- Expertas explicaron las consecuencias que ha producido la pandemia en la alimentación, en que ha aumentado el número de personas con anorexia, bulimia y obesidad. Además, detallaron las maneras de identificarlas para pedir ayuda profesional.
La pandemia por Covid-19 ha generado un aumento en los trastornos en la alimentación, algunos de ellos intensificados por el estrés y el aislamiento social. En ese contexto, resulta importante entender los diferentes trastornos de conducta alimentaria (TCA), su relación con los estados de ánimo y saber cuándo pedir ayudar en caso de ser necesario.
Definamos entonces que se entiende por trastornos de conducta alimentaria. Según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales se entiende como: “una alteración que persiste en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la ingesta de alimentos”. Conlleva un cambio en el consumo o en la absorción de alimentos que causa un deterioro en la salud física o en el funcionamiento psicosocial de la persona.
“Las causas de estos trastornos son múltiples, en las que se incluyen factores genéticos-biológicos, ambientales y psicológicos. Dentro de estas últimas, existen elementos influyentes en su aparición como los rasgos de personalidad, autoestima, autoexigencia y perfeccionismo”, explicó Catalina Sabat Agurto, académica de la carrera de Psicología de la U. San Sebastián sede Concepción.
Uno de esos motivos corresponde a las restricciones de movilidad, las que han afectado negativamente la salud física y mental de las personas. “Estudios recientes, relacionados con TCA y pandemia, identificaron que las situaciones de estrés y aislamiento social generaron un aumento en la probabilidad de aparición de estos trastornos. Por ejemplo, la anorexia nerviosa es una de las principales causas de ingreso hospitalario en distintos países, incluido Chile”, afirmó la también magíster en Psicología con mención en Psicología de la Salud.
Anorexia y bulimia
Hecho este punto, es relevante saber en detalle sobre los tipos de trastornos de conducta alimentaria y cuáles son sus características, ya que pueden aparecer en cualquier persona, independiente de su sexo y edad. No obstante, se ha evidenciado que, por factores socioculturales, afecta más a mujeres jóvenes y adolescentes.
Según la académica de Nutrición y Dietética USS Ana María Obregón Rivas, existen tres trastornos muy comunes: anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y de evitación o restricción. “La anorexia se caracteriza por una restricción en la ingesta de alimentos con relación a los requerimientos del individuo, teniendo como consecuencia un peso corporal muy bajo. Se caracteriza por la distorsión de la imagen corporal, miedo a ganar peso y falta de reconocimiento de la gravedad de la enfermedad”, describió.
En el caso de la bulimia, los afectados comen una gran cantidad de comida en cortos lapsos. Asimismo, presentan distorsiones en su autopercepción corporal y no aceptan lo crítico de la situación. “Estas personas abusan de laxantes y diuréticos, realizan ejercicio intenso, usan medicamentos para bajar de peso o mal utilizan la insulina”, aseveró Ana María Obregón.
Respecto al trastorno de evitación o de restricción de ingesta de alimentos, estos individuos solo se limitan a comer menos, pero no presentan una percepción distorsionada de su cuerpo o una preocupación por él.
Obesidad y sobrepeso
En algunos casos, la ingesta de alimentos sí puede estar relacionada con las emociones. Según la también doctora en Nutrición y Alimentos Ana María Obregón, existe documentación científica que demuestra que las personas obesas tienen dificultades para identificar y diferenciar las emociones cotidianas con aquellas relacionadas al apetito-ansiedad.
“Esto podría tener como origen una alteración comunicacional originada en el vínculo temprano de madre e hijo. En ella, la mamá tuvo una incapacidad de responder a los requerimientos biológicos, sociales y emocionales de su hijo. En cambio, las personas con un estado nutricional óptimo, conocidos como normopeso, tienen mecanismos para afrontar situaciones cotidianas adecuadas, prescindiendo de comer en exceso”, sostuvo la doctora Obregón.
Ambas profesionales aconsejaron pedir ayuda profesional si ven alguna de las acciones mencionadas vinculadas con la alimentación. “Cuando se tienen prácticas alimentarias inadecuadas y que se repiten en el tiempo, pasan a considerarse como hábitos anormales que traen problemas en la vida. Por eso, el apoyo familiar o de los amigos es fundamental para enfrentar algún tipo de trastorno de conducta alimentaria”, concluyó la psicóloga Catalina Sabat.