esas 260 mil hectáreas afectadas por el fuego.
En este proceso de restauración del suelo degradado y restablecimiento del equilibrio ecológico del predio, el proyecto comenzó la plantación de especies nativas quillay y boldo, con una meta de 63,4 hectáreas a cubrir en dos años. Jorge Acevedo, del predio La Estrella, contó que “el fuego hizo desaparecer gran parte del bosque nativo del fundo y decidimos volver a plantarlo, pero privilegiando árboles que fueran más rentables ecológicamente. Así cosechamos hojas de boldo, hojas de quillay y miel; todo junto con acciones de cortafuegos para prevenir nuevos desastres”.
A menos de 20 kilómetros al suroeste de La Estrella, se encuentra el predio Santa Dolores, donde el proyecto +Bosques realizará el primer pilotaje de reconversión forestal. Por medio de la plantación de 46 hectáreas de quillay, trasformará un área que antes estuvo destinada al cultivo de especies exóticas, en un predio con especies nativas. Los nuevos árboles permitirán capturar carbono y, en el mediano plazo, restaurar el hábitat de animales y vegetación silvestre, proteger al suelo de la erosión y restablecer las reservas subterráneas de agua de la zona.
“Cuando hay desertificación y terrenos degradados, las personas terminan por abandonar las tierras. Reconvertir el predio a un área de bosque nativo nos permitirá recuperar la biodiversidad de la zona y sustentar otras actividades, con una menor inversión de agua, como el agroturismo, el ecoturismo o la apicultura”, explicó Arturo Lavín, miembro de la familia propietaria del fundo Santa Dolores.
Dentro de la misma cuenca hidrográfica se encuentra el fundo Belco. En sus tierras, la familia de Maud Biggs lleva 30 años dedicada a conservar el bosque nativo. Según señaló, la llegada de +Bosques fue providencial, porque “desde hace años que trabajamos para limitar la erosión, mejorar la fertilidad del suelo y restaurar el ecosistema plantando especies nativas. Este proyecto acelera y consolida la iniciativa familiar”. A sus esfuerzos por construir una huerta agroecológica, con árboles frutales, herbáceas y arbustos, que llaman el “bosque comestible”, ahora se suma la plantación de quillay, boldo y maitén.
Finalmente, en el vivero Ecores, de la provincia de Talca, sólo trabajan mujeres. Su invernadero cobija a más de 13 especies de plantas nativas desde la etapa de germinación hasta su traslado a terrenos de forestación. De allí provienen las especies plantadas en los primeros pilotos del proyecto +Bosques en El Maule.
“Es un trabajo que requiere delicadeza, tanto para enraizar como para preparar el sustrato. Por eso yo lo comparo con la sala de maternidad de un hospital: cultivar nativas es tan delicado como cuidar recién nacidos”, sostuvo Gabriela Baeza, encargada de planificación y logística del vivero.
Según el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, una de las acciones más efectivas para limitar el aumento de la temperatura, el avance de la sequía y la reducción de las emisiones globales a la mitad para 2030 es aumentar la captura de carbono mediante acciones de forestación de gran escala.
“Los pilotos iniciados en El Maule tienen el potencial de convertirse en modelos de acción climática replicables y escalables en Chile. Por eso, las lecciones aprendidas aquí en restauración y forestación son un capital que debemos mantener y compartir”, afirmó Pablo Honeymann, Oficial de Monitoreo y Evaluación de proyectos de FAO.