Cuando el mes de enero recién comienza, muchas familias deciden aprovechar el calor de estos días para disfrutar del aire libre, recorriendo playas, ríos, lagos y lagunas. Si bien este encuentro con la naturaleza es aprovechado por muchos, no siempre resulta ser una experiencia grata, debido a un visitante que frecuenta con regularidad esos lugares: las colillas de cigarros.
Según el informe Libera de SEO/Bird Life, 4.5 billones de colillas se reparten cada año por el planeta, afectando de manera importante los ecosistemas en donde terminan como basura, sumado a que estas acumulan gran parte de los componentes nocivos del tabaco, y al entrar en contacto con el agua tiene efectos devastadores en la naturaleza. Se contabilizan más de 7.000 químicos tóxicos por cada colilla. Incluso tan solo una de ellas puede contaminar de 10 hasta 50 litros de agua.
Ante esto es que el Ministerio del Medio Ambiente considera como una gran noticia la aprobación del proyecto de ley “Chao colillas” por el Congreso el pasado jueves 6 de enero, ya que se trata de residuos contaminantes, sobre todo al tener contacto con el agua y que las colillas de cigarros son uno de los desechos más encontrados en las playas de Chile.
Michael Vera, Seremi (s) del Medio Ambiente de Ñuble, explicó que “Este proyecto busca prohibir que se fume en playas, ríos y lagos, a lo largo de todo Chile. Específicamente, el proyecto que modifica la ley N°19.419, señala que se prohíbe fumar dentro de una faja de 80 metros de ancho medidos desde la línea de más alta marea de la costa del litoral y de los terrenos fiscales riberanos, hasta una distancia de 80 metros medidos desde donde comienza la ribera”.
Además, si los lugares donde se prohíbe fumar cuentan o no con patios o espacios al aire libre, donde se pueda fumar, se deberán instalar ceniceros, contenedores o receptáculos destinados al depósito de filtros, colillas y cenizas de cigarrillos, en dichos lugares o en sus accesos. También se prohíbe arrojar los filtros o las colillas de cigarrillos en la vía pública y en los patios o espacios al aire libre.
Precisamente, un 75% de las colillas terminan depositadas en espacios públicos y en la naturaleza, incluso, un estudio de 2017 de la ONG Ocean Conservancy, sostiene que las colillas suponen el 13% de todos los desperdicios que se recogen en las playas y que estas suponen entre un 30 y 40% de los residuos recogidos en la limpieza urbana y costera. Una cifra no menor, considerando que su efecto en el medioambiente puede ir de 7 a 12 años, aunque autores dicen que sus consecuencias pueden durar hasta 25 años.
La fiscalización para el cumplimiento de esta normativa corresponderá a la policía marítima, fluvial y lacustre. En caso de constatarse alguna infracción, esta se deberá denunciar ante el juez. Cualquier persona podrá denunciar el incumplimiento de las obligaciones establecidas en el proyecto.
En caso de infringir la ley, las personas se exponen a multas que van de 1 a 4 UTM, también se establece una pena que consistirá en la prestación de servicios en beneficio de la comunidad, como la limpieza de playas, lagos o ríos.
El Ministerio del Medio Ambiente impulsa con fuerza esta iniciativa, por lo que ahora resta su promulgación y publicación en el Diario Oficial, para que “Chao colillas” sea ley y se aplique durante este verano.