Juan José Irarrázaval estudió en la UACh y hoy se dedica tanto a crear productos y servicios que permitan la autosuficiencia, como al paisajismo, aplicando ecología e ingeniería forestal.
Su pasión por la naturaleza y la curiosidad por conocer a fondo cómo funcionan los ecosistemas nativos, llevó al Ingeniero Forestal de la UACh, Juan José Irarrázaval, a emprender con una iniciativa que llamó “Raise” y que concretó en el año 2018 en la ciudad de Puerto Varas. Hoy día posee un trabajo consolidado, desde donde aporta a la sustentabilidad y a la educación ambiental.
“Raise nace para compartir el aprendizaje y la experiencia de vivir la naturaleza, que yo creo que le puede cambiar la vida a las personas y hacer de nuestro planeta un lugar más amable y tranquilo. Es algo super poderoso y casi todo mi tiempo lo dedico a tratar de transmitirlo”, manifestó el profesional.
Su labor consiste en crear jardines y parcelas funcionales, que sean un aporte a las familias y a los ecosistemas de Chile. “Se divide en dos grandes ámbitos: uno es el de crear productos y servicios que permitan la autosuficiencia de las familias, como son los invernaderos, huertas, gallineros, herramientas y semillas, y el otro, el que más me apasiona, es el de hacer paisajismo aplicando ecología e ingeniería forestal, creando ecosistemas y bosques bonitos y funcionales, y hacer educación ambiental para darle valor a los ecosistemas nativos y fomentar su cuidado”, explicó. Este trabajo lo ha realizado principalmente en el lago Llanquihue, pero también en Lago Ranco y Panguipulli.
Recuerda que su interés por las huertas se inició el año 2011, cuando recién ingresó a la UACh. Luego comenzó a propagar especies nativas y ornamentales. “Prácticamente todos los viernes me iba al jardín botánico o a los antejardines de las casas de la Isla Teja a sacar esquejes o semillas de diferentes especies, que metía en mi maleta y partía en bus a propagarlas a mi invernadero. Así, a medida que cursaba los diferentes ramos, la carrera me dio las bases para ir incursionando y definiendo mis intereses”, comentó.
Su esfuerzo continuo dio frutos y hoy afirma que su experiencia ha sido muy buena. “Cuando uno no es comerciante, todo va más lento, pero haciendo las cosas bien, se va dando solo y la gente empieza a valorarte. Me demoré dos años en armar algo mejor, y aún sigo aprendiendo. Creo que la cercanía con los clientes es la clave. No solo es hacer, si no que acompañar y enseñar. La mayoría de las personas que me llaman es porque vienen recomendados”.
Para sacar adelante este proyecto, la motivación y los conocimientos como Ingeniero Forestal han sido fundamentales, ya que la ingeniería forestal, junto a la experiencia trabajando en bosques nativos, permite recrear ecosistemas con base científica, que sirven de hábitat para flora y fauna. “Este aspecto es súper importante de incorporar en el paisajismo, sobre todo ahora que seguimos viendo cómo se deforesta y se degradan ecosistemas para construir casas y caminos”, opinó.
Enfoque hacia el bosque nativo
La experiencia de Juan José, quien supo aprovechar la amplia posibilidad de áreas en la que un profesional del ámbito forestal puede desempeñarse, demuestra que las herramientas que aporta esta carrera permiten su aplicación práctica en diferentes escenarios. “Ingeniería Forestal en la UACh tiene un enfoque mucho más dirigido a lo nativo, donde la mayoría de los ramos tienen mucho trabajo en terreno, con profesores cercanos y con currículos impresionantes. Tenemos colegas repartidos por todo Chile, trabajando desde el desierto hasta la estepa patagónica, estudiando y protegiendo nuestros ecosistemas”, afirmó.