Fuente: IEB
-La jornada fue desarrollada por el programa de ecología urbana Casas Anideras, del Instituto de Ecología y Biodiversidad y la Municipalidad de Providencia.
Tras largos meses de encierro producto de la pandemia, poco a poco se han ido abriendo espacios para los encuentros presenciales y actividades junto a la comunidad, que forman parte del trabajo permanente del IEB.
Es el caso de la Academia de Biodiversidad Urbana, iniciativa de divulgación científica desarrollada en el contexto del Programa Casas Anideras, del IEB y la Municipalidad de Providencia, el que invita a volver a mirar nuestra ciudad como un lugar significativo para la convivencia con el resto de la naturaleza y sus múltiples especies.
La tercera versión de esta Academia, se realizó los días 2, 3 y 4 de diciembre de 2021, con la participación de vecinas y vecinos, profesores, otros profesionales, estudiantes y personas interesadas en medioambiente y ecología. Las actividades tuvieron por objetivo compartir herramientas teóricas y prácticas para fortalecer nuestro vínculo e interacciones con la flora, fauna y funga de la ciudad, y generar intervenciones benéficas en los entornos urbanos de la zona central de Chile.
La Academia se desarrolló con la guía de las comunicadoras científicas Javiera Díaz, investigadora del Centro CERES; Silvia Lazzarino, bióloga e ilustradora científica, y Nélida Pohl, directora de comunicaciones del IEB. Contó además con la participación del científico Juan Luis Celis, de la Universidad Católica de Valparaíso, y la científica Maureen Murúa, de la Universidad Mayor.
Asilvestrando la ciudad
Fueron tres días en los que se compartieron conocimientos y experiencias sobre la naturaleza que habita nuestras ciudades, incluyendo plantas, aves e insectos, para comprender de qué manera podemos ayudar a promover la biodiversidad en estos entornos, ya sea desde nuestro hogar o en espacios colectivos. Construir hogares y refugios para insectos y aves, dar cabida a las especies nativas en nuestros patios y parques, y promover la construcción de huertas comunitarias en los barrios, fueron algunos ejemplos entregados.
Las y los estudiantes también desarrollaron interesantes proyectos para crear nuevos espacios en la ciudad, que favorezcan a la diversidad biológica, la interacción entre especies, y un mayor acceso social a estos lugares, los que además buscan generar bienestar en las comunidades.
“Estos talleres están asociados a un cambio de paradigma. Es necesario dejar de ver las ciudades como lo hacíamos antes y mirarlas como un ecosistema del que somos una especie entre muchas, y en el que es importante respetar a los diversos elementos naturales que lo integran, darles cabida y si es posible, restaurarlos también. Agua, suelo, flora, fauna, microorganismos, todos deben ser considerados. Debemos asilvestrar nuestras ciudades y qué mejor que hacerlo en conjunto con una municipalidad y sus vecinos”, comenta Javiera Díaz.
Silvia Lazzarino, también se refiere a la experiencia de esta tercera versión. “Estoy muy contenta de que esta Academia se haya podido realizar de manera presencial, ya que de esta manera se genera una interacción con la gente y el territorio, muy diferente a cuando se hacen estas actividades de forma remota. Fue todo un desafío hacer este taller, con todas las reglas que hay y la dificultad de que la gente se atreviera a venir. Pero sin duda fue una experiencia muy positiva. Trabajar en grupo, además, hace que surjan ideas y vínculos más cercanos, y por otro lado, siempre se aprenden cosas que jamás te imaginarías”, explica la bióloga e ilustradora científica.
Javiera Díaz también valora la interacción generada con este grupo de participantes, las iniciativas y proyectos que surgieron -como la creación de un estadio deportivo verde-, y la motivación por generar cambios en los diferentes espacios urbanos y educativos.
Por su parte, María Teresa Ramírez, encargada del Departamento de Medioambiente de la Municipalidad Providencia, se refiere a la importancia de estas actividades en la comuna- «Nosotros como Municipio, estamos muy contentos de retomar de a poco las actividades presenciales. Primero fueron los talleres de avistamiento de aves, y ahora con esta academia apuntamos a dar un paso más allá en el involucramiento de la ciudadanía. En este sentido en la academia se destaca la importancia de tomar conciencia de que los humanos no vivimos solos en la ciudad, sino que están acompañados por multitud de seres vivos que contribuyen a que los entornos urbanos no sean espacios vacíos de biodiversidad «.
