La fiscalización de cactus columnar y la localización cartográfica de esta y otras especies con problemas de conservación y que están protegidas por el convenio internacional CITES, son parte de las acciones que lleva a cabo CONAF para preservar especies nativas.
Con la finalidad de combatir el tráfico ilegal de cactáceas, el equipo de Fiscalización y Evaluación Ambiental de CONAF llegó hasta el sector de Ancovinto, en Colchane, para verificar el estado de las formaciones de cardón grande.
De esta forma, con un patrullaje terrestre y un exhaustivo monitoreo que incluyó tecnología satelital y drones, el equipo además de reforzar la fiscalización, también trabaja en identificar la localización y distribución de esta especie de flora que se encuentra presente en nuestra región y que está protegida por la Ley de Bosque Nativo y, además, por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora Silvestres (CITES, según su sigla en inglés).
Echinopsis atacamensis es un cactus de tipo columnar llamado comúnmente cardón grande o pasacana. Se distribuye en el suroeste de Bolivia, noreste de Argentina y en la zona altoandina de las regiones de Tarapacá y Antofagasta en nuestro país. Esta formación xerofítica alcanza hasta 7 metros de alto, además se caracteriza por su cuerpo de color verde, presencia de espinas y la producción de grandes flores blancas.
Según investigaciones, esta especie clasificada bajo la categoría de casi amenazada, presenta una escasa y evidente falta de regeneración y, lamentablemente, en nuestra región en los últimos años se ha visto perjudicada por la extracción del hombre con fines de paisajismo urbano.
“Desde CONAF trabajamos en el permanente monitoreo de especies catalogadas en peligro, vulnerables o amenazadas; por eso, este año se identificará y representará cartográficamente la distribución de esta cactácea y otras seis que se encuentran en los compendios de CITES, además de reforzar la fiscalización de ellas, ya que en el país hemos visto tráfico internacional con especies del género copiapoa y que fueron llevadas a Europa”, explicó Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF.
Cabe recordar que el tráfico ilegal de flora y fauna es el tercer comercio ilegal más lucrativo en el mundo, después del tráfico de armas y drogas, ilícito que es regulado en Chile con la Ley 20.962 que aplica la convención CITES.
Es importante mencionar que los sectores a fiscalizar poseen una importante cantidad de cactáceas con problemas de conservación y, muchas de esas zonas, no corresponden a áreas silvestres protegidas.
“Es de importancia continuar con estos trabajos de identificación y las permanentes fiscalizaciones, puesto que- con estas acciones-, sumados a las modernas tecnologías de monitoreo satelital que usa la corporación como los sistemas LEMU y Planet, podemos mejorar la detección de ilícitos al patrimonio natural de la región y avanzar en la gestión para que los territorios donde están presentes alcancen alguna categoría de protección”, concluyó Boudon.