El acuerdo contempla la colaboración en la construcción y operación del Extremely Large Telescope (ELT), telescopio que reunirá por sí solo más luz que la suma de todos los otros elementos de 8 a 10 metros existentes en el planeta. “Es una gran oportunidad para seguir fortaleciendo a la comunidad astronómica”, destacó el ministro de Ciencia, Andrés Couve.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) y el Gobierno de Chile, a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), firmaron hoy un acuerdo de cooperación científica y tecnológica para la construcción y operación del Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, que será el telescopio óptico-infrarrojo de mayor envergadura en el mundo.
El convenio, suscrito en las oficinas de ESO en Santiago por Xavier Barcons, director general de ESO, y Aisén Etcheverry, directora nacional de ANID, financiará proyectos relacionados con el ELT en ingeniería, computación, y otras áreas propuestas por instituciones académicas chilenas. Dichos proyectos permitirán en Chile la formación de personal técnico, en ingeniería y ciencias altamente especializado, durante al menos una década.
La actividad protocolar de oficialización del acuerdo contó también con la intervención del ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve; la seremi de Ciencia de la Macrozona Norte, Daniela Barría, el jefe de la Oficina Futuro de MinCiencia, Demián Arancibia y los miembros de la Comisión Asesora Ministerial para Materias de Astronomía, Mónica Rubio, Leonardo Vanzi, Alex Wetzig y María Argudo-Fernández (quien además preside la Sociedad Chilena de Astronomía, SOCHIAS).
“Con la firma de este acuerdo con ANID, abrimos nuevos caminos en nuestra permanente cooperación con Chile. Ahora financiaremos conjuntamente proyectos de interés tanto para Chile como para ESO en torno al telescopio óptico más grande jamás construido. A través de este programa, fortaleceremos el compromiso entre ESO y Chile, con un enfoque importante en la Región de Antofagasta”, dijo Xavier Barcons, Director General de ESO.
“Celebramos este convenio que permite estrechar la cooperación con el telescopio más grande del mundo, que actualmente se construye en el norte de nuestro país. Una gran oportunidad para seguir fortaleciendo a la comunidad astronómica que se ha extendido y diversificado de manera acelerada, y potenciar el desarrollo de talento y la generación de conocimiento y habilidades en áreas como la ingeniería y la ciencia de datos. Un avance que es posible gracias a nuestras ventajas comparativas y a la gran oportunidad de contar con tecnología de vanguardia en el norte de Chile que además de fortalecer la investigación científica mundial y nacional, abrirá nuevas posibilidades de innovación y emprendimiento para el desarrollo de la región y nuestra economía”, destacó por su parte el ministro Couve.
“Este acuerdo representa una nueva oportunidad para fortalecer la colaboración entre ESO y ANID en beneficio de la comunidad científica en su conjunto. La presencia de observatorios en Chile permite el desarrollo no solo de la astronomía sino también de otras disciplinas como la ingeniería, la óptica entre otras,” agregó Aisén Etcheverry, directora nacional de ANID.
El convenio también facilitará la formación de personal especialista en ciencia, ingeniería y procesos técnicos de instituciones chilenas en institutos de Estados Miembros de ESO, y traerá a personas expertas de estos centros académicos que participan en el desarrollo del ELT, a universidades chilenas.
Anualmente, ESO financiará hasta dos cargos, por un periodo de dos años, en el Observatorio Paranal de ESO en Chile para personal técnico, en ingeniería y ciencias, en proyectos relacionados con ELT. Con el fin de impulsar el desarrollo de capital humano avanzado a nivel local, una persona afiliada a una institución de la Región de Antofagasta ocupará uno de los cargos de manera preferente.
En esa línea, la seremi de Ciencia de la Macrozona Norte valoró el aporte concreto para la zona. “Este acuerdo va a ser un aporte a futuro en términos del capital humano especializado que podemos formar desde la Región y que, por su puesto, va a contribuir al desarrollo de estos tremendos proyectos”, dijo Daniela Barría.
“Este acuerdo nos permitirá cooperar con Chile en desarrollo científico y tecnológico. Además, promoverá una nueva generación de especialistas que trabajarán en los sistemas astronómicos más complejos. Muchas de estas personas vendrán de la Región de Antofagasta, con lo cual se da un paso muy importante en nuestro trabajo colaborativo con Chile pero, sobre todo, con las localidades regionales donde está instalada nuestra infraestructura”, añadió por su parte Luis Chavarría, representante de ESO en Chile, durante la ceremonia.
“Nuestra cooperación con ESO nos lleva a seguir superando los límites de la ciencia, permitiéndonos emplazar en Chile el que será el telescopio óptico más grande del mundo. El denominado ‘ELT’ es la más reciente obra que plasma la participación de la ESO en Chile, como ocurre con ALMA, La Silla y Paranal; los observatorios astronómicos más productivos del planeta, que, a su vez, consolidan la identidad de nuestro país, ligada a la observación astronómica,” dijo Carolina Valdivia, subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile.
ESO y ANID apoyarán el convenio con fondos de contrapartida. Las entidades invertirán hasta €900.000 por año, durante al menos una década, y trabajarán conjuntamente en la definición de áreas comunes. ANID organizará una convocatoria anual de propuestas para definir las áreas de interés.
El ELT de ESO será el telescopio óptico e infrarrojo de mayor envergadura del mundo; reunirá por sí solo más luz que la suma de todos los telescopios de 8-10 metros existentes en el planeta. Con su espejo principal de 39 metros de diámetro y su diseño revolucionario de cinco espejos, junto a tecnología de vanguardia que permite corregir las distorsiones provocadas por la atmósfera, podrá obtener imágenes 15 veces más nítidas que las del Telescopio Espacial Hubble.
Con el inicio de observaciones desde el desierto de Atacama en Chile, previsto para 2027, el telescopio abordará los mayores desafíos astronómicos de nuestra era y realizará descubrimientos inéditos.