La preservación de ambientes ecológicos andinos, la valorización de la cultura aymara y el valioso patrimonio arqueológico e histórico presente en este territorio, son parte de los atractivos que posee esta área silvestre protegida.
Con una extensión que abarca más de 174 mil hectáreas, el Parque Nacional Volcán Isluga posee increíbles paisajes, además de variadas especies de flora y fauna que se extienden entre la precordillera y el altiplano andino. Esta área silvestre protegida ubicada en Colchane alcanza una altitud promedio de 4 mil metros sobre el nivel del mar y en su territorio se conjuga un rico ecosistema con tradiciones y cultura aymara.
Miradores de gran belleza escénica, lagunas altiplánicas, además de emblemáticas iglesias andinas y poblados aymaras, son solo algunas de las características y atractivos que posee este parque que hoy cumple 55 años desde su integración al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) que administra CONAF.
El volcán Isluga es el que le da nombre al parque y se puede observar junto a los cerros Quimsachata, Tatajachura y Latarama. También es el hábitat de vicuñas, gatos andinos, tarucas y las tres especies de flamencos que habitan en el país, entre otras especies de fauna que crecen rodeados de flora protegida como la llareta y la queñoa.
En el parque también es posible apreciar el patrimonio arquitectónico del pueblo aymara, como la iglesia de Isluga declarada Monumento Histórico y cuyo poblado es Zona Típica por ser un relevante centro ceremonial andino. En su extensión también se encuentran poblados como Enquelga donde sus habitantes dedicados a la ganadería y actividad agrícola, como el cultivo de queñoa, aún mantienen vivas sus tradiciones ancestrales.
Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF, indicó que “en el último periodo hemos impulsado avances tecnológicos para el monitoreo y adecuada conservación de los objetos de conservación de este parque. También trabajamos junto a la comunidad local para realizar mejoras, como la remodelación de las termas de Enquelga y senderos, además de actividades de educación ambiental, entre otras.”
A nivel nacional este parque es destacado por el análisis que se realiza a las lagunas Arabilla y Parincota en el plan de Monitoreo Satelital de Superficies de Espejos de Agua, herramienta con la cual se registran los acuíferos y sus variables para detectar problemas en los flujos de agua, convirtiéndose en una experiencia única en los parques del país.
Asimismo, este parque es el primero del país en usar la aplicación SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool), software que es utilizado en más de 700 áreas protegidas en el mundo y en 60 países, contribuyendo de manera sustancial al mejoramiento de las capacidades de los guardaparques y de la gestión de estos sitios. Además, resalta por ser el único parque del país es parte de la Red Iberoamericana de Adaptación al Cambio Climático.
Finalmente, el director regional sostuvo que “esta área protegida es de importancia regional y nacional debido a la preservación de sus especies, además de la vanguardia en el monitoreo que desarrolla el equipo de profesionales y guardaparques. Otro aspecto por el cual trabajamos fuertemente es la puesta en valor del patrimonio cultural aymara presente en su territorio. Por estos motivos, hoy conmemoramos su aniversario en el cual queremos continuar esta senda de conservación ambiental”.