- Iniciativa de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, busca fomentar la fitoterapia y el uso informado de plantas medicinales para complementar los tratamientos de diversas dolencias.
¿Sabía que el boldo sirve para tratar el reuma o los trastornos digestivos? ¿O que la menta puede ayudar a combatir cefaleas? Probablemente sí, porque la sabiduría popular ha transmitido de generación en generación los beneficios de las hierbas medicinales. Sin embargo, no es llegar y utilizarlas sin la supervisión e información adecuadas.
Explican que sus compuestos podrían tener contraindicaciones, especialmente si interactúan con alguna sustancia presente en un medicamento tradicional que se esté consumiendo. Es decir, existe riesgo en la automedicación y uso irracional de las plantas medicinales como alternativas terapéuticas, afectando la salud y facilitando la descompensación.
Precisamente con el objetivo de promover hábitos saludables incorporando el uso correcto de plantas medicinales en usuarios y funcionarios de los CESFAM de Concepción y Chiguayante, con énfasis en el adulto mayor, la Universidad San Sebastián desarrolla hace seis el proyecto colaborativo de Vinculación con el Medio Fitoterapia y autocuidado: educando a la comunidad. En la iniciativa intervienen académicos y estudiantes de Química y Farmacia y Bachillerato en Ciencias de Salud.
La académica Yuvisa Muñoz, secretaria de Estudios del Bachillerato y líder de la iniciativa, explica que “realizar esta formación en fitoterapia, junto a la formación en hábitos saludables, permite a la comunidad participar activamente de su autocuidado y del entorno en el cual están inmersos. Para ello, hemos realizado una capacitación en el manejo correcto de plantas medicinales de uso común para utilizarlas como tratamiento complementario en diferentes patologías, además de considerar la identificación, nombres comunes y científicos, características, composición química, indicación terapéutica, forma de uso y efectos adversos e interacciones, si las hubiere”.
Uso correcto
En lo específico, los talleres contemplan las materias Educación en salud y autocuidado, Cultivo y manipulación de plantas medicinales, Uso correcto de plantas medicinales y Preparación de formulaciones en base a plantas medicinales. “A partir de las versiones anteriores se ha desarrollado el manual de consulta Monografías de Hierbas Medicinales, actualizado durante el año 2020, así como también la Guía sobre la creación de un huerto medicinal para compartir con las personas participantes del proyecto. Esta propuesta nos ha permitido integrar la promoción del autocuidado, el envejecimiento activo en las personas mayores y la importancia de la relación que tenemos con la naturaleza y nuestro entorno, como estrategia para generar y mantener una calidad de vida sencilla y natural”, puntualiza Muñoz.
Al respecto, Danilo Venegas, director del Centro Integral para el Adulto Mayor (CIAM) del CESFAM Juan Soto Fernández, señala que “la mejor forma de generar salud en la comunidad es entregando mayor educación, y una de las alternativas que hoy se nos presenta –la fitoterapia– tiene un gran impacto, considerando que está tan a la mano y es tan accesible”.
Agrega que considerar “una mirada holística que contribuya a resolver problemas de salud que vemos a diario es muy importante. Se trata de generar nuevas estrategias más allá del acompañamiento, para que las personas mayores vean de manera más positiva y como algo natural los procesos de longevidad”.
Por su parte, Cristina Silva, una de las beneficiadas, apunta que “aprendí lo que realmente son las plantas medicinales, sus usos, propiedades, las partes que se utilizan, sus riesgos y la forma correcta de prepararlas. La simple preparación de una agüita ya no era poner hierbas y agua caliente, ahora son dosis y tiempos de preparación. Se trata de una gran iniciativa que cambia la visión de nuestra propia salud y cuidado; nos proporciona conocimiento y valoración de lo que estamos ingresando a nuestros cuerpos”.
Articulación con la docencia
Este proyecto ha resultado positivo también desde el punto de vista de su articulación con la docencia. A partir de esta iniciativa, se realizó una experiencia de ajuste curricular, lo que redundó en la complementación de los contenidos de las asignaturas Farmacología 1 y 2 de Química y Farmacia.
En esa línea, Catalina Sayes, estudiante de Obstetricia en la USS Concepción, señala que “para ser un profesional integral debemos abrirnos a nuevos conocimientos y experiencias. A través de la fitoterapia pude adquirir conocimiento sobre el uso de hierbas medicinales como terapia alternativa, e incorporarlo a mi carrera y así también integrarlo como posibles tratamientos”.