La agencia de la ONU para la salud en el continente dice que las medidas para responder a ómicron han sido insuficientes y asegura que es más importante que nunca mantenerlas y abordar las lagunas en la vacunación. Hasta 200 latinoamericanos mueren cada hora por COVID-19.
Los casos de COVID-19 en América continúan bajando, pero las muertes han vuelto a aumentar por sexta semana consecutiva. En la última semana, hubo 3,3 millones de nuevos casos (un 31% menos) y más de 34.000 muertes (un 5,6% más).
La Organización Panamericana de la Salud lamentó que las medidas para frenar a la variante ómicron “no fueron adecuadas”. “La verdad es que las medidas suavizadas fueron insuficientes para reducir la escala de esta ola”, dijo Carisse Etienne, la directora de la Organización. “Las personas habían relajado las precauciones, viajaban y se reunían en espacios interiores, a menudo sin mascarilla”, añadió
El COVID-19 ha sido más letal en las Américas que en cualquier otra región, con más de 2,5 millones de muertos desde el comienzo de la pandemia y más de 100.000 solo en enero de 2022.
La discrepancia entre la bajada de casos y el aumento de las muertes se debe a que “pueden pasar de tres a cuatro semanas o más desde el inicio de la enfermedad hasta la hospitalización y el agravamiento de la enfermedad y, posiblemente, hasta la muerte”, explicó Sylvain Aldighieri, gerente de emergencias de la OPS.
La OPS insta a los países a que se centren en cubrir las lagunas críticas en la vacunación. Para alcanzar el objetivo del 70% de la población fijado para todos los países, al menos 20 millones de personas tienen que recibir todas sus dosis de vacunas.
En todos los países de la región, más de la mitad de las muertes en esta oleada se produjeron en personas mayores de 65 años. Pero la edad no es el único factor. Personas no vacunadas de todas las edades siguen llenando los hospitales y camas de UCI, indicó Etienne.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?creatorScreenName=NoticiasONU&dnt=false&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1493978929157267464&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fnews.un.org%2Fes%2Fstory%2F2022%2F02%2F1504182&sessionId=feee3b43fe5c667e7b1b9163cc78fe9952cf8d68&siteScreenName=NoticiasONU&theme=light&widgetsVersion=2582c61%3A1645036219416&width=550px
La OPS ha repartido 100 millones de vacunas
La agencia de la ONU encargada de velar por la salud en el continente ha entregado 100 millones de dosis de vacunas COVID-19 a 33 países de América Latina y el Caribe, gracias al trabajo de su Fondo Rotatorio en coordinación con el mecanismo COVAX. Las donaciones de vacunas por parte de nueve países representaron el 30% de los 100 millones de dosis.
Su directora pidió además activar las medidas más rápidamente “para seguir el ritmo de la ola actual, y adelantarnos a futuras oleadas, de este virus tan rápido y grave”.
“Es más importante que nunca mantener las medidas de salud pública que sabemos que funcionan contra este virus. Y la rapidez es esencial, porque esta variante es la prueba de lo rápido que puede cambiar la situación. La inacción no es una opción cuando hasta 34.000 personas han muerto por este virus cada semana durante las últimas semanas en las Américas. Eso significa que hasta 202 personas han muerto cada hora”, añadió Etienne.
Además, pronosticó que “esta no será la última variante” y dijo que el futuro de la pandemia sigue siendo “extremadamente incierto”. “Las decisiones que tomemos hoy pueden tener efectos en cadena durante meses y años”, advirtió.Unsplash/Gabriella Clare MarinoItalianos esperan para hacerse una prueba de COVID19 en enero de 2022 durante la ola de ómicron en Roma, Italia
La subvariante BA.2 de ómicron ya representa un 21% de los casos de COVID
En todo el mundo, la semana pasada hubo 16 millones de casos nuevos, un 19% menos que la anterior y 75.000 muertes, un nivel similar, según la actualización epidemiológica de la Organización Mundial de la Salud.
La subvariante BA.2 de ómicron ya representa un 21% de los casos de ómicron (que a su vez representa el 98.3% del total de los casos de COVID-19).
En diez países (Bangladesh, Brunei, China, Dinamarca, Guam, India, Montenegro, Nepal, Pakistán,Filipinas) la BA.2 es ya la subvariante dominante.
La región del Sudeste Asiático la que reporta la mayor prevalencia de BA.2 entre las secuencias de ómicron (44,7%) y la Región de las Américas la que reporta la menor prevalencia (1%). Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud explica que estas tendencias deben interpretarse teniendo en cuenta “las limitaciones de los sistemas de vigilancia, incluidas las diferencias en la capacidad de secuenciación”.
La OMS explica que, tras el análisis de las secuencias disponibles, se descubrió que varias pruebas de antígenos, anticuerpos y PCR funcionaban igual de bien a la hora de detectar las infecciones causadas por las variantes BA.1 y BA.2, aunque se están llevando a cabo más estudios.
Según los datos de la red global de laboratorios GISAID, que trabaja con la OMS, la BA.2 es un 84% más contagiosa que la versión anterior de ómicron.
Hasta el momento, no se ha detectado que cause casos de COVID-19 más graves.