- Actores del mundo académico, social, dirigencial, productivo y de diferentes comunidades mapuche se reunieron durante tres jornadas para participar del primer taller presencial que realiza el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo en nuestra región.
El Centro Nansen, con sede en Noruega, aceptó la invitación realizada por rectores de las universidades regionales de La Araucanía y el Obispo Héctor Vargas para facilitar un proceso de dialogo en la región. En este marco, en siete sedes en paralelo, el equipo del Centro Nansen congregó a más de 160 personas que participaron del primer taller presencial que se realiza en la región y en el cual los asistentes conocieron metodologías sobre herramientas de diálogo y transformación de conflictos.
“Este es un taller de inducción al diálogo (…) donde queda muy claro que el diálogo no es negociar ni es una mediación, solamente aprender a dialogar para poder volver a encontrarnos y volver a construir confianzas que es tan necesario en esta región”, comentó Rosemarie Junge, vocera de los rectores de la Araucanía.
Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, dijo estar muy agradecido de la disposición de los participantes al taller. “Los talleres Nansen son un lugar de aprendizaje, un punto de encuentro para escuchar en una forma honesta, sobre lo que nos pasa y lo que podemos hacer”, dice Zamudio. “He visto caras de esperanza, de ganas de seguir conversando, incluso con personas que tienen posturas muy distintas. Reconstruir la confianza toma tiempo, pero se empieza escuchando con respeto las historias que traen las personas a espacios como estos”, finaliza Alfredo Zamudio.
Para los invitados a participar del taller, la experiencia fue muy positiva y destacaron que las herramientas conocidas durante la jornada serán de gran ayuda, no sólo en los ámbitos laborales o profesionales, sino para la vida diaria.
En este sentido, Daniela Leigh, emprendedora de Victoria, comentó que “estamos todos representando diferentes rinconcitos de la región, pero el interés es común: queremos la paz, queremos conocernos y esta ha sido una muy buena instancia para esto”.
Por su parte, Elizabeth Painemal Rain, vicepresidenta de la Sociedad de Turismo Mapuche comentó que “este taller es una oportunidad para todos los que estamos acá de poder incorporar herramientas que nos van a servir para futuras tal vez, negociaciones, sobre todo con lo que estamos viviendo nosotros los mapuche. Es bueno que tengamos herramientas para poder adaptarnos y trabajarlas a la hora de relacionarnos, ya sea con el Estado o con cualquier otra organización. Hemos aprendido de otros en un traspaso de conocimientos donde cada uno ha compartido su historia”.
TALLERES PARA ESCUCHAR Y ENTENDER
El diálogo es un proceso que toma tiempo y requiere de mucha escucha. Bajo esa premisa, el equipo del Centro Nansen invitó a reflexionar a los participantes en interrogantes como: ¿Qué capacidades necesitamos para transformar un conflicto? ¿Cómo reconstruimos la confianza cuando no confiamos? ¿Para qué escuchar si el otro no quiere?. Una metodología basada en años de experiencia del Centro en situaciones de alta complejidad.
Rodrigo Colihueque, integrante de la directiva del Consejo Territorial Mapuche de Pucón expresó: “Creo que escucharnos mutuamente es el camino para aprender a valorar al otro. Porque si no nos valoramos, me parece muy difícil poder dialogar. Estamos en un territorio donde hay gente mapuche y no mapuche, por lo tanto tenemos que buscar la forma de relacionarnos y de construir estos diálogos para mantener la sana convivencia de todos los habitantes de esta zona”.
Durante el taller, los asistentes aprenden el valor de la escucha, ven los conflictos desde perspectivas y niveles diferentes. La importancia de poder identificar las necesidades y sentimientos detrás de un relato o situación de conflicto, y la relevancia de generar espacios apropiados para la escucha.
Así lo comenta Luisa Jélvez, presidenta del Centro Comunal de Discapacidad de Villarrica. “Creo que esta es una instancia no sólo de participación y de aprendizaje en torno al diálogo y la transformación de conflictos, sino que también representa un reencuentro y una reactivación de lo intelectual, lo comunitario y lo social después de la pandemia. Porque además del intercambio de ideas, nos permite el intercambio y la reactivación de emociones. Pareciera ser que tenemos mucho más en común de lo que creemos”.
La importancia del diálogo como camino de aprendizaje
“Escuchar no significa claudicar, ni perdonar, ni justificar las posturas o los argumentos del otro. Si realmente se desean cambios profundos, hay que tomarse el tiempo necesario para conversar sobre lo que hubo, sobre lo que hay y sobre lo que puede ser”, comentan los facilitadores del taller.
En ese sentido, el Dr. Jorge Pinto Rodríguez, Premio Nacional de Historia 2012 reflexionó: “Nos llevamos un aprendizaje muy importante respecto de lo que significa el diálogo y el valor que tiene, pero también en cómo debemos enfrentar el diálogo. Ya en los próximos días deberemos reflexionar sobre lo aprendido para descubrir, en función de la necesidad que tenemos de resolver la situación que vivimos en el wallmapu, cómo este primer paso podemos llegar a concretarlo en acciones que se pongan a disposición de la región”.
“La historia – dicen desde el Centro Nansen- nos muestra que el reencuentro de los pueblos no es un camino en línea recta. El diálogo nos puede dar las coordenadas para navegar en esas dificultades. Si tenemos un mapa para los desafíos de hoy y de mañana, sabremos dónde construir puentes, dónde tener más cuidado y cómo llegar seguros a nuestro punto de destino. Por el camino del diálogo podemos llegar al futuro compartido que necesitamos y que podemos construir. El camino del diálogo nos puede mostrar dónde están las coordenadas para el futuro, pero hay que ser valientes y hacerse cargo de las desconfianzas para encontrar las soluciones” aclaran desde Nansen.