Tras adjudicación de recursos Fondecyt, la investigación se extenderá por tres años.
Con el objetivo de caracterizar líneas avanzadas de arroz negro expuestas al déficit hídrico mediante evaluaciones de rasgos fisiológicos, agronómicos, productivos y de calidad nutricional, y desarrollar herramientas de predicción de rasgos de interés para la selección de genotipos, el académico del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Miguel Garriga, recientemente se adjudicó recursos a través del proyecto Fondecyt denominado, “El arroz negro como fuente potencial de alimentos funcionales: desarrollo de herramientas basadas en detección remota y proximal para la obtención de nuevos cultivares en un escenario de escasez de agua”. El proyecto tiene una duración de tres años y un financiamiento total de noventa millones de pesos.
La iniciativa se vincula estrechamente con el trabajo que está llevando a cabo el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz (PMGA) del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el cual ha desarrollado los genotipos de arroz negro que se evaluarán y que además tendrá un rol principal en el desarrollo de los ensayos en condiciones de campo. Para ello se cuenta con la significativa colaboración de la Dra. Karla Cordero Lara, directora del PMGA. Tienen un rol igualmente importante, la Dra. María Dolores López Belchí, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, quien apoyará en la realización de análisis de calidad nutricional de los granos y el Dr. Gustavo Lobos Prats, investigador del Centro de Mejoramiento Genético y Fenómica Vegetal de la Universidad de Talca, quien apoyará en el fenotipado de las plantas en campo.
La primera tarea a concretar, según lo explicado por el Dr. Garriga, implica que, “durante el primer año se establecerán los ensayos en condiciones de campo, se evaluarán variables fisiológicas y productivas y al mismo tiempo se colectará información del cultivo mediante técnicas de detección remota y proximal”.
Finalmente, el Dr. Miguel Garriga agregó que, “el arroz blanco es el más consumido en todo el mundo; sin embargo, en la naturaleza existe una amplia gama de variedades de arroz pigmentado con colores de grano que van desde el marrón hasta el púrpura intenso que también pertenecen a la misma especie y se cultivan principalmente en Asia. Entre las variedades de arroz pigmentado, el arroz negro destaca por ser un grano con alto valor nutricional. El color oscuro del grano se debe a un alto contenido de antocianinas en su pericarpio. El arroz negro también tiene una amplia gama de otros compuestos bioactivos como ácidos fenólicos, fitoesteroles, carotenoides, tocoferol y tiamina en niveles más altos que en el arroz blanco tradicional, así como un mayor contenido de proteínas y fibra dietética, y minerales como hierro, potasio, zinc, magnesio, manganeso y fósforo”.
Además, el investigador puso énfasis en que el arroz negro posee una serie de beneficios potenciales para la salud humana, como la prevención de enfermedades cardiovasculares, de obesidad, de diabetes tipo II y varios tipos de cáncer, “lo que pone de manifiesto las propiedades nutracéuticas del arroz negro y su gran potencial para la producción de alimentos funcionales. En un contexto global, el arroz pigmentado sólo representa el 0,1% de la producción total de arroz, sin embargo, la demanda está creciendo rápidamente en muchos países debido a sus potenciales beneficios para la salud”.