El 19 de febrero, conmemoramos el Día Mundial de las Ballenas. En esa fecha del año 1986, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) prohibió la pesca industrial de estos cetáceos a escala global, debido a la caza indiscriminada y extinción de algunas especies. En Chile, en el año 2008 se estableció una prohibición permanente de captura de todas las especies de cetáceos en aguas jurisdiccionales del país, se declaró monumento natural a todos los cetáceos en Chile, y la Ley de Protección a los Cetáceos (Ley No 20.293) declaró las aguas bajo jurisdicción nacional como zona libre de caza de cetáceos. Ya en el año 2011, se promulgó el reglamento general de observación de mamíferos, reptiles y aves hidrobiológicas y del registro de avistamiento de cetáceos (Decreto Supremo N° 38), en el cual se hace hincapié a la velocidad y dirección de acercamiento de las embarcaciones a los cetáceos, el cuidado y conocimiento del comportamiento de los animales, en especial si existen crías y la responsabilidad de los guías, patrones y turistas en la observación y registro.
La Dra. Paola Hernández, investigadora del Programa Ciencia y Turismo del Centro Científico CEAZA, y comunicadora del nodo norte del IEB, se encuentra trabajando en un “Programa Colaborativo de Avistamiento de Cetáceos y Fauna Marina”, el cual promueve que capitanes y tripulantes de las embarcaciones de avistamiento de cetáceos de las caletas de Punta de Choros, Caleta Chañaral de Aceituno, Tongoy, Guayacán y Guanaqueros puedan registrar sus avistamientos utilizando la aplicación dondelaviste (https://www.dondelaviste.cl/).
Este programa está permitiendo identificar la presencia y patrones temporales y geoespaciales de cetáceos en el Archipiélago de Humboldt, pero el objetivo principal ha sido promover la participación de la comunidad local en la investigación científica ciudadana, la cual tiene el potencial de generar información fundamental para mejorar los lineamientos de gestión del avistamiento de cetáceos local, entregando herramientas para la autonomía y empoderamiento de la comunidad en esta actividad y la conservación de las especies involucradas. “La ciencia ciudadana necesita fidelización y compromiso, nuestra idea es integrar a la comunidad y que utilicen esta información que es de libre acceso”, señaló la investigadora.
Según publicaciones científicas, esta es una zona de alimentación de la ballena fin por su alta productividad en el mar ante los parches de krill, observado por fotoidentificación de ballenas. Esto se debe por la corriente Humboldt, por ser un punto de surgencia y por la fertilización que producen las mismas ballenas. Sin embargo, también es posible observar en el sector a la ballena jorobada y ballena azul. Estos cetáceos tienen una gran importancia ecológica, ya que a través de sus heces fertilizan el mar, transportándolos desde el fondo hacia la superficie, y aportando a la productividad de fitoplancton, los cuales son captadores de CO2, mucho más eficientes que plantas y árboles. Es decir, contribuyen con al menos 50% del oxígeno producido, capturando 37 billones de toneladas de CO2 al año. “Las ballenas cumplen un papel muy importante a la hora de combatir el cambio climático, por lo tanto es vital identificarlas y protegerlas”, señaló la Dra. Hernández.
Invitamos a quienes están por el norte de Chile participen de nuestra celebración del Día Mundial de las Ballenas, estaremos durante la mañana del día sábado 19 de febrero en la Caleta Chañaral de Aceituno compartiendo información científica y sonidos de las ballenas para sumergirnos en el mundo de los cetáceos de nuestro océano. Para mayor información sobre el programa, sigue a http://www.ceaza.cl/